Persuadido que el rechazo de custodias por parte de quienes son designados aplicar la justicia, defender inocentes o imputar culpables, es prevaricato y favorece a delincuentes. Pienso en https://es.wikipedia.org/wiki/Montesquieu, cuya existencia precedió la de los revolucionarios franceses. En cuanto a Becaria, he disfrutado estudiándolo y cuyo https://e-archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/20199/tratado_beccaria_hd32_2015.pdf ha fortalecido más mi pensamiento de https://www.significadode.org/filosofacto.htm.

La necesidad de imponer leyes lo intuían hasta los hombres primitivos cuando se armaban frente a sujetos proclives amotinarse o cometer, ajusticiarlos o confinarlos. Mi empatía hacia los juristas aumenta progresivamente cuando descubro que no enfadan con sus cualidades de legisladores o poetas. Pereira Meléndez es jurista, pero igual narrador-ensayista. Autor de https://www.elnacional.com/opinion/leer-cementerio-de-voces/. Experto en Derecho Penal y director de la revista https://ilbpa.org/lexitum.

一¿Irrumpe caprichoso el delito para irritar a quienes redactan códigos penales o es inmanente a todo el ser humano?

一Debo advertir que el delito no es como la inmanencia, ésta es exclusiva, íntima, intrínseca al ser humano, mientras que en el delito hay varias posturas criminológicas. Para algunos doctrinarios, como Ezechia Marco Lombroso, el hombre nace delincuente. Según él [Lombroso] las causas u orígenes de la criminalidad se encuentran relacionadas con herencias biológicas y físicas. Otros señalan –como https://cancun.uo.edu.mx/blog/jacques-rousseau-biograf%C3%ADa-aportaciones-y-obras– que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe. Similar era el pensamiento de https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=ferri-enrico. Según su apostolado factores sociales influían en la conducta del hombre predestinándolo a delinquir. En el caso de https://es.wikipedia.org/wiki/Raffaele_Garofalo, estudiaba los sentimientos altruistas del hombre y pensaba que delinque por falta de probidad. Según su teoría, son fundamentales la herencia endógena psíquica e instintos, la anomalía moral. Por eso, Alberto, es muy extraño que un poeta sea asesino. Los https://dle.rae.es/aeda somos príncipes de la poesía, seres superiores que solo buscamos compartir amor y paz. En tal sentido, como lo afirmaba el mencionado filósofo, solo los seres con espíritus inferiores están dispuestos hacer daño al prójimo.

一¿A partir de cuáles consideraciones filosóficas los legalistas deciden las penas contra infractores?

一Ningún delito debería quedar impune. No lo definiré, porque existen varias y muy discutibles teorías al respecto. En cuanto a las penas y su utilidad, si el castigo o sanción es necesaria, me parece apropiado recordar al gran jurista y filósofo https://filco.es/utilitarismo-filosofia-de-bentham/, quien, entre otras cosas, argumentaba que la penalidad, expiación o castigo, deben servir para la reinserción social del malhechor. Afirmaba que no debe servir solamente para castigar al hombre que infringe la ley. La pena debería servir para intimidar y, lógicamente, corregir al reo. Pese a mis estudios criminológicos, dudo mucho de esa tesis, la reinserción social. Por ejemplo, un joven de dieciocho o veinte años de edad, cuyo prontuario informe que cometió varios homicidios, es improbable que cambie su conducta.

一Alguna vez escribí y registré [en un libro de pensamientos]  que el poder es incorruptible porque esa cualidad sustancia su esencialismo. Quien lo tiene está visto por la sociedad, pero, sin embargo, atreve a pervertirse. ¿Ejerce una atracción ineludible la corrupción a elegidos para conducir naciones?

一Me llama la atención tu posición filosófica, poeta: -«El poder es incorruptible». Lord Acton pensaba distinto, Alberto. Según el historiador británico «el poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente». En el curso de la Historia hallamos excepciones: presidentes, ministros, políticos que ostentaron cargos públicos, y salieron de ellos con la frente en alto, los bolsillos límpidos, sin mácula alguna. Hay varios ejemplos y podría citar algunos nombres, pero me abstengo porque no soy político y no incitaré disputas estériles. Se corrompe quien no tenga principios y valores éticos, morales, deontológicos y religiosos. El hombre que olvida que en este mundo somos simples aves de paso.

一¿La ocultación de lo oculto heideggeriano es un acto inmoral en el territorio jurídico o máxima discrecionalmente aplicable sólo a entendidos que dieron un salto hacia más allá del maniqueísmo?

