El líder del Centro Democrático fue citado junto al representante a la Cámara, Álvaro Hernán Prada, también del Centro Democrático, acusado por los mismos cargos | Revista Semana

El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe (2002-2010) está citado este martes para una indagatoria en la Corte Suprema de Justicia. Esto, por un proceso abierto en su contra por presunto fraude procesal y soborno de testigos.

El caso mantiene en vilo al país por el impacto que puede tener en la política nacional.

Uribe tiene más de medio centenar de procesos abiertos por diferentes delitos. En su mayoría, por supuestos vínculos con paramilitares y complicidad con masacres. Pero, esta vez irá a indagatoria por uno que puede ser considerado el menos grave de todos.

Se trata de una demanda que presentó el propio Uribe contra su antagonista, el senador Iván Cepeda, del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo.

Uribe lo acusó de buscar ex paramilitares en las cárceles para usarlos como falsos testigos con el fin de que declararan en su contra. Específicamente, de haber fundado el Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia.

Cepeda realizó las primeras revelaciones en 2012 y en septiembre de 2014 produjo un debate en el Congreso en el que acusó a Uribe de tener vínculos con grupos paramilitares y con narcotraficantes.

Primer ex presidente en un proceso penal

Uribe, líder y senador del partido Centro Democrático, procesó a Cepeda pero la demanda se le convirtió en un bumerán.

El magistrado José Luis Barceló no solo archivó el caso sino que decidió abrir una investigación al ex mandatario por supuesta manipulación de testigos contra el senador de izquierdas.

De esta forma, Uribe es el primer ex presidente que responde a un proceso penal en la Corte Suprema.

«Nunca pensé que la defensa del honor en mi amor a Colombia, de frente y con respeto a los ciudadanos de acuerdo con la Constitución, me creara estas dificultades judiciales que enfrento con espíritu patriótico y con el estímulo solidario de miles de colombianos por quienes tengo gratitud en el alma», manifestó Uribe este lunes.

Los testigos

Los testigos de uno y otro son en su mayoría ex paramilitares presos y condenados quienes han dado distintas declaraciones. Algunos se han retractado. Afirman haber recibido dinero o promesas de ayuda a cambio de declarar a favor o en contra de Uribe.

Entre ellos está el ex paramilitar Juan Guillermo Monsalve que operaba en la zona de Medellín. Este, actualmente paga una condena de 40 años en la cárcel bogotana de La Picota.

Monsalve aseguró a Cepeda que en «Guacharacas», hacienda que fue propiedad de la familia de Uribe, se planearon matanzas que luego cometieron esos escuadrones. La acusación fue negada por el ex presidente.

Las presiones ajenas

El preso redactó después una carta en la que se retractaba y la hizo llegar a la Corte Suprema de Justicia, en la que al final anotó que lo hacía «bajo presión».

Como supuesto responsable de la maniobra de retractación aparece el abogado penalista Diego Cadena, conocido por haber defendido a narcotraficantes y señalado de haber visitado cárceles para convencer a ex paramilitares presos, entre ellos Monsalve, para que declararan a favor de Uribe.

Grabaciones comprometedoras

A finales de septiembre, el periodista Daniel Coronell, director de noticias de Univisión y crítico de Uribe, publicó una información según la cual la Corte Suprema y la Fiscalía tienen en su poder la grabación de una comprometedora llamada telefónica del abogado Cadena con su hermano Álvaro, referente a él.

En la llamada, Cadena, usando un vocabulario soez, le dice a su hermano que hay que «hacerle una fiesta» a Coronell, que «tiene un fetiche (…) con Uribe», por sus constantes denuncias sobre el ex presidente.

Las llamadas interceptadas por la justicia son otro componente y motivo de polémica en este caso. La Fiscalía tuvo acceso a numerosas conversaciones de Uribe supuestamente por equivocación cuando investigaban otro caso.

Los abogados del ex presidente aseguran que se trató de una maniobra ilegal. Justificaron que los agentes investigadores afirman que solo se dieron cuenta de que la persona interceptada era Uribe después de un mes escuchando las conversaciones y de allí extrajeron información para el proceso contra el ex mandatario.

La comparecencia

Con todos esos ingredientes en su poder, el pasado 19 de agosto la Corte Suprema citó a indagatoria a Uribe. Además, al representante a la Cámara Álvaro Hernán Prada, también del Centro Democrático, acusado igualmente de participar en el presunto soborno y fraude procesal.

Los dos tendrán que comparecer ante el magistrado César Reyes Medina, quien en mayo pasado asumió el caso iniciado por su colega Barceló, que se retiró de la Corte Suprema dos meses antes al cumplir su período.

La comparecencia de Uribe ante la Corte Suprema ha movilizado a miles de sus seguidores. Este domingo salieron a manifestar en su apoyo en ciudades como Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla. Prometen volver a las calles mañana en Bogotá, donde también se esperan concentraciones en su contra.

La decisión que tome la Corte, que incluso podría ordenar la detención preventiva de Uribe, tiene a los colombianos más divididos que nunca y podría alterar el balance político del país a escasos 20 días de las elecciones para alcaldes y gobernadores.


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