Venezuela, Luis Eduardo Martínez
Foto: @Luisemartinezh

Luis Eduardo Martínez es el vicepresidente de la Comisión para el Diálogo, la Paz y la Reconciliación que, desde los predios del Parlamento elegido en diciembre de 2020, adelanta reuniones con diversos sectores de la sociedad en busca de un “alto el fuego” político que permita la recuperación social y económica de Venezuela.

La primera reunión conocida fue con Fedecámaras, el miércoles 28 de enero. Todavía no pasa la sorpresa. En ella destacó Jorge Rodríguez, pero también estuvieron Francisco Torrealba, el otro vicepresidente de la comisión, y Nicolás Ernesto Maduro Guerra.

El jueves 29 hubo un acercamiento con los rectores de las universidades.

Según Martínez no son las únicas, aunque sí las que han trascendido. Ya han hablado con otros sectores empresariales, con ganaderos, con trabajadores e inclusos con políticos. “Si bien la reunión con Fedecámaras fue una sorpresa se venía preparando desde hace varios días”, indicó.

“Ya no se puede esperar explicaciones sino soluciones. La verdadera prioridad es lo económico y lo social. Debemos facilitar estabilidad política para poder garantizar que empiecen a fluir fondos multilaterales a Venezuela”, señaló.

“El problema de Venezuela hoy, el más importante, es el económico”, recalcó.

Martínez nació en Maracay el 2 de diciembre de 1956. Ha sido dirigente de Acción Democrática desde su época de estudiante. Fue gobernador de Monagas. Es rector de la Universidad Tecnológica del Centro. Está casado con la diputada Larissa González.

Fue legislador por Acción Democrática a la Asamblea Nacional de 2015. Participó en los comicios de diciembre de 2020, desconocido por la Unión Europea y Estados Unidos, y obtuvo un escaño por el estado Aragua.

Generar confianza en Venezuela

Para Martínez es prioritario generar confianza en los interlocutores, a pesar de las diferencias. “Es importante que el país conozca con claridad los planteamientos que se hacen en cada reunión”, dijo.

La experiencia de Fedecámaras da un mensaje, advirtió: “Hacía muchos años que no se producía un encuentro entre parlamentarios de oposición, del oficialismo y el empresariado”.

Dijo que el interés fundamental de la comisión era escuchar los planteamientos de los empresarios: “Hicieron una vigorosa defensa del esfuerzo que han hecho por mantenerse produciendo a pesar de las adversas circunstancias; hicieron un llamado enérgico al respeto de la propiedad privada, a la inversión nacional privada; señalaron que era importantísimo dignificar el salario; asimismo indicaron lo importante de garantizar la adecuación de una serie de leyes que están en desuso o que ya no se ajustan a las circunstancias del país; insistieron en resolver el tema de las expropiaciones; hablaron de su deseo de participar activamente en los programas de prevención del covid-19 y de la vacunación; y, finalmente se mostraron interesados en que a través de la vía del diálogo y el entendimiento Venezuela se recuperara económicamente”.

¿Arrodillarse ante Maduro?

‒¿Estas acciones no significa que se están arrodillando ante Maduro?

‒Yo me atrevo a señalar, usando esa figura, que lo que estamos haciendo es arrodillarnos ante el pueblo venezolano, que está urgido de soluciones. Hoy pareciera que la confrontación no es la solución. De la crisis no se va a salir si no se produce una especie de alto el fuego.

‒¿Entonces?

‒Ni nosotros nos arrodillamos frente a Maduro ni los empresarios se arrodillan frente al gobierno. Ni Maduro y su gobierno se arrodillan frente a nosotros. Lo que corresponde es que entendamos que tras 20 años de confrontaciones los resultados son magros, casi inexistentes. Las propias cancillerías de gobiernos extranjeros comienzan a llegar a la misma conclusión, que por la vía de la permanente pelea Venezuela no va a salir de la situación que confronta.

‒Pero por otra parte tiene a Iris Varela y a Pedro Carreño en una perenne pugna, pidiendo que se meta presos a los diputados de la Asamblea Nacional.

‒Diosdado Cabello en Maracaibo me sorprendió con algunos señalamientos en donde indica que hay que restablecer las relaciones con Estados Unidos. Eso muestra que todos estamos cambiando.

‒¿Pero ve cambios o es una especie de división del chavismo?

‒Se perciben matices y diferencias, pero yo he notado en las últimas semanas que en ellos hay una disciplina férrea. Me recuerda a la vieja Acción Democrática, donde se disentía una y otra vez, pero al tomar una decisión esta se acataba disciplinariamente.

­‒¿Y en la oposición?

‒Lo que hay son oposiciones donde ha sobrado la incapacidad de entendernos. Si entendemos que, más allá de ambiciones, lo importante es ponernos de acuerdo tendremos una sola oposición.

‒¿Ve posibilidad de acuerdos y acercamientos?

‒Aunque hay distintos matices en las relaciones políticas, tanto en el oficialismo como en la oposición empieza a privar un criterio mucho más sano y conveniente para el país.