一Alguna vez leí la obra https://www.elejandria.com/libro/las-confesiones-de-san-agustin/agustin-de-hipona/1621. Un primo hermano que es sacerdote me lo obsequió, Alexander José Crespo Meléndez. Fue el primer sacerdote católico de la «Orden de San Agustín» (en 450 años que tiene de fundada Carora, mi tierra natal). Fue la primera vez que me vi obligado estudiar el maniqueísmo. Esta doctrina se centra radicalmente en el bien y en el mal. Son términos muy controversiales. Para los estudiosos de la metafísica «el bien es la realidad perfecta». En https://www.elejandria.com/libro/la-republica/platon/101, nos encontraremos que la idea de bien es «la realidad perfecta». Por cierto, Alberto, a Platón no les agradaban los poetas. Lo que para ti sea una verdad incuestionable o real, quizás para mí u otros no lo sea, de allí que https://kupdf.net/download/heidegger-martin-de-la-esencia-de-la-verdadpdf_5af65f46e2b6f5ff3ba31a06_pdf podrían surgir opiniones, según la óptica filosófica o metafísica más afín a tu corriente o escuela filosófica que hayas estudiado y con la cual te identifiques. Para muchos la verdad [o lo que consideramos como una «verdad real»] no puede ser manipulada porque las cosas son como son, y nuestras culturas sólo serán auténticas si ellas están conectadas con la realidad. Pero, ¿De cuál realidad hablamos? ¿De cuál verdad? -¿De tu realidad, Alberto? ¿O de la mía? Heidegger habrá pensado que el tiempo es decisivo para entender al ser humano y cuanto le rodea. Las respuestas no están, amigo, en https://filco.es/heidegger-ser-humano/, como sostuvo Heidegger. Sino en el mundo donde disertamos: el real, el que inventamos, el mundo físico, espectral, en fin, tantos mundos como pensamientos opuestos, desiguales, disímiles.

一¿Son melodías para ceremoniales de Estado las constituciones y leyes?

一Para que una sociedad pueda convivir en concordia, en paz, en avenencia, fraternidad, es preciso, indefectible, ineludible que toda la población se someta a las reglas o pautas jurídicas–sociales y estas deben estar vislumbradas e integradas, constituidas en un solo texto, que debe ser sagrado, y como tal de obligatorio cumplimiento, se debe respetar y acatar, por todos los habitantes del pueblo [aquí hablo de «pueblo» en término sociológico], sin importar que estos hayan nacidos o no en él, porque para evitar que un país se pierda y se convierta en un Estado fallido, en bochinche –como diría https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Miranda– todos los poderes creados por el hombre, deben someterse a los dictados de ese texto jurídico que no es más que la «Carta Política Fundamental», lo que comúnmente llamamos Constitución. Las leyes sirven y son necesarias para el mantenimiento del Estado de Derecho, Social y Democrático de una nación.

一En 1787 los norteamericanos escribieron la primera https://www.elcato.org/constitucion-de-los-estados-unidos que se haya conocido en mundo, plagiada por juristas en casi todos los países. Dos años más tarde (1789) pudo inspirar a Lafayette redactar https://apriori142894926.files.wordpress.com/2023/07/declaracion-de-los-derechos-del-hombre-y-ciudadano-1789.pdf. divulgada por los intelectuales franceses de la Ilustración para impulsar radicales cambios políticos en Francia. ¿No te parece lo suficientemente revolucionaria la propuesta de París para perpetuarse sin enmiendas? 

一Desde la declaración de los Derechos del Hombre y Ciudadano, hemos venidos estudiando garantías y principios constitucionales, en diferentes épocas. La modernidad, colonialismo y emancipación de América Latina, si se examina e investiga el desarrollo político y sociológico de nuestros pueblos, podríamos encontrarnos que la mayoría de sus gobernantes –sin analizar si sus mandatos fueron positivos o no para los pueblos gobernados– fueron elegidos varias veces y de alguna manera pretendieron perpetuarse. Inclusive, en los Estados Unidos de Norteamérica, https://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/roosevelt.htm gobernó desde 1933 hasta 1945. Si no lo hubiera sorprendido la muerte, seguro hubiere sido reelegido sucesivamente.

¿Se puede ser revolucionario mediante la imposición de normas y mostrarse contestatario al mismo tiempo ante su reciedumbre?

一Las ideologías y las institucionalizaciones de las mismas no son malas, por el contrario, socorren al hombre en su formación humanística y filosófica.  Personalmente, no creo mucho en las revoluciones. Pero estoy convencido que, así como «no hay poeta que no crea en los milagros», como decía https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=silva-ludovico, considero que todo vate es un auténtico revolucionario. Para vivir en armonía se debe aceptar las pautas establecidas en la «Carta Magna».  Si en algún momento un gobierno que haya sido elegido democráticamente por el pueblo desviara sus compromisos y obligaciones, no solo deberíamos mostrarnos contestatarios sino que ello constituye un deber moral.

Cada vez que releo la citada y famosa declaración de París no puedo evitar sentirme revolucionario, pero los individuos que estaban por venir a este mundo la desestimaron. ¿Merecemos una «Carta Magna Universal»? –Publiqué la mía: https://www.elnacional.com/opinion/carta-magna-universal-mocion-revisada-2021/ 

一Es interesante la propuesta de una «Constitución» o «Carta Magna» para todo el mundo. El entramado de semejante propuesta, mi apreciado Alberto, es que en la actualidad existen 197 países. Aunque ya la ONU habla de 206 Estados, lo que significa que cada nación está formada o constituida por personas cuyos pensamientos e ideologías son disímiles. No hay homogéneos ni equilibrados comportamientos sociológicos, lo que complicaría la promulgación de una «Carta Política Fundamental» para todo el mundo.

Alberto: tú, como poeta, tienes tus sueños y presumo que por ello redactaste tu propia Constitución. Yo no he escrito ninguna. Pero: sí anhelo que algún día el hombre logre comprender que para salvar a la Humanidad debe erradicarse la perversidad, malignidad, odio, individualismo ególatra, rivalidades, guerras. Eliminar la crueldad de nuestros pensamientos y espíritus, explicados en diccionarios como recordatorio que son inferiores los seres que almacenan odios en sus corazones, tal como lo señalaba José Ingenieros en https://www.marxists.org/espanol/ingenieros/1913-el-hombre-mediocre.pdf.

@jurescritor

 


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