Eusebio Torres, scout de la academia Dream Team 2, es de esos padres que saben cuánto cuesta llevar a su hijo al profesional.
Su primogénito Gleyber David Torres es el segunda base de los Yanquis de Nueva York y ha superado la mayoría de los hitos de la franquicia para un novato o un jugador con 22 años de edad o menos.
“Gleyber empezó a jugar beisbol desde los 4 años. Siempre lo llevé a los partidos. La disciplina y constancia fueron los valores inculcados desde pequeño”, expresó Torres.
El campocorto fue firmado originalmente por los Cachorros de Chicago en 2013 y se decía que en el futuro de la organización sería con él como titular en las paradas cortas. El caraqueño fue la firma más alta para un venezolano en la época (1.7 millones de dólares).
“Sentí mucha felicidad, era el momento en que se estaba dando ese paso. Era el fruto del trabajo de tres años en la academia”.
La dulce espera de la llamada
Otro de los momentos que recuerda el cazatalentos Torres fue cuando recibió la llamada de su hijo para avisarle que lo habían promovido para la gran carpa.
“Estaba manejando e iba por la autopista, mi teléfono sonó y vi que era él. Eso no era normal, porque era en la tarde, me puse a un costado de la vía y cogí el celular; ahí me comentó que el manager le informó que lo subieron a las Grandes Ligas”.
“Fue un momento muy emotivo, ambos lloramos porque se estaba cumpliendo el momento que estábamos esperando”.
Relación padres-academia
Para Torres las academias tienen que tener una mejor relación con los padres de los prospectos, por eso entre sus funciones en DT2, está conversar con ellos y despejar las dudas que tienen.
“Cuando yo estaba en la posición en la que se encuentran ellos en este momento, nadie se acercaba a decirme cómo iba el progreso de Gleyber yo era alguien sentado ahí en las gradas”.
“Por eso ahora yo trato de mantener una relación con los padres, decirle cómo es el progreso de los prospectos y contarle anécdotas de cuando estuve ahí en las gradas también”.
Una de las anécdotas que resaltó el scout fue que hay jóvenes que tienen mucho talento, pero lo desaprovechan por la inmadurez. Algo que se debe trabajar desde que están en formación.
Gleyber Torres forma parte de la novena neoyorquina que volvió a ganar el banderín de la División del Este luego de 9 años de sequía.