Jorge Rodríguez, ¿presidente de Venezuela?

‒¿Quién lidera este proceso? ¿Jorge Rodríguez?

‒Bueno, él es el presidente de la comisión. Yo soy vicepresidente junto a Francisco Torrealba y hay un grupo de parlamentarios de oposición y del gobierno. Me atrevo a señalar que estamos en presencia de un liderazgo colectivo, por lo menos en la comisión. Todos somos oídos, todos somos atendidos. Es un buen ejemplo de cómo podemos entendernos a pesar de que provenimos de sectores muy distintos.

‒Pero el que ha tenido la voz de liderazgo es Rodríguez. Podría uno entender que tiene intereses políticos legítimos que van más allá de su gestión actual. ¿Será que quiere ser presidente de la República, ser el sucesor de Maduro?

(Risas)

‒En Venezuela uno no sabe qué va a suceder en la tarde, de tal manera que pronosticar lo que pueda pasar en los próximos meses es atrevido.

Venezuela
Jorge Rodríguez lidera el Parlamento elegido en diciembre de 2020. Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

Líderes opositores

‒¿Cómo están las relaciones con Juan Guaidó, María Corina Machado y Antonio Ledezma, por nombrarle algunos líderes de la oposición que se han manifestado contrarios a las acciones que ustedes llevan adelante?

‒En lo personal son excelentes, en lo que a mí se refiere. Estamos hablando de gente amiga, que nos queremos. Con algunos de los que nombraste tenemos incluso relaciones familiares. Hemos aprendido a que independientemente que opinemos distinto las amistades se mantienen. Eso en Venezuela pudiera ayudar mucho, porque los que antes eran adversarios políticos ahora son enemigos, y eso no puede ser.

‒¿Pero hay acercamientos?

‒Nosotros nos acercamos y ellos también se acercan. Es un proceso de acercamiento mutuo. Te puedo decir que nunca hemos estado completamente lejos a pesar de los fuegos artificiales que a veces se vean. Nuestra convicción es que tenemos que tocar todas las puertas, mucho más las puertas de aquellos que siempre han sido nuestros amigos. Pero también abrírselas, porque reitero, las están tocando. Tocamos y nos tocan.

‒¿Incluso con Henry Ramos Allup?

‒Por supuesto. Con todos los líderes de oposición tenemos el deber de acercarnos y que se acerquen. Unos se acercarán más temprano y otros más tarde, pero no hay nadie que pueda quedar excepto de aproximarnos.

‒¿Esas declaraciones de Ramos Allup en las que pide analizar la conveniencia de participar en las elecciones regionales tiene que ver con estas conversaciones?

‒Lo más importante es la declaración per se, que es sensata en cuanto al concepto. Yo crecí, como Henry Ramos, en un partido que nació hace casi 80 años defendiendo el voto como instrumento fundamental de cambio. De tal manera que Acción Democrática nunca debió apartarse de la ruta electoral porque esa es su historia, son sus valores y sus convicciones. Si Rómulo Betancourt estuviera vivo bajo ninguna circunstancia hubiera permitido la ausencia de AD de un proceso electoral.

Participación en las elecciones

‒¿Hay cercanía con la dirigencia de AD?

‒En todos los estados y municipios del país dirigentes de AD no solo están considerando participar sino hacerlo entusiastamente. Entienden que es una oportunidad innegable para cambiar las cosas en Venezuela. Te lo digo con sobrada información.

‒¿En ese grupo me imagino que están Laidy Gómez, Alfredo Díaz, Antonio Barreto Sira y Ramón Guevara, que fueron expulsados en su momento?

‒Alfredo Díaz, gobernador de Nueva Esparta, va a participar. Laidy Gómez lo ha dicho una y otra vez. No van a entregar las gobernaciones que con tanto esfuerzo no solo ganaron ellos, sino que sus partidarios respaldaron.

‒¿Y para las alcaldías?

‒Yo he conversado con alcaldes y dirigentes destacados de AD, Primero Justicia y Voluntad Popular, por supuesto no te voy a dar nombres, y me han dicho que van a participar.

‒¿Solo queda la ruta electoral?

‒Yo me reuní hace poco con un grupo de estadounidenses y les dije que esperen unas semanas para que vean que en breve Venezuela se va a sumergir en una entusiasta etapa electoral porque la gran mayoría de la dirigencia entiende que la única alternativa hoy, no procediendo un golpe militar, porque además de inconveniente es impensable, una insurrección o una invasión multilateral, agotados esas opciones que algunos manejaron, no yo, solo queda la ruta electoral; generar músculo suficiente para que paso a paso podamos lograr posiciones que garanticen que las cosas sean distintas.

‒¿Por esa vía se puede salir de Maduro?

‒Naturalmente. No participar en los procesos electorales es un error gravísimo que nunca debió cometerse. Analicen: ¿está más débil el gobierno hoy que ayer? La conclusión es que lamentablemente los errores llevaron a esta postración de la oposición. De una de las oposiciones.

‒¿No peca de ingenuo?

‒Nuestro deber es ser optimista.


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