Carvajal
Ex general venezolano, Hugo Armando Carvajal

El ex jefe de Contrainteligencia militar de Venezuela, Hugo Carvajal, está hoy en la mira de la justicia española que lo busca para extraditarlo a Estados Unidos, donde es requerido por delitos de narcotráfico.

El ex general, quien fue uno de los hombres de confianza del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, no estaba en su domicilio en Madrid cuando los agentes fueron a buscarlo en las últimas horas; la semana pasada España decidió enviarlo al país norteamericano.

El ex general, según los rumores de los últimos días, lo han llevado a comunicar por medio de su cuenta en la red social Twitter que estaba en libertad y en España, un día después de que la Audiencia Nacional española ordenó su arresto.

«A raíz de los rumores de prensa, mis abogados acudieron a la Audiencia Nacional el viernes y el sábado, y revisan constantemente el sistema de notificación oficial. A la fecha, ni mis abogados ni yo hemos sido notificados formalmente de ninguna resolución judicial sobre mi caso», indicó ayer en su más reciente mensaje.

Breves encarcelamientos

El también ex diputado, de 59 años de edad, estuvo detrás de las rejas en Aruba, territorio holandés, en julio de 2014, luego de que Estados Unidos lo reclamó por delitos de narcotráfico relacionados con la guerrilla colombiana FARC.

La detención en ese entonces duró apenas tres días; Carvajal era cónsul general de Aruba desde enero de ese año. Sin embargo, para la fecha no tenía las credenciales que lo acreditaran como tal.

Luego de su liberación, el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, lo recibió como un patriota.

Maduro, incluso, llegó a señalar que lo defendería «con toda la fuerza del Estado venezolano en el marco de la ley internacional».

Deserción

El militar, que estuvo a cargo de la Dirección de Contrainteligencia Militar durante el gobierno de Chávez y de Maduro, comenzó a mostrar indicios de desacuerdos con el Ejecutivo en 2017, luego de las protestas antigubernamentales de entonces en las que murieron alrededor de 120 personas.

En una entrevista en la que declaró que morirá «como chavista», señaló la necesidad de que existiera un acuerdo entre el oficialismo y la oposición. Además, mencionó que el país se encontraba a «las puertas de una guerra civil».

Aseguró que la situación de Venezuela era el resultado de una economía en crisis, aunque no responsabilizó directamente al gobierno que, en ese momento, había llamado a la elección de una asamblea nacional constituyente con el fin de solucionar los problemas del país.

Carvajal consideraba que este foro no resolvería la situación de Venezuela.

Apoyo a Guaidó

El ex legislador terminó de darle la espalda al gobierno en febrero de este año cuando reconoció al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela, luego de que el opositor se proclamó presidente encargado en enero, al considerar a Maduro como un usurpador.

En una intervención que publicó a través de su cuenta de Twitter, pidió a Maduro asumir su responsabilidad ante la crisis del país, según él, tal como lo hizo Chávez el 11 de abril de 2002 cuando ocurrió el golpe de Estado y hubo al menos 20 muertos.

El militar instó, así, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a rebelarse contra Maduro por considerarlo un usurpador de la Presidencia. Según Carvajal, por haber ganado unas elecciones tachadas de fraudulentas.

El militar también reprochó la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado porque, señaló, cometen «atropellos, vejación, tortura y terror, y todo por cumplir al margen de la ley y con total impunidad con la estrategia represiva de este gobierno».

Después de esta declaración del militar, Guaidó también pidió a la Fuerza Armada seguir los pasos de Carvajal.

Chavismo

El líder oficialista Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo, indicó que le causaba dolor la traición del militar.

Cabello, quien además es el presidente de la ANC y primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, señaló incluso que Carvajal iba a terminar repudiado.


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