El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela solicitó a España la extradición de una mujer que presuntamente forma parte de la banda criminal de la Cota 905, que estuvo liderada por Carlos Luis Revete, alias Koki, —ultimado en febrero pasado— y que actualmente está bajo el control de Garbis Ochoa Ruiz y de Carlos Alfredo Calderón Martínez.
En el país existe una orden de aprehensión decretada contra Anyeli Katherine Díaz Da Silva, alias la Barbie, por su presunta participación en la comisión de los delitos de secuestro agravado, extorsión agravada y obstrucción de la libertad de comercio, terrorismo y asociación.
Las autoridades venezolanas se comprometió ante España de seguir un juicio penal contra la mujer únicamente por su presunta participación en la comisión de los delitos arriba mencionados. Y que, por lo tanto, la tratarán con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano, según una ponencia de la magistrada Carmen Marisela Castro.
Actualmente, la banda criminal se encuentra supuestamente desarticulada.
La sentencia del TSJ menciona que los delincuentes se encargaban de la distribución y tráfico de drogas, además de contar con armamento de guerra como granadas, ametralladoras M2, fusiles, lanza cohetes y municiones.
Agrega que la banda tenía un despliegue considerable, con una “narcodistribución” de 32 garitas con una célula de aproximadamente de 10 a 12 operadores armados en cada una de ellas y, como parte de un equipamiento logístico, usaban drones orientados a la vigilancia para tener el control de todas las zonas donde operan.
Amplio despliegue delictivo
También usaban radios portátiles de baja frecuencia entre los gariteros para poder cometer con facilidad los delitos con toda su impunidad.
“Para sustentar económicamente su negocio, han mostrado usos y recursos propios, del terrorismo: ofensivas abiertas contra infraestructuras políticas y económicas, uso de población como base de legitimidad y como escudos humanos, asesinatos indiscriminado contra civiles, uso de granadas de manera desmedida y control territorial expansivo”, señala.
Eso provocó, de acuerdo con el máximo tribunal del país, que los cuerpos de seguridad del Estado “tomaran medidas de acciones táctica para neutralizar” a los grupos armados irregulares de la Cota 905. Incautaron armamentos, recursos de logística y dieron de baja a algunos miembros de la banda delictiva.