Las Tejerías
Fotos Ramsés Romero- El Nacional

Un grupo de personas en al menos 10 vehículos que transportan ayuda humanitaria espera en el parador de Guayas, frente a la Subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Las Tejerías, que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) les permitan el acceso a la zona afectada por el deslave ocurrido el sábado 8 de octubre. Algunos oficiales les indican que esperen por autorización para poder pasar, otros dicen que está completamente prohibido. «El que quiera puede pasar, pero caminando», señala un funcionario. Finalmente, después de una larga espera, los militares confirman que no pueden dejar ingresar vehículos al área. Esta es la primera de una serie de trabas a la que se enfrenta la sociedad civil que busca colaborar con las familias afectadas por la tragedia, que hasta los momentos suma 54 fallecidos, 8 desaparecidos y más de 700 viviendas perjudicadas, según las últimas cifras oficiales.

Ante la restricción en el paso de vehículos por la carretera Panamericana, quienes deseen llegar hasta la zona del desastre pueden tomar una vía alterna de difícil acceso por la montaña o caminar aproximadamente 2,5 kilómetros hasta llegar al pueblo. También pueden entregar la ayuda directamente a los militares, quienes se comprometen a hacerla llegar a los afectados.

Aquellos con vehículos de doble tracción se aventuran a llevar los cargamentos de comida, ropa y otros enseres por la ruta alterna. Otros emprenden la caminata de unos 30 minutos o más con grandes bolsas a cuestas. «Todo sea por ayudar a los hermanos», dice un grupo de hombres y mujeres pertenecientes a una Iglesia evangélica antes de iniciar la marcha a pie.

Son muchas las organizaciones nacionales e internacionales que han anunciado que enviarán donaciones para las personas afectadas por el deslave. Además, cientos de centros de acopio en todo el país reúnen los enseres necesarios para enviarlos a los más necesitados.

Voluntarios llevan prendas de ropa a los afectados por el deslave en el barrio Libertador| Fotos Ramsés Romero- El Nacional

La Organización Panamericana de la Salud envió medicamentos y unas 10.000 tabletas purificadoras de agua, mientras que el Banco de Desarrollo de América Latina donó a Venezuela 250.000 dólares para atender los daños causados por el deslave. En Las Tejerías también pueden verse desplegados médicos y colaboradores de la Organización Mundial de la Salud así como de Unicef.

Parte de la ayuda humanitaria se distribuye desde la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en la plaza Bolívar del pueblo, donde voluntarios de organizaciones como Cáritas Venezuela hacen entrega de los donativos de acuerdo con las necesidades de cada persona. Sin embargo, diversos funcionarios han recomendado hacer las entregas directamente a las comunidades afectadas para garantizar que lleguen verdaderamente a quienes la necesiten.

Es por ello que activistas, voluntarios, organizaciones, iglesias y miembros de la sociedad civil caminan kilómetros por todas las zonas perjudicadas, desde sectores centrales como La Hoyada y El Beisbol, hasta áreas más alejadas como el barrio Libertador y La Arenera.

Habitante del barrio Libertador toma un descanso | Fotos Ramsés Romero- El Nacional

Además de ropa, alimentos no perecederos y artículos de higiene personal, una gran cantidad de ciudadanos se ha dedicado desde el día posterior al desastre a proporcionar comidas ya elaboradas a los vecinos y todas las personas que se encuentren prestando asistencia en el lugar. También hacen lo posible por llevar agua hasta las zonas más remotas.

En el barrio Libertador, un grupo de personas se acerca con una cava a varios habitantes de la comunidad que intentan despejar ciertas áreas de los escombros y desenterrar varios vehículos que han quedado tapiados. Le hacen entrega a cada uno de una arepa y una botella de agua mineral. Unas horas después, otros colaboradores pasan por este mismo sitio para hacerles llegar, esta vez, un almuerzo completo.

«La ayuda no ha dejado de llegar. Gracias a Dios y a la buena voluntad de la gente no nos ha faltado comida. Estamos agradecidos», dice uno de los vecinos mientras se toma un momento para descansar de la faena y comer de lo que le han llevado.

Hacia el sector de La Arenera, un grupo de colaboradores que vienen desde otras zonas cercanas de Las Tejerías también hace entrega de platos de comida y diversos artículos necesarios para la comunidad. «Hacia este lado se cayó por completo la carretera y es muy complicado llegar. Esta es una de las zonas más vulnerables por lo difícil del acceso», cuenta una joven que ha decidido acercarse a brindar ayuda.

La carretera colapsó hacia el sector La Arenera| Fotos Ramsés Romero- El Nacional

Poca maquinaria

Hasta hace una semana, los trabajos con grandes maquinarias se concentraban en el casco central de Las Tejerías, especialmente en los alrededores de la carretera Panamericana.

En el sector El Beisbol dos retroexcavadoras despejan parte de los escombros acumulados a los lados de la quebrada, sin embargo, es mucho lo que queda por hacer. Esta es una de las áreas donde las autoridades han recuperado un mayor número de fallecidos.

Las Tejerías
Maquinaria remueve escombros en el sector El Beisbol | Fotos Ramsés Romero- El Nacional

En el centro, máquinas más pequeñas se mueven por las angostas calles eliminando el pantano que cientos de trabajadores remueven de hogares y negocios que resultaron tapiados. Allí, bomberos de varios estados del país y funcionarios de Protección Civil prestan colaboración a los vecinos.

También se encuentran presentes en esta área trabajadores de diversas misiones del gobierno nacional así como funcionarios de la Guardia del Pueblo. «Ya tenemos cuatro días aquí ayudando a sacar pantano. Ha sido duro», comentaba uno de los oficiales mientras se tomaba un momento de descanso, el miércoles pasado, en la plaza Bolívar de Las Tejerías.

Calles del casco del pueblo de Las Tejerías| Fotos Ramsés Romero- El Nacional

Varios funcionarios, que pidieron a El Nacional no ser identificados, señalaron que las labores de recuperación no han sido sencillas. Aseguran que pese a que está llegando ayuda desde otros estados del país, aún se requiere de mucha mano de obra para atender a otras áreas afectadas.

Uno de los oficiales también reclamó la falta de alimentación adecuada. Contó que no reciben todas las comidas en el día, mientras que a otros cuerpos de seguridad sí se les proporcionan. «No es justo. Estamos trabajando todo el día casi sin comer».

Las Tejerías
Fotos Ramsés Romero- El Nacional

Hacia el barrio Bolívar y Libertador no hay presencia de trabajadores de la alcaldía del municipio Santos Michelena, de la gobernación de Aragua, o del gobierno nacional. La maquinaria no ha llegado hasta estas zonas, de las más afectadas por el deslave, y solo pueden verse en el sitio algunos funcionarios de Protección Civil así como diversos organismos de seguridad custodiando el lugar.

En estas comunidades, casi arrasadas por completo, los vecinos armados de picos y palas son los únicos que se abocan a las labores de remoción de escombros y se esfuerzan por sacar algunos vehículos que han quedado tapiados. Señalan que las autoridades solo se han acercado para censar a los afectados e indicarles que serán reubicados.

Las Tejerías
Fotos Ramsés Romero- El Nacional

Es mucha la opacidad informativa por parte del Estado venezolano en cuanto a las cifras relacionadas con la tragedia en Las Tejerías. Las últimas cifras oficiales compartidas por las autoridades señalan que 757 viviendas resultaron afectadas por el deslave, sin embargo, todavía no existe un reporte oficial sobre cuántas personas realmente quedaron damnificadas.

@ErikaHDelaR


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