Un grupo de venezolanos expuso este martes ante la Asamblea Nacional la crisis de los servicios públicos, tales como la salud, el transporte, la electricidad y el agua potable.
Benilde Camacho, ama de casa y habitante de Guatire, contó que en su comunidad no reciben diariamente el servicio eléctrico o el agua.
«Vivimos una crisis demasiado terrible», resumió la mujer frente a los diputados y a Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela.
Otro exponente, comerciante de El Valle, indicó que en su barriada han «pasado períodos hasta de un año sin agua. Eso ha generado una epidemia de piojos y sarna».
El pensionado Ricardo Sansone denunció que se ha perdido la calidad del servicio de transporte y la seguridad en el sistema subterráneo Metro de Caracas, en el que trabajó durante décadas.
«Utilizar un transporte público hoy en día en Venezuela es algo inhumano, degradante», afirmó Sansone, quien informó que hay más de 50 cementerios de autobuses en todo el país.
Señaló que existen más de 4.000 unidades en distintos grados de abandono.
La paciente oncológica Mildred Varela dijo que lleva más de un año sin recibir a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales el tratamiento que necesita.
Enfatizó que la situación de las mujeres venezolanas con cáncer de mama es muy crítica por la escasez de medicinas.
«Cuando a una persona en una casa le da cáncer, le da cáncer a toda la familia, se pierde la calidad de vida», remarcó Varela.
Nora Bracho, diputada y miembro de la Comisión de Servicios Públicos, lamentó que la calidad de vida en Venezuela se haya deteriorado por la situación precaria de los servicios públicos. Considera que la desmejora es consecuencia de «la corrupción, de la incapacidad, de la falta de mantenimiento preventivo y correctivo».
«Estamos viviendo una gravísima situación en agua, en electricidad, en gas, en transporte. Eso solo por decir algunos servicios fundamentales para que un ciudadano viva con dignidad», añadió Bracho.
Para la diputada, la responsabilidad de la emergencia humanitaria que viven los venezolanos es de lo que catalogó como «plaga roja». Esto, para referirse a la actuación del gobierno de Nicolás Maduro, al que el Parlamento y buena parte de la comunidad internacional consideran ilegítimo.