Christian Vásquez
Foto Ramsés Romero

No visitaba Venezuela desde hace dos años, poco antes de que comenzara el confinamiento por la pandemia de covid-19. En ese entonces, estuvo en Caracas para dirigir la Sinfónica Simón Bolívar, la Simón Bolívar de Venezuela y la Coral Nacional Simón Bolívar como parte de la celebración de los 45 años El Sistema. Ahora, Christian Vásquez está de vuelta en casa para dirigir a la Orquesta Juan José Landaeta, como parte de un nuevo aniversario de la institución en la que se formó.

Regresar a casa, después de tanto tiempo, lo emociona mucho. Cuando faltaban apenas cinco días para viajar –cuenta Vásquez– pensar en la idea de dirigir de nuevo en El Sistema lo ponía contento. «Me emociona mucho poder trabajar con esta magnífica orquesta, en la que hay muchos jóvenes con los que trabajaré por primera vez. Ver la pasión, la energía y el alto nivel artístico con el que están tocando los muchachos me llena de mucha satisfacción. Ver que El Sistema cada año sigue formando a jóvenes con mucho talento y que tocan con el corazón y el alma me llena de orgullo», dice el director de 37 años de edad.

En el recital, que tendrá lugar este sábado, a las 4:00 pm, en la sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música, en Quebrada Honda, la orquesta interpretará la Sinfonía Nº 1 en Do menor de Brahms y la Obertura Las Hébridas de Mendelssohn. Está última pieza es muy especial para Vásquez, pues fue una de las primeras que dirigió cuando comenzó a estudiar dirección orquestal. «Cada vez que la dirijo  me traslado a esa época. Es una obra muy bella y compleja, pero a la vez pasa super rápido cuando se toca bien», asegura. Además, también dirigirá el concierto Gran Rondó de Concierto «Krakowiak» para piano y Orquesta, de Chopin. En esta pieza estará acompañado por la pianista polaca Anna Miernik, con quién trabajará por primera vez. «Es un concierto súper bonito, muy difícil para el piano, para la orquesta no es tan complejo pero tiene su parte de dificultad y protagonismo. Estoy seguro de que la gente que lo vea saldrá súper contenta», agrega.

Christian Vásquez
Ensayo de la Orquesta Juan José Landaeta para el recital que dirigirá Christian Vásquez este sábado, en la sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música, como parte de un nuevo aniversario de El Sistema | Ramsés Romero

En vista de que es la primera vez que el director regresa a Venezuela, tras la pandemia, no pudo estar presente el año pasado cuando El Sistema alcanzó el Récord Guinness como la orquesta más grande del mundo; sin embargo, asegura que siguió cada detalle desde su casa en Berlín, incluso sentía que estaba dirigiendo desde allá. «Me hubiese encantado poder venir y participar. De hecho, me preguntaron si quería venir, pero tenía compromisos con orquestas en Europa y tenía que aprovechar eso y recuperar los conciertos que no pude hacer en 2020», dice Vásquez, quien estará en el país una semana.

En 2020, antes de que iniciara el confinamiento, a Christian Vásquez le propusieron encargarse de la parte musical de El Sistema junto con Gustavo Dudamel –director musical de la institución–, además de estar presente en el apartado programación y seguimiento de los directores de núcleos. Pero la pandemia dificultó todo. Por eso, durante los primeros meses, el director aprovechó el tiempo para dedicarse a su familia: su esposa y su hija Alma Valeria, y para estudiar. Aunque al principio esta pausa fue un shock, pues venía de un ritmo de trabajo muy activo, con presentaciones casi todos los meses, logró adaptarse. Al tiempo, cuando se retomaron algunas actividades, todo a distancia, comenzó a tener reuniones por Zoom para hablar de la programación, también dio algunas charlas y master class de dirección a los jóvenes a través de la aplicación de videoconferencias. «Siempre estuvimos en contacto. Lo bueno de todo esto es que usamos más la tecnología, antes no se usaba tanto. En este momento, gracias a la pandemia, ya uno puede dar clases de violín por Zoom, de dirección, hasta se puede escuchar un ensayo», señala.

