Quisiera dedicar mi último artículo del año a un logro académico, mi participación en las XIII Jornadas Aníbal Dominici. Se trata de unas Jornadas tradicionales en nuestro foro jurídico que son organizadas por el despacho Salaverría Ramos Romero, firma de abogados del interior del país que además destinan lo recaudado por la publicación del libro que reúne las ponencias de las Jomadas para apoyar instituciones de servicio social de Anzoátegui.
Desde el punto de vista académico es todo un reto por la calidad de sus ponentes y al mismo tiempo un honor participar en ellas. Las Jornadas se organizan en homenaje a una destacada figura del mundo académico y profesional y el tema está vinculado con una de las áreas de interés del homenajeado. Este año el homenajeado fue el Dr. Humberto Romero Muci, cuya trayectoria admiro profundamente, y el tema fue Análisis Económico del Derecho, del que me he ocupado los últimos años.
Mi ponencia se tituló «Notas sobre la relación entre Derecho y Economía a partir de las ideas de los pensadores liberales». Mi intención fue la de destacar la influencia y aportes de la filosofía liberal, especialmente de la Escuela Austríaca de Economía, al Análisis Económico del Derecho. Hice un apretado recorrido desde los autores de la ilustración escocesa, pasando por los fundadores de la Escuela Austriaca de Economía, siguiendo con los intelectuales austriacos del siglo XX como Mises y Hayek y destacando también a los economistas de la Escuela Monetarista como Milton Friedman y David Friedman.
En ese recorrido destaqué la necesidad de limitar las regulaciones del Estado de las cuales los abogados lamentablemente hemos sido partícipes como ingenieros sociales y dejar de ser un obstáculo para la autonomía de la voluntad de las partes, todo lo cual sería posible de un modo más orgánico si apostamos por las herramientas que brinda la Economía, pero vista desde la filosofía liberal.
Esto no es nuevo en mis reflexiones sobe el Derecho. Hace algunos años escribí en este mismo espacio el artículo titulado «El Derecho en el que creo y enseño» y en él sostenía que «existe un camino completamente distinto, uno que considera que el Derecho es un conjunto de comportamientos que se han ido formando a lo largo del tiempo, dentro de un proceso evolutivo que supone ajustes, adaptaciones y coordinación social, y donde el legislador tiene una participación limitada, siendo esta última una de las expresiones en el Derecho de la propuesta de un gobierno limitado» (https://www.elnacional.com/opinion/el-derecho-en-el-que-creo-y-enseno/). Esta concepción del Derecho como institución evolutiva se fundamenta en la llamada Escuela Austríaca de Economía, cuyo fundador fue Carl Menger en 1871 y continuaría en el siglo XX con intelectuales como Ludwig von Mises, Friedrich A. Hayek, Murray Rothbard, entre otros. Hoy en día esta posición no está exenta de crítica. De hecho, uno de los ponentes de las Jomadas, el Dr. Pierluigi Chiassoni, luego de mi intervención, sostuvo lo siguiente:
«…las ideas de Hayek que la colega Rondón nos ha presentado, podemos hacer menos de las leyes, pocas leyes, poco poder estatal, menos regulación, porque la idea precisamente es que cada individuo es un maximizador racional de su utilidad. Cada individuo sabe lo que quiere hacer (…) Este me parece que sea el gran engaño de la perspectiva austríaca de un lado, de la perspectiva neoclásica por el otro en tanto que nos percatamos que no son perspectivas álgidamente científicas sino que son perspectivas que traen consigo una poderosa carga ideológica… desde el mundo de los neoclásicos, de los austríacos, de los anarcocapitalistas, desaparece la política, no sólo el Estado (…) el mundo que los austríacos nos proponen en última instancia, es un mundo sin política, donde todo se arregla en una base de uno a uno, y este es un engaño colosal, es una visión ideológica, una mistificación total, porque el individuo aislado es débil en muchísimos casos, débil frente a otros más fuertes…Hobbes en 1651, en su Leviatán, si no hay Estado, hay la guerra de todos contra todos…» (https://www.youtube.com/watch?v=2o8cvtgwxRY&t=4164s).
Me alegra la posibilidad de debatir y responder al profesor Chiassoni, que aunque mi enfoque es profundamente individualista, no se olvida que el ser humano es un ser gregario que forma parte de una sociedad, pero que la mejor forma de trabajo cooperativo es el mercado, en el que poco tiene que decir el Derecho.
Los liberales no echan de menos la política, al contrario, es una constante preocupación y forma parte de las reflexiones las advertencias sobre la concentración de poder; el permitir una mayor participación de los ciudadanos en los asuntos públicos; en limitar el poder del Estado (no desaparecerlo); formar ciudadanos y no esclavos; etc.
Mi enfoque no es nihilista sino más bien, ante las manipulaciones del mercado de las que los abogados hemos sido partícipes al crear el andamiaje legal de los controles de precio, por ejemplo, propone una mirada que nos lleve a nuestros orígenes y que son más cónsonos con la naturaleza humana.
Sólo me he limitado a esbozar algunas respuestas al profesor Chiassoni, pues este no es el lugar para un debate que amerita un mayor espacio. Pero sí quise destacar la anécdota porque ello fue posible por el ambiente verdaderamente académico y plural que caracteriza a estas Jomadas. También esto fue posible por el homenajeado, quien participa activamente en nuestro foro jurídico desde sus muchas áreas de experticia e interés.
Estas notas constituyen un agradecimiento al Comité Organizador de las Jomadas, del cual forma parte mi querido y admirado amigo, el profesor Serviliano Abache Carvajal; al Dr. José Getulio Salaverría por su constante e incansable trabajo en las Jomadas Aníbal Dominici; y al Dr. Humberto Romero Muci, por ser un ejemplo de rigurosidad académica y fomentar el debate tan necesario en un país que espera por la reconstrucción de sus instituciones.