El analista Félix Seijas, director del Instituto Delphos, compartió sus apreciaciones sobre la agenda política para este 2022 y los retos o condiciones de las que deben ocuparse tanto el gobierno como la oposición. Todo esto en el foro Análisis del entorno político, realizado en el evento Perspectivas económicas 2022 de la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (Venamcham), que se realizó este jueves.
La agenda política de 2022, el referéndum revocatorio que mataron y la contienda de 2024
«Pensábamos que el punto importante de la agenda política venezolana de 2022 sería el referéndum revocatorio. Pero ahora lo que domina es la elección presidencial de 2024. Puede que pase algo que desplace esta agenda, pero lo que se ve ahora es eso. Cada paso que se dé hay que evaluar si aporta o no hacia 2024», indicó Seijas.
Al respecto señaló que el hecho de que ya el tema del revocatorio haya salido de la agenda política lo sorprendió. «Me agarró por sorpresa, no que no hubiera revocatorio si no que lo mataran tan rápido», dijo.
Y explicó las razones por las que el gobierno «mató tan rápido» el revocatorio. «La principal razón es que al gobierno internamente no le convenía mantener ese debate en el tiempo. Maduro se está cuidando sus espaldas frente al propio PSUV, debido a las diversas facciones dentro», señaló.
«Aunque hay divergencias (en el partido de gobierno) se mantienen unidos, en parte, porque saben que el costo de salida es muy alto», detalló.
La segunda razón por la que Seijas considera que se impidió el revocatorio de una forma tan acelerada fue porque el proceso para el revocatorio podía generar en la oposición un movimiento que generara presión al gobierno: «Es decir que podía servir para que la oposición se fortaleciera en la medida que se mantuviera el debate».
Presidenciales que podrían adelantar o retrasar
Con la opción del reférendum descartada, con las elecciones regionales resueltas en 2021 (y a principios de enero con la repetición de comicios en Barinas), el escenario político nacional, al menos en términos electorales, está enmarcado en lo que concierne a las presidenciales de 2024.
Sobre ese tema Seijas hizo una serie de advertencias y precisiones, entre las que se cuestionó en primer término: ¿cúando serán las elecciones presidenciales?, pues si bien corresponde realizarlas en 2024, «es el gobierno quien decide cuándo hacerlas».
«¿Quién dice que el gobierno no pueda lanzar la elección en 2023 o en diciembre de 2024? Eso va a depender de su conveniencia», señaló. Y precisó que esa conveniencia vendrá dada por el estado en el que llegue la oposición a 2024.
«Si la oposición llega a 2024 dividida, pueden lanzar la elección rapidito. Si llegan unidos, la van a demorar», indicó.
Alex Saab, la mesa de negociación y la DEA
Seijas también mencionó los recientes acontecimientos en torno a Alex Saab, la pieza que utilizó el gobierno para levantarse de la mesa de negociación que mantenía con la dirigencia opositora en México. Sobre Saab se reveló el miércoles que estuvo colaborando con la DEA desde 2018.
“La gran piedra de tranca para levantarse de la mesa era Saab y ahora vimos que estaba colaborando. Creo que se va a retomar la mesa, pero habrá que ver. La oposición iría más como un mensajero que como un factor de poder», señaló Seijas.
Esta consideración respecto al papel de la oposición de retomar el proceso de negociación surge de que, a su juicio, «la oposición no tiene nada en sus manos, debe construirlo».
«No tienen nada con que presionar verdaderamente al gobierno. Estados Unidos sí, con las sanciones, pero la oposición no tiene nada», aseguró.
#PerspectivasVAC @felixseijasr: La brecha liderazgo-ciudadano crece de manera importante.
— @VenAmCham (@VenAmCham) February 17, 2022
Autoidentificación política
Seijas compartió resultados de las encuestas de Delphos, que reflejan un profundo distanciamiento entre la ciudadanía y la política.
En lo que se refiere a la identificación con una facción política se reflejó que solo 11,4% apoya firmemente a Maduro. Mientras que dentro de un espectro más amplio que representa a la oposición, solo 17,2% apoya al liderazgo de los partidos políticos.
En cuanto al oficialismo tradicional también está incluido 11,3% que se considera chavista, pero está descontento con Maduro.
En cuanto a los opositores, 22% se identifica como tal, pero está descontento con la dirigencia. A todo esto se une un notable 38% de venezolanos que afirma no pertenecer a ninguna facción política.
¿En manos de quién estaría mejor el país?
Además, al preguntar a los venezolanos de qué manos prefiere que controle el país, el resultado fue 37% en manos de un opositor, 23% en manos de un chavista, 26% en las de ninguno y 14% no sabe.
Si sumamos los que dicen que el país no estaría bien con ninguna facción política, con los que no saben, tenemos 40%, explicó Seijas.
«El referente MUD se desdibujó»
Señaló asimismo que lo que se entiende como oposición sufrió una fuerte transformación, que fundamenta la circunstancia por la cual se muestra una marcada debilidad, que impide ser un factor de presión.
