Varias interceptaciones de comunicaciones son hasta ahora la única evidencia con la que cuentan organismos de inteligencia para señalar que Luciano Marín, alias Iván Márquez, sí está muerto.
Aunque para agencias como la DEA y el FBI eso no es suficiente, los audios parecen confirmar que el líder de las disidencias Segunda Marquetalia fue emboscado y asesinado en territorio venezolano, tal como lo informó El Tiempo en primicia.
La versión oficial en Colombia sobre la posible muerte de Márquez la dio el presidente Iván Duque: “Son informaciones que se están verificando. Estamos trabajando con la inteligencia”.
Este diario tuvo acceso a algunas de esas comunicaciones en las que se dice que tropas del Ejército venezolano se movilizaron el fin de semana hasta la zona donde estarían ‘Márquez’ y su gente para verificar la información de su muerte en un atentado con explosivos.
Al desplazamiento de tropa se sumó el bloqueo de la señal de comunicaciones en el área.
Además, señalan que sus herederos criminales estarían pidiendo refuerzos para no correr la misma suerte de Márquez y sus lugartenientes: Jesús Santrich, alias Romaña y el Paisa.
Las cabezas de esa disidencia, otrora poderosos comandantes de las ex FARC, perdieron la vida en el país vecino en un año largo.
“Venezuela pasó de ser el refugio de las disidencias a su cementerio”, le señaló a este diario un oficial de inteligencia colombiano.
Los operativos de la Fuerza Pública colombiana contra las disidencias habían obligado a Márquez a refugiarse al otro lado de la frontera.
Los tres sucesores
Pero también los enfrentamientos con las disidencias de Gentil Duarte (ya muerto) e Iván Mordisco, que lo calificaban como un traidor por haber hecho parte de la mesa de negociación en La Habana con el gobierno de Juan Manuel Santos para luego volver a las armas.
Esa guerra a muerte obligó a que también se movieran geográficamente José Aldinever Sierra, alias el Zarco Aldinever (del bloque Oriental de las ex FARC), y Wálter Mendoza, del Occidental. Además, Géner García Molina, alias Jhon 40.
Fuentes oficiales le dijeron a este diario que al menos uno de ellos ya fue escuchado pidiendo refuerzos tras la noticia de la emboscada a Márquez.
¿Y el ELN?
Los tres conforman la línea de mando de la disidencia y entre ellos está el reemplazo de ‘Márquez’, cuando se confirme su muerte.
Las interceptaciones también registran movimientos en el ala del ELN que permanece en Venezuela y que, al igual que la Segunda Marquetalia, ya había enviado mensajes de una reactivación de las negociaciones ante el cambio de gobierno en Colombia. El temor del ELN es que, antes del 7 de agosto, se registren bajas en sus filas, que se disputan el manejo del narcotráfico en la región.
El gobierno de Venezuela ha guardado absoluto silencio sobre el caso Márquez, siguiendo la misma línea que traía con Santrich, Romaña y el Paisa. Lo que es claro para expertos en seguridad es que todos esos golpes a las disidencias tuvieron que tener la complacencia (o complicidad) de un sector del llamado Ejército bolivariano y de un ala de poder, a quienes les incomodaban esos ‘huéspedes’.