Hace 15 años un conductor imprudente acabó con la vida de Rafael Vidal, uno de los primeros venezolanos en conquistar una medalla olímpica. Con 20 años de edad, fue tercero en los 200 metros mariposa de la cita de Los Ángeles 1984.

Todavía hoy, 36 años después de que se colgara ese bronce, continúa siendo el único nadador criollo medallista olímpico.

Los inicios de Vidal

El nadador capitalino empezó su rutina deportiva en un curso vacacional en el Club Alberto Figueroa, y gracias a su gran rendimiento continuó como alumno regular en el colegio Santiago de León, pero luego fue seleccionado para el nivel avanzado.

Sus primeros Juegos Olímpicos

En 1980 participó en los polémicos Juegos Olímpicos de Moscú, con tan solo 15 años de edad.

Esta edición tuvo una particularidad y es que no participaron las delegaciones aliadas a los Estados Unidos, debido a que se disputaban en la capital soviética.

Llegó la medalla

Con más experiencia se le presentó una segunda oportunidad, en 1984, y no la desaprovechó. Vidal se llevó la Medalla de Bronce en Los Angeles, cuando los soviéticos no asistieron a la competencia en territorio estadounidense.

Luego de la cita, el caraqueño confesó que al momento de terminar los 200 metros, pensó que había quedado en el cuarto lugar. Fueron los gritos de la delegación venezolana lo que le hicieron darse cuenta de que era medallista.

Además, admitió que el día anterior estuvo invadido por los nervios, pero logró superarlos al momento de entrar a la piscina.

La fama

En su retorno a Venezuela, los ciudadanos empezaron a reconocerlo y agradecerle por la gesta olímpica, pero llegó el momento cuando Vidal dejó de sentir privacidad y buscaba una vida más común.

Sin embargo, llegó a grabar dos cuñas publicitarias para la televisión, aunque en declaraciones dijo que no esperaba tener éxito durante toda su vida. Años más tarde escribió un libro titulado Los Sellos Secretos.

Sus estudios

Mientras desarrollaba su carrera como nadador de élite, Vidal estudió Administración de Empresas y obtuvo una maestría de Ingeniería Informática en la Universidad de Florida.

Luego de su retiro de las piscinas se dedicó al asesoramiento de deportistas, además de ser un reconocido comentarista y también dirigente deportivo. Fue parte del equipo de transmisión de Atenas 2004 en un canal de televisión.

Su rutina antes de competir

Durante su juventud, Vidal se dedicó al deporte y los estudios en Estados Unidos. En su momento declaró que no tenía tiempo para nada más. Su rutina se resumía en estudios, entrenamientos y descansos, ni siquiera le alcanzaba para cocinar, pero sí para limpiar.

Antes de cada competencia se afeitaba todo el cuerpo durante aproximadamente dos horas, con la finalidad de generar un poco más de velocidad al momento de nadar.

Muerte y recuerdo

Vidal murió el 12 de febrero de 2005 en la madrugada cuando tenía 41 años de edad. Su auto fue chocado por una camioneta en la vía hacia El Hatillo. Después del suceso, Roberto Detto, causante del accidente, fue condenado a 15 años de prisión, pero tiempo después salió bajo fianza en libertad condicional.

Vidal fue embestido por una Hummer que participaba en una carrera ilegal.

Actualmente un centro deportivo en el municipio Baruta y la piscina del colegio Santiago de León llevan su nombre.

Cada 12 de febrero en todas las piscinas del país se lleva a cabo un evento en homenaje a Vidal, llamada Un millón de metros por Rafael Vidal, y esta fecha fue declarada Día del Nadador.

En 2006 el Millón de metros tuvo carácter internacional y contó con un competidor de 105 años de edad.

Por Samuel Cuevas


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