1. Colas eternas para pasar por seguridad. No solo es el hecho de sacar tus aparatos electrónicos, objetos metálicos o quitarte los zapatos: es el tiempo que tienes que esperar para poder hacerlo. En 2015, el sitio web Thrillist publicó una lista de los 10 aeropuertos más lentos en Estados Unidos, de acuerdo con la app MiFlight. Resultó que el más lento es el Aeropuerto de Los Ángeles, donde la fila promedio tarda 40 minutos, y el tiempo máximo que puedes esperar para pasar por seguridad es de 141 minutos.

2. Aburrirte en la sala antes de abordar. Parece que el tiempo pasa más lento cada vez que estás aquí. O peor: a veces parece que solo los vuelos que piensas abordar terminan retrasados. Sin embargo, no todos sufren esto. De hecho, hay algunos aeropuertos del mundo donde los viajeros pueden pasar un rato bastante agradable. De acuerdo con la organización Skytrax, especializada en aviación, el Aeropuerto de Changi, en Singapur, es el más entretenido del mundo; este sitio cuenta con amenidades como su propio cine, piscina y sala de videojuegos. Otros aeropuertos de la lista, como el de Munich, compiten con servicios como su propia alberca con olas para practicar surf.

3. Que maltraten tu maleta. No importa que la entregues nueva y reluciente: puede volver sucia o deformada. O en ocasiones, simplemente no regresar.

4. La comida es cara. Una vez que pasaste los controles de seguridad, no hay vuelta atrás. Al menos, puedes consolarte teniendo en cuenta cuáles son los mejores aeropuertos para comer. Según Skytrax, en 2017 el primer lugar en cuanto a la experiencia gastronómica se lo llevó el Aeropuerto de Hong Kong. Y el canal estadounidense CNBC, de acuerdo con el portal RewardExpert, asegura que en Estados Unidos el honor es para el Aeropuerto Internacional de Denver.

5. El proceso de abordaje es lento. Estudios de universidades como Northwestern (en Illinois), según informa un artículo del diario The Telegraph, aseguran que existen formas más eficientes de abordar un avión. Por ejemplo, si primero subieran los pasajeros que se sientan en ventanilla, luego los del centro, y luego los que quedan junto al pasillo, se podría ahorrar hasta 35% de tiempo.


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