Cecodap emitió un comunicado este lunes sobre la deportación de migrantes venezolanos de Trinidad y Tobago, entre los que se encuentran 16 niños. Instó a las autoridades de ambos países a ejecutar acciones inmediatas para salvaguardar a los menores de edad deportados.
“Es indispensable que las autoridades de Trinidad y Tobago y Venezuela aclaren esta grave situación y desarrollen acciones inmediatas para proteger a los niños. Es obligatorio garantizar los derechos de los niños independientemente el estatus migratorio de los niños o sus padres», indicó el abogado Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap.
La organización expresó especial preocupación por el hecho de que a más de 24 horas del zarpe de la embarcación tipo piragua en la que fueron enviados a su país los migrantes, se desconozca su paradero.
“Hace más de 24 horas se dio a conocer en medios de comunicación la noticia de los 16 niños venezolanos que fueron deportados de Trinidad y Tobago. El gobierno de Venezuela aún no ha rechazado el hecho ni se ha pronunciado sobre la obligación de proteger a estos niños y sus acompañantes”, agregó Trapani.
Precisó que un niño migrante presenta una doble vulnerabilidad.
“La combinación entre la edad y su condición migratoria obliga a una protección específica y adecuada de sus derechos por parte de cualquier Estado”, enfatizó.
Recordó que el principio de no devolución prohíbe a los Estados expulsar de su jurisdicción a las personas, con independencia de su nacionalidad o cualquier otra condición.
“No puede haber devolución cuando un niño pueda correr el riesgo de sufrir un daño irreparable”, recalcó.
Ola migratoria
Cecodap recordó que investigaciones realizadas por la organización revelan que en 2019 un total de 37,9% de las familias venezolanas reportaron que al menos un miembro del hogar migró en los últimos cinco años.
“Es decir, al menos una de cada tres familias reporta la migración de uno de sus miembros”, precisa el documento.
“La migración forzosa que sufren los venezolanos, especialmente los niños y adolescentes, exige la protección del Estado receptor. La migración forzada surge como una opción de supervivencia frente a una profunda crisis que limita cubrir las necesidades básicas”, señala el coordinador general de Cecodap.