El año pasado, cuando se retomaron las actividades musicales, Vásquez tuvo la oportunidad de asistir al maestro Gustavo Dudamel en la producción de Las bodas de Fígaro con la Ópera de París. Vásquez cuenta que estuvo desde diciembre hasta hace tres semanas junto al también director de LA Phil, de quién aprendió mucho durante todo este tiempo. «Fue una experiencia genial porque yo soy más director sinfónico y no tanto de ópera. Estuve desde el inicio de la producción y pude ver cómo se construía todo el montaje. Para mí fue un gran aprendizaje haber estado ahí y poder hablar con Gustavo, a quien tenía tiempo sin ver, y nos pusimos al día en París. Hablamos sobre los repertorios que puedo hacer en Venezuela, de las orquestas… de todo un poco», recuerda.

Christian Vásquez
La última vez que Christian Vásquez estuvo en Venezuela fue en 2020 para la celebración de los 45 años El Sistema | Foto Ramsés Romero

Para el director fue un honor que Dudamel pensara en él para asistirlo en esa oportunidad. «Aproveché cada segundo viéndolo ensayar, para aprender y para que me conocieran», indica. No trabajaban juntos desde 2008, cuando formaba parte de la la Sinfónica Simón Bolívar; en ese entonces, además de ser violinista era director asistente. De su experiencia en la Ópera de París se llevó un gran aprendizaje y ejemplo de humildad. «Aunque sabemos que es una persona muy ocupada, de los directores más solicitados del mundo, ver que conserva su sencillez, humildad y humanidad me encantó. Siempre he sabido que Gustavo es así, pero ahorita está más cercano. Eso lo tengo presente. No importa el nivel que tengas o lo que hagas, primero hay que ser humano», asegura.

Vásquez se desempeñó como director titular de la Orquesta Sinfónica de Stavanger (Noruega) e invitado principal de la Orquesta Sinfónica de Arnhem (Holanda); sin embargo, sus contratos con ambas instituciones finalizaron en 2019. Desde entonces, solo dirige donde lo inviten. En esta nueva etapa de su carrera ha tenido la oportunidad de estar al frente de orquestas en España, Bratislava y Polonia. Aunque ha disfrutado este proceso y la libertad que le otorga, le gustaría estar al frente de una orquesta como director titular. «Me gusta ese trabajo de día a día, semana a semana. Construir un sonido, una personalidad, una gran relación, porque al comenzar a trabajar con orquesta que tiene un nivel, la idea es que con el paso de los años este sea más alto y que la orquesta sea reconocida. Eso me encantaría. Pero, por el momento, como freelance tampoco está mal, porque tengo tiempo de estar con mi hija», asegura Vásquez.

Christian Vásquez
El año pasado, cuando se retomaron las actividades musicales, Vásquez tuvo la oportunidad de asistir al maestro Gustavo Dudamel en la producción de Las bodas de Fígaro con la Ópera de París | Foto Ramsés Romero

Este año, fue candidato a la titularidad de la Filarmónica de Medellín, cargo que finalmente obtuvo el israelí David Greilsammer. De esta experiencia, lejos de estar decepcionado, el director venezolano está contento y se siente satisfecho del trabajo que hizo con la orquesta. «Los aprecio y los quiero mucho. Voy a seguir yendo como invitado», asegura.

En el caso de que se le presente una oportunidad como director titular, revisaría cuántas semanas al año tendría que dirigir y, dependiendo de eso, consideraría aceptar otras invitaciones. Le gustaría tratar de mantener un balance entre lo profesional y personal, pues no quiere perderse ningún momento importante en la vida de su hija. «Desde que nació Alma es lo más importante. Los niños crecen muy rápido y no quiero perderme ningún detalle. Por supuesto que lo profesional es súper importante, por eso estoy buscando un balance que me permita hacer lo que amo, pero también estar presente en lo familiar», afirma.

Sobre el veto de la escena que están viviendo músicos y artistas rusos, tras el conflicto entre Rusia y Ucrania, Vásquez considera que no es la mejor manera de actuar, pues el arte y la música es una forma de enviar un mensaje de paz, sobre todo en este momento. «Nosotros somos músicos, no somos políticos. La mejor arma es la música. Creo que si el problema es con el presidente de Rusia, cómo van a vetar a los músicos rusos; al hacerlo ya no podrán alzar su voz con la música. Creo que no es la mejor manera, pero cada país tiene su manera de pensar. Es un tema complejo», reflexiona.

En el futuro cercano Christian Vásquez dirigirá la Orquesta Sinfónica de Tenerife y la Simfónica de Barcelona. Volverá a estar al frente de la Sinfónica de Stavanger y estará en París, posiblemente México y, por supuesto, en Venezuela. «A finales de año, estaré aquí haciendo ópera, conciertos sinfónicos y para la familia», finaliza.


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