Israel Hamás
Menahem KAHANA / AFP

La Franja de Gaza fue escenario de potentes ataques aéreos de Israel y de intensos combates el lunes luego de las amenazas del movimiento islamista palestino Hamás, que dijo que ninguno de los rehenes en el territorio palestino saldrá «vivo» si no se cumplen sus «exigencias».

Durante la noche del domingo y primeras horas del lunes, un periodista de la AFP informó de potentes ataques aéreos sobre la ciudad de Jan Yunis, nuevo epicentro de la guerra ubicado en el extremo sur de la Franja de Gaza.

La Yihad Islámica, el segundo movimiento islamista armado en Gaza, reportó violentos combates en una zona de la ciudad de Gaza donde sostiene que uno de sus combatientes hizo estallar una casa en la que soldados de Israel buscaban la boca de un túnel subterráneo.

El ejército israelí informó el lunes que hubo lanzamientos de cohetes desde Gaza y «feroces combates» el domingo en barrios de ciudad de Gaza y en Jan Yunis, donde combatientes palestinos «emergieron de los túneles», «poseían explosivos» y dispararon «lanzacohetes».

«No quiero decir que utilizamos todas nuestras fuerzas, pero sí una fuerza significativa y estamos logrando resultados significativos», dijo el domingo el jefe del ejército israelí, Herzi Halevi.

También el lunes, al ser preguntado por la AFP, el ejército israelí precisó que 101 soldados han muerto desde la ofensiva terrestre en curso en la Franja de Gaza.

«Ríndanse ahora»

El anuncio israelí de intensificar los combates se da cuando el balance de muertos sigue aumentando en Gaza, donde según las últimas cifras del ministerio de Salud de Hamás han muerto al menos 17.997 personas, en su mayoría mujeres y menores.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pidió el domingo a los combatientes de Hamás que depongan las armas, y afirmó que se han registrado muchas rendiciones en los últimos días que anuncian «el inicio del fin» del movimiento islamista palestino.

«Deponen las armas y se entregan a nuestros soldados heroicos. Eso tomará tiempo. La guerra continúa, pero es el comienzo del fin de Hamás», declaró Netanyahu, citado en un comunicado.

«Le digo a los terroristas de Hamás: ‘Se acabó, ríndanse ahora'», afirmó.

Israel prometió erradicar a Hamás tras los ataques sin precedentes del 7 de octubre, cuando los milicianos de ese grupo traspasaron la frontera y mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a unas 240, según las autoridades israelíes.

Unos 137 rehenes continúan en Gaza, dijo Israel el sábado.

Hamás aseguró el domingo que ninguno de ellos saldrá «vivo» de Gaza «sin un intercambio y una negociación, y sin cumplir las exigencias» del movimiento islamista, que gobierna el territorio palestino.

Catar, principal mediador entre las dos partes, aseguró que los esfuerzos por un nuevo alto el fuego y más liberaciones de rehenes «continúan», pero advirtió que los bombardeos israelíes están «reduciendo» las posibilidades.

«Impacto catastrófico»

La Asamblea General de la ONU anunció el domingo que el próximo martes sostendrá una reunión especial sobre el tema Gaza, exigida por los representantes de la organización de la cooperación islámica y del grupo árabe, precisó el portavoz de la presidencia de la Asamblea en un correo electrónico.

Según fuentes diplomáticas, de la reunión podría resultar un pronunciamiento escrito. El proyecto de texto, al que tuvo acceso la AFP el domingo, retoma en gran parte la resolución para pedir un alto al fuego que fue vetada el viernes por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad.

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que «la situación evoluciona rápidamente hacia una catástrofe» que podría tener consecuencias «irreversibles para los palestinos» y para la región.

La intensificación de los combates terrestres y los ataques aéreos en Gaza hace temer cada vez más por la población civil, que intenta desesperadamente protegerse en el territorio asediado.

Cerca de 1,9 millones de los 2,4 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados, casi un millón de ellos niños, según el organismo de la ONU para la infancia.

El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que «el impacto del conflicto en la salud es catastrófico», y advirtió que el sistema de salud está «de rodillas y colapsando».

En la ciudad de Gaza, al menos 30.000 se refugian en carpas improvisadas entre los muros colapsados del hospital Al Shifa, que dejó de funcionar y está parcialmente destruido tras un ataque israelí en noviembre.

Allí, un periodista de la AFP habló el domingo con personas que aseguran que carecen de todo, desde leche infantil hasta lonas para protegerse de la lluvia y el frío.

«Nuestra vida se ha convertido en un infierno. No hay electricidad, ni agua, ni harina, ni pan, ni medicinas para los niños, que están todos enfermos», explicó Mohammed Dalul, que llegó al centro con su mujer y sus tres hijos.

Gran parte de los desplazados, impedidos de abandonar el territorio, huyeron hacia el sur, convirtiendo la ciudad de Rafah en un gran campamento.

Ataques en Siria

Durante las últimas horas del domingo y las primeras del lunes, la fuerza aérea israelí realizó ataques en varias zonas de los suburbios de Damasco, anunció la agencia estatal de noticias siria Sana.

«Alrededor de las 23H05 (…) el enemigo israelí llevó a cabo un ataque aéreo (…) dirigido a diferentes puntos alrededor de Damasco», dijo a la agencia una fuente de seguridad.

Un corresponsal de la AFP reportó que oyó explosiones más prolongadas de lo habitual en los suburbios de Damasco, objetivo de varios ataques que las autoridades sirias atribuyen al ejército israelí, que no se pronunció sobre esa información.


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