Rubiales de
Foto Europa Press

Luis Rubiales considera que lo sucedido con su beso a Jenni Hermoso tras la final del Mundial sirvió para que se hablara en España «muy poco de otras cosas mucho más importantes» y relacionadas con la política nacional. El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) insiste en que la delantera «miente». Asimismo, cree que las internacionales aprovecharon todo lo sucedido para llevarse «por delante» tanto a él como al exseleccionador Jorge Vilda, cuya «cabeza» ya habían pedido cuando surgió el conflicto tras la Eurocopa de 2022.

«Mi caso, durante dos o tres meses, es altamente explicable para, de alguna manera, justificar que se hablara poco de otras cosas. Se habló mucho de lo mío y muy ‘poquito’ de otras cosas mucho más importantes», señaló Rubiales.

El exdirigente también habló de haber sufrido tanto él como Vilda «un chantaje por determinadas futbolistas» que le pidieron que echase al técnico tras los acontecimientos que se desencadenaron en septiembre de 2022. «A mí me dijeron que echase a Vidal, ‘córtale la cabeza'», aseguró, recalcando que «mienten» si lo niegan. «Igual que ahora están mintiendo algunas» en relación con todo lo sucedido con Jenni Hermoso.

«Me lo pidieron a mí directamente, en una conversación. Ya contaré, pero querían su cabeza. Con Jorge hemos sido campeonas del mundo, campeones porque nosotros también somos campeones del Mundial Femenino. Creo que vieron el cielo abierto con esta oportunidad y dijeron que con este teatro se llevaban por delante a Jorge Vilda y a Rubiales», prosiguió.

Rubiales ve claro que todo lo sucedido «fue una venganza». «Lo que ocurre es que hay algunas personas que son malas. Otras son cobardes y otras que no se le puede exigir porque llevan poco tiempo, pero desde luego creo que se ha visto una oportunidad. Cuando dicen que es que hay que hacer cambios estructurales, lo digan ellas o algún político, mienten. Dejé la RFEF con 27 millones en el fútbol femenino y la cogí con 2,7, y hemos dedicado muchísimo», subrayó.

Sobre lo sucedido con el beso que le propinó a Hermoso, insistió en que no estuvo «bien» y que se equivocó, pero que «fue producto de la espontaneidad». No hubo «nada de carácter sexual» y fue «consentido». «Es un beso como el que le hubiera dado a mi hija o al lotero el día que me toca la lotería, y además existía la confianza», apuntó.

Del lado de la verdad

«Y hay una versión que coincide con la verdad y otra que no, yo estoy diciendo la verdad», advirtió Rubiales. Además relató que sus hijas «escucharon» a la delantera madrileña que había sido «un beso entre dos amigos». Él no la había «presionado» tras ver el revuelo que se estaba montando.

En este sentido, defendió que había un video que podía demostrar esto último y que estaba en poder de la FIFA, el organismo que le ha inhabilitado por espacio de tres años y a cuyo presidente, Gianni Infantino, atacó. «No hay más que verle jugar al fútbol para darse cuenta de lo que supone el fútbol en su vida. Se ha subido a la demagogia de todo lo que ha habido. Ese video lo van a borrar, es más, al verlo que lo van a pedir (en el juicio) lo habrán borrado», detalló.

«Jenni Hermoso sabe que miente. Aquí se ha creado un relato totalmente falso de algunas que lo han aprovechado. Lo usan para poner fuera de la federación a las personas que querían como Jorge Vilda y yo», recalcó el exdirigente.


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