estadounidense Maduro
Foto: Cortesía

Un viaje a la frontera entre Colombia y Venezuela le costó la libertad a un estadounidense y, al parecer, podría tratarse de una práctica muy común por parte de las autoridades del gobierno a cargo del dirigente político, Nicolás Maduro.

Joseph Ryan Cristella, residente de Florida de 39 años de edad, viajó a Colombia para reunirse con su prometida de origen venezolano; sin embargo, lo que prometía ser una confirmación de amor, resultó en una aprehensión efectuada por la unidad de contrainteligencia militar de Venezuela.

Según narró al diario McClatchy la madre de Joseph Ryan, Elaine Cristella, su hijo conoció a su prometida –identificada bajo el nombre de Agnes– en un viaje de trabajo a República Dominicana en el año 2020. Y, en solo meses, quedó maravillado al grado que le pidió matrimonio.

A raíz de disputas laborales con su jefe, a Joseph Ryan lo despidieron y sus viajes laborales que también usaba para ver a Agnes se complicaron, según cuenta el diario El Nuevo Herald.

La historia de amor tomó un giro inesperado cuando, en septiembre de 2022, Joseph Ryan viajó a Colombia para visitar a su amada. En ese momento, no tenía trabajo ni vehículo y su dirección en Florida era, prácticamente, incierta. Se habló, inclusive, de que no estaba pasando por un buen momento emocional.

Fue así que a Joseph Ryan lo aprehendieron sin razón aparente, según la madre, no sabe si en territorio colombiano o venezolano. Más tarde, su familia se enteraría de que estuvo recluido en una cárcel venezolana cerca de la frontera colombiana; y luego sería trasladado a la prisión de la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar) del gobierno de Maduro donde, 10 meses después de su detención, aún permanece en el sitio.

Un estadounidense capturado en Venezuela es la última ficha de cambio de Maduro

La cárcel donde está recluido es, según organizaciones en defensa de los derechos humanos, un espacio donde se han cometido atropellos como torturas y otras prácticas calificadas como “inhumanas”.

Algunos presos han revelado que, durante lo que describen como una “injusta estancia”, han recibido algunas inyecciones con sustancias de origen desconocido. Los expertos no han podido definir qué clase de fármacos les suministraron a los presos. Pero ellos mismos definen los síntomas como “paranoias y alucinaciones”. De ahí el nombre que recibe la prisión venezolana como “La Casa de Los Sueños”, algo aterrador a juicio de distintos activistas.

Cabe mencionar que, no se tiene conocimiento si Joseph Ryan también recibe fármacos que lo podrían mantener en un estado de somnolencia e, inclusive, de inconsciencia.

Asimismo, la madre del estadounidense contó a McClatchy que su economía se vio afectada gravemente desde que supo que su hijo quedó capturado por el gobierno de Maduro. En un inicio, presuntos miembros de la justicia venezolana le pidieron 3.000 dólares. Esto para evitar que su hijo tuviera un trato indigno en prisión; luego la suma subió hasta 4.000 dólares.

La señora Cristella visita de manera recurrente a su hijo en Caracas para brindarle comida de buena calidad. Durante toda su estancia en prisión, la madre ha gastado cerca de 28.000, refiere el medio antes citado. De acuerdo con el OVP (Observatorio Venezolano de Prisiones), 71,6% de reclusos no reciben alimentos al interior de las cárceles; mientras que 28,4% dijo que sí reciben comida, pero que esta no es variada ni de buena calidad. La encuesta la realizaron en 34 centros penitenciarios de la nación a través de entrevistas con reos, abogados y familiares de los detenidos.

Monedas de cambio

El mismo sondeo reveló que 97,2% de los prisioneros perdieron peso durante su detención. Las autoridades dijeron que es normal perder peso durante reclusión; sin embargo, los defensores de derechos humanos argumentaron que sí es en apariencia normal. Pero no así la pérdida del 40% de su peso.

Algunos documentales en cadenas televisivas de Venezuela critican las condiciones insalubres y de hacinamiento que se viven en dichos centros.

Según los expertos, estos casos son cada vez más recurrentes, pues el gobierno de Maduro podría estar ocupando a rehenes como “monedas de cambio”. Esto para recibir algunas concesiones políticas de autoridades en Estados Unidos. Así lo confirman algunas conversaciones de Joseph Ryan con su madre, quien aseguró que en la cárcel donde se encuentra, hay cuatro estadounidenses más que fueron detenidos sin una causa aparente y luego de conocer mujeres latinas a través de portales de internet.

En octubre de 2022, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, obtuvo un intercambio con el gobierno venezolano de al menos siete estadounidenses presos en Caracas. Hasta ahora, se tiene conocimiento que el enviado especial estadounidense, Roger Carstens, trabaja a marchas forzadas en estos nuevos casos.


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