duques de Sussex
Enrique, Meghan Markle y el pequeño Archie están en Canadá desde hace dos meses | Reuters

Estas son algunas de las interrogantes que plantea la controvertida decisión anunciada por los duques de Sussex, Enrique y Meghan, de dar un paso atrás en sus funciones como miembros de la monarquía británica.

¿Dónde residirá la pareja?

El matrimonio ha indicado que tiene intención de vivir entre el Reino Unido y América del Norte, posiblemente en Canadá, donde han pasado dos meses. Aunque, por ahora, no se han divulgado detalles concretos.

¿Qué ocurrirá con la vivienda que les regaló la reina Isabel II en los terrenos del castillo de Windsor?

Cuando se encuentren en el Reino Unido, esa seguirá siendo su residencia.

La vivienda fue renovada a un coste de 2,4 millones de libras, unos 2,8 millones de euros, que salió de fondos de los contribuyentes.

De momento, se desconoce si adquirirán otra propiedad en América.

¿Cómo planean independizarse financieramente?

En su nueva web oficial se indica que la pareja dejará de percibir financiación procedente del llamado Sovereign Grant, que se nutre del dinero del contribuyente.

Parte del coste de otras tareas oficiales que desempeña actualmente la pareja es financiada por el príncipe Carlos, padre de Guillermo y heredero a la corona británica.

Mientras que otros gastos privados del matrimonio se sufragan con fondos del Ducado de Cornualles, del príncipe de Gales.

No obstante, el tema de la financiación genera interrogantes ya que, por ejemplo, los gastos de los viajes oficiales que realizan Enrique y Meghan son cubiertos por Sovereign Grant.

En la web de la pareja, se señala que esta efectúa visitas al extranjero en apoyo de la reina, lo que hace pensar que seguirán desempeñando esas funciones representativas y financiándolas de esa misma fuente.

¿Desempeñarán puestos de trabajo remunerados en el futuro?

De acuerdo con el portal, los duques de Sussex valoran la capacidad de ganar un ingreso profesional, algo que prohíbe la estructura actual monárquica.

Aunque Enrique trabajó en el pasado para el Ejército y Meghan era actriz, parece difícil que puedan combinar un empleo con su estatus real, dado que podría generar un conflicto de intereses.

La pareja ha adelantado que prevé lanzar su propia organización benéfica, SussexRoyal, que agrupará todos sus intereses.

¿Seguirán los contribuyentes británicos costeando las medidas de seguridad que precisan los Sussex?

Por el momento, todo seguirá como hasta ahora. En la mencionada web, aluden al engranaje de seguridad armada proporcionado por la Policía Metropolitana de Londres, que ordena a su vez el Ministerio británico de Interior.

Se estipula que el duque y la duquesa de Sussex están clasificados como personas protegidas a nivel internacional, lo que implica este nivel de seguridad.

Ese tema plantea, no obstante, un problema. Los miembros de la realeza «considerados no senior», categoría a la que han elegido acogerse ahora los duques de Sussex, no tendrían en principio derecho a gozar de esas medidas de seguridad asignadas a la realeza a tiempo completo.

En su conjunto, el coste de la seguridad que rodea a los miembros de la Casa Real británica se cifra en 100 millones de libras, unos 117 millones de euros anuales.

¿Qué ocurrirá con esta cuestión si la pareja reside en Canadá?

La situación plantearía el interrogante de si los canadienses han de contribuir a los costes para su seguridad o financiarles una residencia oficial.

¿Perderán Enrique y Meghan sus actuales títulos de «sus altezas reales»?

En los comunicados divulgados hasta ahora, no se hace mención a esa posibilidad. Tampoco a que Enrique sea retirado de la línea sucesoria al trono británico.

En la práctica, ¿puede funcionar la combinación de trabajo a título privado con el desempeño de funciones reales?

La situación plantea cierta controversia, como ocurrió en 2002 con los condes de Wessex, que tuvieron que renunciar a sus negocios privados para centrarse a tiempo completo en sus tareas reales.

Esto, luego de ser acusados de aprovecharse financieramente de su estatus real.

Actualmente, la prima de Enrique, Zara Tindall, gana sus propios ingresos. Pero, no desempeña funciones para la monarquía ni vive en residencias oficiales.


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