Experimentar qué siente un astronauta en un despegue desde la NASA. Participar en un safari y ver en vivo y en directo animales de distintos continentes. Hospedarse en un gigantesco rancho y comportarse como un cowboy. Recorrer pantanos en donde viven reptiles ancestrales y caminar por un jardín de más de 90 años con vistas espectaculares.

Por distintas que parezcan estas actividades, todas pueden realizarse en el condado de Polk y la costa de Florida, en Estados Unidos, cerca de los tradicionales parques de Universal y Disney o de las famosas compras y promociones de los centros comerciales y outlets de la zona. El recorrido debe hacerse en auto, pues las distancias son largas.

El punto de partida es el Centro Espacial Kennedy en donde el cielo no es el límite. Cada esquina da detalles sobre la carrera espacial y el sueño del hombre de conquistar el espacio. En el Rocket Garden del Centro Espacial reposan cohetes como el Saturn 1B, Delta, Juno II, Mercury-Atlas. Son ideales para las fotos. Los turistas se encuentran también con el icónico transbordador espacial Atlantis.

En el Centro Espacial están las plataformas de lanzamiento desde donde han partido las misiones de la NASA. Así mismo, están plasmados los esfuerzos del hombre para llegar a Marte e, incluso, hay una recreación de lo que podría ser la estancia humana en ese planeta.

Es inspirador conocer el programa Apolo y vivir la experiencia de la llegada a la Luna y ver intimidades de los astronautas; conocer, por ejemplo, la forma en que preparan los alimentos e incluso ver cómo van al baño en un ambiente sin gravedad. Durante el recorrido por las misiones es imposible no detenerse para mirar al cielo despejado de esta zona y pensar en los esfuerzos de la humanidad para llegar más lejos.

También puede realizar actividades en un tobogán, simuladores o, incluso, participar en el lanzamiento de un cohete.

La visita al Centro Kennedy se puede hacer en un día. Hay restaurantes de comida rápida y diversas tiendas de recuerdos para todos los bolsillos.

De aventura. De regreso a la Tierra, luego de ese viaje espacial, está el safari Wilderness Ranch. A bordo de un vehículo, puede recorrer un extenso terreno en medio de cebras, ciervos, búfalos, ñúes, olorosos camellos y avestruces que lo seguirán todo el camino.

Es permitido alimentar a los animales. Estos se acercan tanto que es posible tocarlos y tomar buenas selfies. Hay un lugar especial para los lémures, famosos por la película Madagascar, y el personaje del rey Julien. También es posible realizar paseos familiares en caballo y en camello.

Si mantiene el espíritu aventurero, puede irse al Westgate River Ranch Resort. Allí no solo es posible hospedarse en camping cinco estrellas, sino que incluso con su pareja se puede quedar en un tipi (carpa india) de lujo, con una chimenea muy romántica y aire acondicionado.

Podrá disparar con arco, disparar con escopeta a un blanco móvil, participar en un rodeo y jugar tiro de herradura. Luego, si le quedan fuerzas, recorra en ruidosos aerobotes el río Kissimmee para observar una amplia vida silvestre, que incluye caimanes, tortugas y halcones. Al comienzo el recorrido es muy movido y llega a asustar, pero luego es relajante con unas vistas muy bonitas.

Diversión en bloques. De nuevo al carro y a la autopista para desplazarse hasta Legoland, en donde hay un mundo en miniatura y otro en tamaño real, hechos ambos con legos.

Mientras observa las obras de arte hechas con los populares bloques, puede disfrutar de atracciones como la montaña rusa o los simuladores. Aunque la diversión es especialmente para los más pequeños, los grandes también pueden divertirse con las figuras. Legoland ofrece hotel y cabañas, por si quieren fijar allí su punto de control para recorrer las demás atracciones de la zona.

RECUADORO

Verde caminata

Para bajar la temperatura en este viaje, vaya al Bok Tower Gardens, un jardín hermoso con una vista de colores maravillosos. Los jardines, que se recorren a pie por cómodos senderos, tienen 89 años, son el hogar de 126 especies diferentes de aves, de la tortuga gopher y la serpiente índigo, en peligro de extinción. Al lugar es mejor ir con ropa cómoda, no pantalones cortos, pues por tanta vegetación hay insectos que pueden subir por las piernas.

Los jardines tienen una sorpresa al final de los senderos: una torre de más de 62 metros que tiene en su interior uno de los más antiguos y grandes carriones del mundo. Es una especie de piano con 60 campanas que suenan dos veces al día y hacen, junto a la hermosa vista, un momento épico.


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