En su discurso ante el Foro Económico Mundial, Merkel habló también de la lucha contra la emergencia climática | Fabrice Coffrini / AFP

La canciller alemana, Angela Merkel, defendió la autonomía que debe tener la Unión Europea en sus relaciones económicas con China.

Esto, independientemente de lo que haga Estados Unidos. Y su capacidad para tomar decisiones distintas a las americanas.

En su intervención ante el Foro Económico Mundial de Davos, Merkel consideró que Europa debe tener su propio camino.

Dijo que aunque se mantenga su estrecha relación con Estados Unidos, país con el que comparte valores sociales y culturales, a nivel económico debe poder tomar decisiones distintas.

En pleno conflicto digital entre Estados Unidos y China por Huawei y la tecnología 5G, Merkel admitió que los europeos se encuentran en una situación compleja.

Justificó que Estados Unidos, como potencia, establece de facto marcos normativos, pero insistió en que Europa debe también considerar las «ofertas» que le vengan de China.

La canciller alemana colocó la relación con China en lugar primordial en la Presidencia alemana de turno de la Unión Europea en el segundo semestre del año.

Merkel lamentó que la UE no tenga una política única frente a China. También consideró que la unión y China deben hablar sobre las ayudas a otras regiones, como África. También sobre la digitalización y las biotecnologías.

Angela Merkel admitió que Europa es lenta en la toma de las grandes decisiones. Sin embargo, insistió en que debe superar esa lentitud si quiere convertirse en un factor geopolítico de peso.

En este contexto, recalcó su apuesta por el multilateralismo, para señalar que el bienestar del mundo reside en el buen funcionamiento de espacios como la Organización Mundial de Comercio.

Indicó que está de acuerdo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en que es necesaria la reforma de la OMC. Pero añadió que si no hay tribunales de arbitraje sobre el comercio el sistema «cojeará».

En su discurso ante el Foro Económico Mundial, Merkel habló también sobre la lucha contra la emergencia climática.

Mostró su preocupación porque esto está dividiendo a las sociedades entre las que consideran que dicha emergencia está probada científicamente y se requiere actuar ya, y las que niegan el cambio climático.

Admitió que en su país hay también «conflicto social por este asunto, con un desfase» entre los ciudadanos de las zonas urbanas, a los que les es más fácil tomar medidas, y los de las zonas rurales, que en muchos casos niegan el problema.


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