La ONG Provea advirtió que los repetidos apagones en el país ponen en riesgo la vida de los pacientes hospitalarios. Así lo declaró la institución através de un video publicado en X.
Solo en el 2022 se registraron 261 muertes por cortes de servicio eléctrico en hospitales. Así lo informó en su momento Médicos por la Salud.
En Venezuela siguen los apagones y la crisis de servicios básicos: destruyendo la calidad de vida, poniendo en riesgo a pacientes de hospitales, sin respuestas y con más bajones.
Un país que se apaga por la indolencia.
¿Y tú? ¿Tienes luz? #SinLuz
— PROVEA (@_Provea) September 13, 2023
“Es un valor que deberíamos tener en cero o muy cerca de cero”, dijo Provea en la presentación del estudio Encuesta Nacional de Hospitales.
Julio Castro, médico infectólogo, declaró que el gobierno debe tener una política de inversión en infraestructura para hospitales.
“Tiene que garantizar que los hospitales tengan electricidad y agua los 365 días del año, 24 horas al día y los siete días de la semana”, dijo Castro.
Agudización de la crisis eléctrica
Por otra parte, para este 2023, la agudización de la crisis eléctrica en el país amenaza con subir la cifra de posibles decesos con la misma causa.
“En Venezuela siguen los apagones y la crisis de servicios básicos: destruyendo la calidad de vida, poniendo en riesgo a pacientes de hospitales. Sin respuestas y con más bajones”, señaló Provea.
En el video, la ONG afirmó que el sistema eléctrico nacional está “fracturado”. También que las plantas termoeléctricas del país se encuentran en ruinas porque Corpoelec se encargó de “canibalizarlas”.
“Un despilfarro que se estima en 40 mil millones de dólares y una serie de decisiones equivocadas”, declara Provea.
Afirman que entre esas decisiones se encuentra la creación de una casa matriz para el sector. “Las empresas fueron desprofesionalizadas y militarizadas y tenemos una Corpoelec que no da respuestas”, dicen
Ante las consecutivas fallas, Provea exige acciones inmediatas por parte del estado venezolano para recuperar la industria eléctrica del país, que “se apaga por la indolencia”.