El riesgo para la salud de abusar de ibuprofeno o aspirina
Los analgésicos más utilizados pueden causar un desequilibrio en la microbiota intestinal. Foto: Flickr

Cuando se tiene fiebre, un dolor de muelas o de articulaciones rápidamente se tira de ibuprofeno o aspirina, sin embargo, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) no están exentos de efectos secundarios y pueden empeorar los síntomas de ciertas enfermedades. Si se toman regularmente o en grandes cantidades pueden provocar hemorragias y problemas de estómago, riñón o corazón. Una nueva investigación de la Universidad Semmelweis, publicada en la revista Pharmacology & Therapeutics, explica que estos fármacos pueden dañar la composición de la microbiota intestinal, lo que podría afectar negativamente a las enfermedades subyacentes de los pacientes.

Los científicos investigaron el por qué y el cómo los analgésicos más utilizados, pueden causar disbiosis, un desequilibrio en la microbiota intestinal. Los intestinos contienen más de un billón de microorganismos, entre ellos bacterias, virus y hongos. Se denominan microbiota intestinal y son esenciales para el funcionamiento saludable del cuerpo.

Desequilibrio en la microbiota intestinal

«Sabemos desde hace mucho tiempo que el uso excesivo de medicamentos antiinflamatorios no esteroides puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal. Ahora estamos buscando los mecanismos subyacentes, que sólo se conocen parcialmente», afirma el doctor Zoltán Zádori, líder del Grupo de Investigación Gastrointestinal del Departamento de Farmacología y Farmacoterapia de la Universidad Semmelweis, en un comunicado.

Algunas enfermedades, como la inflamación crónica de las articulaciones que afecta a la columna y las extremidades o la artritis reumatoide, están asociadas con un desequilibrio en la microbiota intestinal y un crecimiento excesivo de ciertas bacterias, que están relacionadas con el desarrollo y el empeoramiento de estas enfermedades, señala Zádori.

Y añade: «Descubrimos que estas desviaciones bacterianas son similares a las causadas por los AINE. Esto plantea la posibilidad de que la disbiosis intestinal inducida por fármacos pueda empeorar las enfermedades subyacentes y limitar el efecto terapéutico de los fármacos antiinflamatorios no esteroides a largo plazo».

Sin embargo, dado que todos estos procesos interactúan, es difícil identificar la causa original.

«Actualmente suponemos que detrás de la disbiosis inducida por los AINE hay varios mecanismos, incluida la inflamación de la mucosa intestinal, cambios en el pH o la actividad motora de los intestinos o cambios en la composición de los ácidos biliares. También es posible que las propiedades antibacterianas de los AINE alteren directamente el equilibrio de la microbiota intestinal. Estos procesos están estrechamente relacionados, por lo que es difícil determinar cuál causó cuál. Por ejemplo, una función biliar reducida puede provocar un crecimiento excesivo de bacterias intestinales. Al mismo tiempo, la disbiosis también puede cambiar la cantidad de ciertos ácidos biliares», explica el investigador principal.

Cómo afecta la microbiota

La microbiota intestinal juega un papel fundamental en la regulación del cuerpo, incluido el equilibrio de los niveles de azúcar y energía, ayudando al sistema inmunológico y regulando la sensibilidad y el movimiento de la pared intestinal. Por tanto, un desequilibrio en la microbiota intestinal puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades, incluido el síndrome del intestino irritable, trastornos hormonales, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y psiquiátricas. Generalmente, un estilo de vida saludable puede mejorar la salud intestinal eligiendo una dieta adecuada y haciendo ejercicio.

El doctor Zádori afirma que no hay ninguna regla que sirva para todos con respecto al umbral seguro de ingesta de AINE y la salud intestinal. Existen diferencias individuales significativas en la sensibilidad a los AINE, en parte porque la composición de la microbiota intestinal depende en gran medida de otros factores, como la edad, el estilo de vida y el estado de salud del paciente.

Los investigadores húngaros también buscan formas de contrarrestar o mitigar los efectos nocivos de los AINE. Están experimentando, entre otros, con cannabinoides, que ya han resultado eficaces en el tratamiento de algunos problemas intestinales, como el síndrome del intestino irritable.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!