El cine venezolano comienza un nuevo capítulo gracias a Cinemestizo, la primera y única plataforma en llevar las obras de los cineastas venezolanos al streaming.
Bajo la modalidad de Video On Demand (VOD), el catálogo de Cinemestizo cuenta con más de 50 títulos del cine nacional.
El proyecto incluye desde Punto y Raya, la primera película de Édgar Ramírez, pasando por La soledad de Jorge Thielen Armand, filmes de El Conde del Guácharo y Cóctel de camarones de Alfredo Anzola. Un catálogo diverso que cada semana se actualizará con un nuevo título.
Ideada por el gestor y productor cultural Daniel Ruiz Hueck y An Rodríguez, encargado de los aspectos técnicos de la plataforma, la página nace de la necesidad de organizar la cinematografía venezolana. Sin necesidad de acudir a salas de cines, proyecciones o eventos, los usuarios podrán ver las cintas por un precio establecido entre 1,85 y 4 dólares.
«Cinemestizo representa la diversidad. El cine venezolano tiene de todo un poco y lo que queremos es romper con el prejuicio de que todas las películas venezolanas son de prostitutas y malandros. En el cine venezolano hay comedia, dramas, documentales, películas para reflexionar, reír y recordar», explica Ruiz Hueck, también fundador y director de Chorts, Festival de Cortos de Caracas.
Él, en conjunto con otras cuatro personas que conforman el equipo de trabajo, tienen grandes ambiciones con este proyecto. Esperan que Cinemestizo, una iniciativa ya de por sí pionera e innovadora, se convierta en un importante catálogo de cine venezolano online. Además pretenden que sea una referencia en cuanto a la investigación sobre directores, productores, actores y artistas que hacen cine en Venezuela.
Producto de la frustración
Ruiz Hueck reveló que este proyecto nació de la frustración de ser un ciudadano huérfano de su propio país en el extranjero. Detalló que Cinemestizo se creó luego de no haber podido realizar un Festival de Cine Venezolano en Madrid, donde reside desde hace siete años.
En España, revela Ruiz Hueck, no había ninguna institución a la cual él pudiera acudir para pedir financiamiento, así que empezó a ahorrar para llevar a cabo el encuentro por su cuenta. Cuando finalmente tuvo los fondos, la pandemia del coronavirus, y la crisis mundial que se desató como consecuencia frustraron sus planes.
«Entonces empecé a hablar con un amigo que vive en Nueva York, An Rodríguez, el encargado de todos los aspectos técnicos de la plataforma. Le comenté la idea de hacer un festival y me preguntó: ‘¿por qué no montas las cintas en una página web?’. Seguimos hablando y me convenció», relata Ruiz Hueck.
Pero la idea no se quedó allí. Juntos concibieron un concepto basado en recuperar la identidad del venezolano a través del cine.
«Cuando el venezolano se va de Venezuela se empieza a dar cuenta de lo que tenía como país y de lo que hemos perdido. La idea es recuperar la identidad a través del cine y colocar nuestro grano de arena en reconstruir lo que somos viendo un poco al pasado con las películas», explica.
El catálogo, ese animal vivo
Actualmente, Cinemestizo cuenta con 36 películas ya disponibles. Ruiz Hueck reveló que hay otras 15 cintas más ya autorizadas, pero que todavía no están cargadas en la plataforma. «Nuestro catálogo es un animal vivo», afirma.
El pago por cada película funciona como una entrada para un cine virtual, es decir, solo se puede ver la película una vez. «Cobramos 1,85 dólares como mínimo. Todas las cintas cuentan con un contrato firmado con el titular de los derechos de autor. De cada 1,85 dólares que se cobra, 65% es para el autor de la película y 35% es para la plataforma. Hemos sido completamente respetuosos con los derechos de autor», reitera.
El proceso legal para llevar a cabo Cinemestizo ha sido lento y cuesta arriba porque hay muchos obstáculos. El primero fue crear la plataforma. Después tuvieron que contactar a los cineastas.
«Algunos tardaron meses en responder porque no sabían en dónde estaba el original de sus cintas. Esto me pasó con muchos directores. He llegado al extremo de pedirles que firmen el contrato y yo me encargo de conseguirlo», explica.
An Rodríguez dice que ha sido un reto conseguir películas con copias con buena resolución. «Hay filmes que se hicieron cuando todo era en celuloide y la copia que hay en digital no es de la mejor calidad. No obstante, creemos que vale la pena rescatarlos», afirma.
Por ello están llevando a cabo trabajos con inteligencia artificial y redes neuronales con técnicas de tipo Super Resolution (super resolución) y otras. El objetivo es mejorar la calidad de estas copias en digital de grandes clásicos del cine venezolano como Puras joyitas de César Oropeza y Henry Rivero o 100 años de perdón de Alejandro Saderman.
¿Qué esperar del futuro?
Ampliar sus horizontes es parte de la visión a futuro que tiene el equipo de Cinemestizo e incluir en la plataforma películas dirigidas, producidas por venezolanos o hechas sobre Venezuela. «A veces ver el cómo te ven los otros te ayuda a conocerte mejor como país y ayuda a recuperar nuestra identidad», opina Ruiz Hueck.
A mediano plazo también se espera que la plataforma sea por suscripción mensual y no solo por la modalidad de Video On Demand. «Pero para lograrlo necesitamos manejar un volumen más alto del que tenemos actualmente tanto en el número de suscriptores como de películas disponibles», señala Ruiz Hueck.
Bajo el lema «Ven a escuchar, ven a llorar, ven a reí, ven a recordar. Ven, ven a ver», Cinemestizo ya está disponible para llevar al cine venezolano al próximo nivel: el streaming.