crisis social
"Carabineros de Chile debe ser instruido", dijo Sergio Micco, director del INDH | AFP/Claudio Reyes

Saqueos, incendios y enfrentamientos constantes a lo largo de Chile con una policía cuestionada y agotada, elevan la tensión y debilitan al gobierno de Sebastián Piñera, seis semanas después de la crisis social.

Las protestas y los disturbios no dieron tregua este miércoles, 41 días después del comienzo de la peor crisis que han visto los chilenos en 30 años y en la que ha habido 23 muertos.

En la jornada, decenas de manifestantes y encapuchados irrumpieron en el centro comercial Parque Arauco, del exclusivo barrio de Las Condes, Santiago. En ese lugar provocaron desmanes y causaron terror de los visitantes que se encontraban en el sitio. Así se observa en las imágenes difundidas por medios locales extraídas de las redes sociales.

Encapuchados se enfrentaron a guardias y clientes. A su vez, otros manifestantes intentaron ingresar a algunas tiendas cuyos encargados lograron cerrar sus puertas para evitar nuevos saqueos e incendios del comercio local, como los que se han multiplicado en todo el país, junto a ataques al metro capitalino, autobuses, comisarías y medios de prensa, que han puesto a la Policía en jaque.

«En muchos lugares el orden público terminó sobrepasado«, afirmó Piñera en una declaración en la casa de gobierno.

«La violencia está causando un daño que puede ser irreparable«, agregó el mandatario, quien anunció que 2.500 nuevos policías se integrarán a las labores de control el lunes.

La violencia ha dejado en una complicada situación a empresas como la minorista estadounidense Walmart.

Esta anunció la destrucción de 18 de sus supermercados en Chile y el cierre de otros 97, y unos 5.000 puestos de trabajo están en riesgo, según un comunicado que emitió.

Al inicio de la jornada, el movimiento «No+Tag», que rechaza el alto costo de los peajes, volvió a copar las principales rutas de acceso a Santiago.

Mientras, el gremio de camioneros advirtió que si los poderes del Estado no son capaces de garantizar derechos básicos, como el de la libre circulación, la democracia deja de existir en los hechos.

Los camioneros tomaron relevancia en el quiebre democrático en 1973 al propiciar una huelga que complicó al gobierno del socialista Salvador Allende, derrocado ese mismo año por Augusto Pinochet.

«Soluciones excepcionales»

Ninguna medida social anunciada por el gobierno ha logrado bajar los niveles de tensión en el país, donde se reportan también miles de heridos.

Ante esto, el Senado chileno anunció en la noche del miércoles un acuerdo por la paz, los derechos humanos y el orden público para encaminar al país a un proceso de reunificación social. Instó al gobierno a implementar una agenda de profundos cambios estructurales.

«Chile es hoy un país profundamente dividido, fracturado por la conmoción interna. Son momentos únicos en nuestra historia que, por lo mismo, requieren de soluciones excepcionales», declaró Jaime Quintana, presidente del Senado.

Policía cuestionada y agotada

Con la misión de mantener el orden público, la Policía chilena navega entre las críticas de organismos internacionales que alertan sobre graves violaciones a los derechos humanos, y el agotamiento causado por más de 40 días de extenuantes jornadas en las calles.

«Los hechos de violencia que está viviendo Carabineros, los enfrentamientos con esta turba de gente muy violenta, no los habíamos vivido nunca, entonces es complejo poder actuar, sumado al cansancio y el agotamiento«, que tienen los agentes, dijo su vocero Julio Santelices en entrevista con la AFP.

En 4 de las 23 muertes se acusa la intervención de militares que custodiaron las calles por 9 días al inicio de la crisis. Mientras que otro fallecimiento fue provocado por un miembro de Carabineros.

Entre los heridos, hay casi 300 personas con lesiones oculares causadas con perdigones, 2 de ellos con ceguera total.

La última es una mujer que sufrió el impacto de una bomba lacrimógena de la Policía en el rostro durante un disturbio en un barrio del sur de Santiago en la noche del martes.

En tanto, un fotógrafo de 62 años de edad, veterano de coberturas durante la dictadura de Pinochet, sufrió una golpiza esta semana cuando documentaba una protesta feminista para el Instituto Nacional de Derechos Humanos.

Piñera anunció el domingo que Carabineros recibiría asesoramiento de sus pares de Francia y otros países europeos.

Sin embargo, la policía francesa anunció que en este momento no está cooperando con las autoridades chilenas.

Una reestructuración policial requiere un acuerdo político transversal que permita los cambios profundos de corto y largo plazo, dijo a la AFP Lucía Dammert, académica de la Universidad de Santiago.


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