A la pregunta: ¿a qué se refieren con la oposición?, 24,6% respondió la MUD; 7,1%, la Alianza Democrática; 3,8%, Fuerza Vecinal; 4,6%, otros; y 57,4% a todos juntos.
«Como vemos el referente de la MUD se desdibujó. La oposición no es el G4. El referente se desdibujo», recalcó.
De igual forma, el consultor dijo que el hecho de que 57,4% de encuestados mencione a la oposición como «todos juntos» se vincula con «un rechazo a la confrontación».
#PerspectivasVAC @felixseijasr: Para la gente, recuperar la normalidad del día a día es la prioridad.
— @VenAmCham (@VenAmCham) February 17, 2022
¿Qué esperan los venezolanos?: normalidad
Seijas indicó que para la gente recuperar la normalidad del día a día es la prioridad. «La prioridad no es el ‘Maduro vete ya’, no es la agenda política en 2022, sino simplemente volver a la normalidad. Para algunos la normalidad pasa por salir de Maduro, pero si Maduro logra recuperar la normalidad, la prioridad no es el cambio político. Si el gobierno transmite que puede recuperar la normalidad, le firman ese cheque en blanco», advirtió Seijas.
«Ya la gente ve el liderazgo político como algo lejano. No hay conexión. La gente no se organiza para protestar, se organiza con sus vecinos en lo micro para solventar cosas que le afectan de forma inmediata, como cortar el monte de un parque, por ejemplo», agregó.
Retos en de la agenda política 2022
En medio de ese contexto es en el que se deberán mover las acciones de las facciones políticas, de cara a consolidar una estrategia para las presidenciales de 2024.
El analista precisó los retos del chavismo y los de la oposición.
Sobre la facción en el poder, Seijas precisó que tiene el reto de ganar las elecciones siendo franca minoría, manejando una intención de voto potencial de 30%, que incluye 15% convencido o duro que no desea cambio.
No obstante, sobre esa categoría, no desea cambio, Seijas aclaró que de hecho sí lo desean, pero que ese cambio no signifique un desplazamiento del chavismo del poder.
El otro 15% de voto potencial que necesita el chavismo debe provenir de quienes sí desean cambio pero no son votos potenciales de la oposición.
La estructura de intención de voto potencial de la oposición es más complicada, a saber que de 85% de la población electoral que desea cambio, 15% podría fluctuar hacia el chavismo, por lo que el voto opositor potencial es de 70%, una aplastante mayoría.
«Pero, en una competencia que podría ser 70-30 termina siendo 30-30. Y en algo tan parejo termina ganando quien puede mover mas», dijo.
Y explicó que ese 70% de intención de voto potencial de la oposición se va desdibujando, en función de que 30% es circunstancial y 40% convencido, a la vez se divide entre blando y duro. Este último es el que de seguro va a votar por la oposición, pero en el resto de categorías pueden incidir factores como la abstención.
Es decir que la oposición se encuentra en un escenario en el que debe capitalizar el voto potencial en su favor, mientras que el gobierno buscaría capitalizar su voto potencial al tiempo que intente desmotivar los votos potenciales del contrincante, para medirse en esa relación paritaria 30-30.
El chavismo
Bajo este esquema de capitalización del voto, Seijas precisó los retos del chavismo, que se sintetizan a continuación:
- Mostrar gestión: se vincula con el brindar la normalidad que buscan los venezolanos.
- Mantener equilibrio interno: mantener satisfechas o unidas por otros medios a las descontentas dentro del PSUV.
- Mantener al rival dividido: vinculado con el hecho antes expuesto de que si la oposición logra capitalizar el voto obtendría una victoria aplastante.
«Lo ultimo es fundamental, deben mantenerlo alejado de lo electoral (a la oposición)», remarcó Seijas.
La oposición
Entre tanto, los retos de la oposición para medirse en un proceso electoral incluyen lo siguiente:
- Reconectar con la gente: necesario para lograr movilización y ánimo.
- Construir un nuevo referente: dado que se «desdibujó la MUD como referencia».
- Identificar y aprovechar oportunidades: como estar atento a las debilidades del contrincante y las fortalezas propias, así como las que surjan eventualmente.
- Desarrollar una nueva narrativa: consiste en plantear una propuesta real.
Sobre el punto de construir un nuevo referente, Seijas, señaló: «Debe desarrollarse una facción tan amplia que tenga cabida María Corina Machado. La menciono a ella porque es la persona que muestra que se le hace más difícil de trabajar en grupo. Debe poder estar incluida, que no quiera ingresar es otra cosa, pero que en principio tenga cabida».
Mientras que sobre la nueva narrativa, explicó que esto pasa por «cambiar el discurso de sacar a Maduro y planear por una propuesta real, que no dependa de una persona».
«Que si meten preso al líder, pones otro y sigue la misma propuesta. El principal obstáculo son los egos. Hay una actitud muy autoritaria también en las aguas opositoras», finalizó.