Foto EFE

Twiggy se convirtió en una estrella de la moda en la década de los 60, cuando dio un vuelco a los estereotipos por su estilo andrógino y estética pop. Su imagen aniñada, su silueta de 1,69 metros y 40 kilos de peso rompió los cánones de belleza de la época.

La modelo, quien mañana cumplirá 70 años, revolucionó la industria en la que reinaban la voluptuosidad de las curvas y las melenas ondulas al estilo de Marilyn Monroe.

Cuando era joven su novio Nigel Davies le presentó al peluquero estrella del momento, Leonard, quien convirtió  su melena castaña en el corte característico que la define. Este cambio de imagen, acompañado de un maquillaje con ojos marcados y pestañas pintadas al estilo de las muñecas, la convirtió en una modelo única.

Debido a su delgadez, sus padres la llamaban cariñosamente “Twigs”, ramita en español, un apodo con el que decidió abrirse camino en la moda. Días después, el periódico Daily Express publicó “Twiggy, el rostro del 66’”. Acababa de nacer la primera top model.

Twiggy rompió con los moldes estéticos de la época al convertirse en una estrella de la moda. La minifalda, las medias de colores, los jerséis con motivos pop y las botas de caña alta conformaban su estilo.

Su paso por la moda fue breve pues se hartó de la exigencia de la industria a los 21 años cuando comenzó en el cine con The Boyfriend. En 1971 ganó dos Globos de Oro como Mejor actriz y Promesa revelación. Posteriormente, publicó sus memorias Twiggy en blanco y negro.

Actualmente su estética sigue inspirando a diseñadores y estilistas. Las protagonistas de Euphoria, entre ellas Hunter Schafer, utilizó su estilo de delineado en la serie.


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