El prospecto Anderson Espinoza aprovecha la inactividad causada por el covid-19 para continuar con su rehabilitación física, a casi tres años de haberse sometido a la primera de dos cirugías Tommy John para hacerse reconstruir el codo derecho.
Espinoza fue uno de los reclutas más cotizados en Venezuela incluso después de la primera intervención. Llegó a ser el número 19 en el ranking de talentos emergentes de Baseball Prospectus en 2016 y todavía en 2018 aparecía entre los 100 más prometedores de MLB.com.
Jon Heyman, analista de MLB Network, reportó que el diestro ha seguido soltando el brazo, con la aprobación de los Padres de San Diego, en el complejo primaveral de ese equipo, en Arizona.
Espinoza llegó a los californianos en un cambio con los Medias Rojas de Boston, su primera organización en las Mayores.
Luego de firmar con un atractivo bono en 2016, el caraqueño únicamente ha podido sumar 166 innings y dos tercios entre Novatos y Clase A media. No ha podido lanzar en la LVBP y tiene ya tres temporadas perdidas debido a los inconvenientes de salud.
Tanto es lo que ven los evaluadores en Espinoza, que a sus 22 años sigue siendo noticia. Es parte del roster de 40 de los religiosos, pese a haber entrado al quirófano en agosto de 2017 y nuevamente en abril de 2019, ambas veces para la Tommy John.
Ningún reporte ha precisado aún en qué categoría trabajará el capitalino, una vez que esté del todo recuperado.