Tiger Woods es un jugador diferente, un golfista al que le gusta ponerse retos. Es su manera de entender la competencia. Este jueves en Melbourne se dio inicio al torneo Presidents Cup que disputan Estados Unidos, capitaneado por él. El Equipo Internacional (menos Europa), también está en el torneo que comanda Ernie Els.

Lo novedoso es que Woods fue elegido capitán americano cuando apenas había regresado de su lesión y su futuro era incierto. En vista de su buen rendimiento, no tuvo otra opción más que elegirse a sí mismo para jugar la competencia.

Pasar por el quirófano ayudó a Woods

Woods acaba de ganar el Zozo Championship tras una exitosa operación de rodilla. Las molestias le habían impedido acabar bien la temporada, y él mismo reconoció que su condición había mejorado notablemente tras pasar por el quirófano.

Hay que remontarse a 1994 para encontrar a un capitán que al mismo tiempo ejerciera de jugador en una Presidents Cup.

Fue Hale Irwin quien compaginó ambos roles el año inaugural de este torneo. En aquella ocasión, el estadounidense sumó dos puntos para su equipo, incluyendo el del partido individual, que jugó en primer lugar.

Estados Unidos se llevó la copa. Por comparar, la última vez que en la Ryder Cup un capitán cogió los palos fue Arnold Palmer en la edición de 1963.

Superioridad notoria de Estados Unidos

De lo que no cabe duda es de la superioridad sobre el papel del combinado de Estados Unidos, ya que si nos atenemos al ranking mundial, 10 de sus 12 jugadores están por delante de los del Internacional. De hecho Estados Unidos ha vencido en las últimas 7 ediciones de la Presidents, mientras que el combinado mundial solo ganó en 1998 y sacó un empate en 2003.

Lo curioso es que la única derrota le llegó al equipo norteamericano en una edición que, como ahora, se jugó en el Royal Melbourne, y a la que se presentó con los cuatro mejores jugadores del mundo, según el ranking, en sus filas.

El equipo de Tiger no debe confiarse, aunque a sus rivales les ha surgido ahora una preocupación adicional: el público va a apoyar a Woods, o eso es lo que cree la mayoría en Royal Melbourne, aunque los jugadores locales han solicitado que no sea así.

Scott: «Queremos la ventaja del público»

El australiano Adam Scott fue muy claro al respecto con sus paisanos: «La última vez en 2011 fue demasiado amigable», dijo.

«Sin rodeos, queremos la ventaja del público local, y me decepcionará si están animando con entusiasmo a Tiger o a cualquiera del equipo de Estados Unidos», sentenció.

Por increíble que parezca, Tiger le dio la razón a su colega en este sentido: «Se supone que deben animar más al equipo local, así son estas competencias, al igual que esperamos que los seguidores estadounidenses nos animen más cuando estamos en casa».


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