José Antonio Figueredo Márquez, El Nacional
Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

Por segundo año, Venezuela tendrá dos Parlamentos. Uno electo en 2015 y cuyo período consitucional debía terminar en 2020 y otro electo ese año y de mayoría oficialista. El primero se resiste a morir hasta «recuperar la democracia», el segundo legisla sin contratiempos.

La Asamblea Nacional de 2015 estuvo presidida los últimos 3 años por Juan Guaidó, quien hoy dejaría de estar al frente pues el 30 de diciembre fue removido de su cargo como presidente interino de Venezuela y a la vez cabeza del Parlamento.

Tras esa destitución y eliminación del gobierno interino, creado el 23 de enero de 2019 y apoyado por Estados Unidos, se especula que ahora sean otros quienes asuman la presidencia y vicepresidencia de la AN, pero teniendo en cuenta que sin nuevo presidente interino.

La Constitución venezolana estipula que los 5 de enero de cada año debe ser renovada la junta directiva del Parlamento, por lo que hoy eso sucederá en ambas asambleas.

En 2020 se realizaron las elecciones legislativas y aunque Estados Unidos y otros países se niegan a reconocerlas, el chavismo se quedó con la mayoría y desde el 5 de enero de 2021, ha sido Jorge Rodríguez quien ha estado al frente de ese espacio. Aún es una incógnita si el hermano de la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, repetirá en el cargo.

Los opositores, ahora más fragmentados que nunca y con solo un año de preparación para las elecciones presidenciales, insisten en que ellos conforman el Parlamento legítimo, pero desde 2016, ninguna ley discutida y aprobada en esa Asamblea, ha sido refrendada por el Ejecutivo, puesto que el Tribunal Supremo de Justicia la declaró en desacato.

Por si fuera poco, a principios de 2020, a Guaidó y a sus diputados se les impidió el acceso a la sede lesgislativa y luego con la llegada de la pandemia y las maniobras oficialistas, la Asamblea reconocida por Estados Unidos, dejó de sesionar en el Capitolio. Hasta hoy lo hacen a través de Internet.

Estados Unidos ha sido el país que sostiene aún la estrategia de un presidente interino en Venezuela, a pesar que Nicolás Maduro se ha abierto espacio en el ámbito internacional. Desde el gobierno de Donald Trump, la Casa Blanca insiste en la ilegitimidad del régimen venezolano.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, declaró que Estados Unidos, sigue reconociendo a la Asamblea Nacional de 2015 porque es la última institución democrática que queda en Venezuela.

El funcionario fue preguntado por los periodistas sobre el reconocimiento de Guaidó como preisdente interino, respondiendo que no quería entrar en hipótesis y prometió que Estados Unidos «coordinaría con él y otros miembros de ideas afines» opositores.

¿Es el fin de la oposición?

Hay quienes con asombro ven lo que sucedió el 30 de diciembre en la sesión virtual en la que fue destituido Guaidó, quien además se negaba a esa realidad e incluso porponía que le buscaran un sustituto siempre y cuando el interinato continuara a flote.

Para Luis Vicente León, analista y presidente de la firma Datanalisis, es importante considerar que la creación del interinato fue un acto político y lo mismo su disolución, pues no había fundamento jurídico.

Para León, si bien la eliminación del interinato genera fracturas en la oposición, este ya no representaba «nada para la gente, que mayoritariamente dejó de seguirlo y apoyarlo, ni para los políticos que lo rechazan mayoritariamente (y la votación de la AN es contundente al respecto), ni para el gobierno estadounidense».

«No es verdad que la oposición está peor ahora que lo que estaba porque no podía estar peor. No es verdad que esto entrega a Maduro el poder porque Maduro no ha dejado de tenerlo nunca. Y no es verdad que perderemos los activos externos, porque en realidad Venezuela hace rato que no tiene activos sino pasivos netos», insite León.

El presidente de Datanalisis cree que la oposición ya estaba bastante fracturada, por lo que le queda en este momento es relanzar la oferta opositora.

El chavismo en pie

Mientras la oposición muestra sus desacuerdos y debilidades, el chavismo sigue con sus planes, incluso ahora que se ha abierto paso en lo internacional apoyados por los lazos con Colombia y Brasil. ​

Jorge Rodríguez posiblemente repita como presidente de la Asamblea Nacional,que aunque no reconocido por Estados Unidos sí lo es por Colombia y otros exaliados de Guaidó, pero además de sesionar en el Capitolio, han sido las leyes emanadas de esta asamblea, las que han sido ejecutadas.

El chavismo ha preferido guardar silencio frente a lo acontecido con Guaidó. «De la nada no se opina sino nada», dijo Rodríguez el 31 de diciembre refiriéndose a lo ocurrido con el interinato.

Mientras tanto, el oficialismo sigue mostranto poder sobre sus adversarios, incluso por  los momentos, la mesa de negociación en México se mantiene sin novedad, pues a pesar de la presión de Estados Unidos y de la oposición, antes encabezada por Guaidó, ha sido el chavismo que se ha mantenido don los mayores beneficios.

Por Ana María Rodríguez Brazón


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