rehenes secuestrados por Hamás
Foto: Europa Press/ Dawoud Abo Alkas

Los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre en Israel y llevados a Gaza fueron drogados para mantenerlos dóciles y sufrieron abusos psicológicos y sexuales en cautividad, afirmó una especialista israelí el lunes.

«Nunca había visto algo así» en 20 años tratando a víctimas de traumas, declaró Renana Eitan, directora del servicio psiquiátrico del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv (Ichilov). «El abuso físico, sexual, mental y psicológico de los rehenes que regresaron es terrible», añadió.

El centro recibió a 14 rehenes liberados por Hamás. Algunos reportaron que fueron drogados, incluyendo con lo que los médicos creen que eran benzodiazepinas, medicamentos psicotrópicos con efectos sedantes.

«Querían controlar a los niños. (…) Saben que si los drogan estarán callados», explicó. «A una de las niñas le administraron durante unas semanas ketamina», un potente anestésico disociativo conocido por provocar una sensación de desvinculación con el entorno.

Otros antiguos rehenes afirmaron haber sido atormentados psicológicamente por sus captores, según Eitan. A uno le dijeron que su mujer estaba muerta, cuando en realidad seguía viva en Israel.

Los niños fueron separados de sus familias y obligados a ver «videos brutales», y otra paciente aseguró que ella y otros estuvieron en total oscuridad durante más de cuatro días. «Se volvieron psicóticos, tuvieron alucinaciones», declaró Eitan.

Algunos de los que regresaron declararon desde entonces tener pensamientos suicidas, afirmó.

Estados disociativos

Unas 1.200 personas murieron en el sangriento ataque de Hamás el 7 de octubre, y otras 240 fueron secuestradas, según las autoridades israelíes.

Un acuerdo de tregua de una semana, que terminó el 1 de diciembre, permitió la liberación de 105 rehenes en Gaza, entre ellos 80 israelíes -la mayoría mujeres y menores de edad-, a cambio de 240 presos palestinos en manos de Israel.

Se cree que 137 rehenes siguen retenidos por Hamás.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre para «aniquilar» a Hamás, dejando más de 18.200 muertos en la Franja de Gaza, según el Ministerio de Salud del movimiento islamista palestino.

Algunos rehenes liberados siguen experimentando estados disociativos, aseguró Eitan. «A veces saben que están en el centro médico Ichilov, y de repente piensan que volvieron con Hamás».

La directora afirmó que las consecuencias para la salud mental son alarmantes. Se espera que cerca del 5% de la población israelí -unas 400.000 personas-, sufra algún síntoma de trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Tomer Zadik, de 24 años de edad, lleva tratándose en Ichilov desde que recibió un tiro en un brazo en el festival de música Supernova, donde describe que pasó horas escondido mientras escuchaba las voces de los combatientes de Hamás.

«Las atrocidades no pueden describirse con palabras», aseguró Zadik, que todavía tiene pesadillas sobre el ataque.

«Querían romper mentalmente a toda la nación de Israel», declaró. «Pero no nos romperemos».


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