Sergio Garrido pide apoyo del gobierno para atender situación por lluvias en Barinas
Foto: Rayner Peña / EFE

El triunfalismo que se ha generado en algunos sectores por la victoria de la Mesa de la Unidad Democrática en el estado Barinas podría llevar nuevamente a la oposición al desgaste y a la frustración. El 9 de enero resultó electo gobernador Sergio Garrido, quien superó por más de 44.000 votos al chavista Jorge Arreaza.

Esa diferencia supone un aumento de participación en la entidad que, aunque es de poca importancia política, tiene un importante significado simbólico. En ello coincidieron Margarita López Maya, vicepresidenta de la Asociación de Estudios Latinoamericanos; Andrés Caleca, expresidente del Consejo Nacional Electoral, y Enderson Sequera, director estratégico del medio digital de análisis político Politiks.

«Haber derrotado al chavismo y al Partido Socialista Unido de Venezuela es importantísimo. Tiene una simbología muy grande, y la primera lección es que la dirigencia opositora es capaz de lograr cualquier hazaña cuando hay voluntad de poder real», manifestó Caleca.

Transmitir confianza en el liderazgo

Puntualizó Caleca que una de ellas es transmitir confianza en el liderazgo ante el reto de un país en crisis que, además, se encuentra muy ensimismado en resolver problemas como el hambre. Pero un país que cuando ve que hay voluntad verdadera de propiciar un cambio, con una dirigencia unida que persiste contra todas las dificultades, obtiene victorias como la de Barinas o la de la Asamblea Nacional de 2015.

Triunfalismo por resultados en Barinas podría llevar a la oposición al desgaste y a la frustración
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López Maya cree que se debe continuar el camino que de forma gradual se ha abierto hacia la transición a través de la vía constitucional. Advirtió que el gran peligro es que los actores políticos están moldeados en el inmediatismo y asumen el triunfo de la oposición en Barinas como si fuese suyo, cuando en realidad es del pueblo barinés, de los dirigentes locales y de la sociedad civil que presionó para comenzar la lucha con el fin de lograr una salida institucional y democrática.

Sequera agregó que ese triunfo político y simbólico es importante, pero debe leerse con mucha prudencia. «Si luego de ganar Barinas se instala en la oposición la peligrosa narrativa de que ‘el voto masivo mata fraude’ y se empieza a vender la idea de que sí existen condiciones electorales, el chavismo podrá convertir la derrota política en Barinas en una victoria estratégica a largo plazo», dijo el politólogo.

Referendo revocatorio, un riesgo

Sectores de la oposición venezolana han promovido la idea, y con mayor fuerza después del 9 de enero, de que se puede activar el revocatorio contra Nicolás Maduro. Pero los expertos, sin embargo, advierten que en cuestión de meses la dirigencia no logrará la unidad ni los acuerdos internos necesarios para ganar en unas eventuales presidenciales.

La tarea que tiene la oposición no es fácil, reconoció Caleca, y tampoco habrá resultados en lo inmediato. No hay atajos. Lo que le preocupa del proceso para el referendo, manifestó, es que se vuelva a crear el espejismo que de Maduro saldrá mañana del poder.

«Maduro no va a ceder en el referendo revocatorio, estoy seguro de eso. Ese es el problema con el revocatorio, que ya es un tema nacional. La oposición no tiene fuerza para imponerlo, todavía no tenemos esa mayoría capaz de obligar a Maduro a ceder en el revocatorio. Eso requeriría una amplísima movilización nacional, que no es solo recoger firmas. Porque ya firmas se recogieron en 2016 y las anularon», recordó.

Triunfalismo por resultados en Barinas podría llevar a la oposición al desgaste y a la frustración
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Oposición: ganar y desbocarse

Coincido con él López Maya. «Una cosa es que la oposición gane en Barinas y otra es desbocarse y dar por hecho que en tres meses se puede salir del gobierno con un revocatorio», manifestó la historiadora venezolana.

Dijo que los resultados del 9 de enero son una lección para la oposición porque el 21 de noviembre, coincidió con Caleca, se pudieron ganar al menos 12 gobernaciones. «¿Qué habría pasado si la estrategia que utilizaron en Barinas la hubiesen tenido para el 21 de noviembre? Se mostraron los errores», afirmó la profesora.

Sequera, al igual que López Maya, considera que lo más importante es cómo la oposición venezolana administrará, en el corto y mediano plazo, la victoria en el estado natal de Hugo Chávez.

El politólogo subrayó que se ganó en Barinas porque la oposición lo entendió como un hito político y no como un evento electoral. «Mientras el 21 de noviembre los candidatos de la Unidad centraron su mensaje en ofertas irrealizables de políticas públicas, en Barinas el mensaje fue claro: voten por nosotros para acabar con 23 años de gobierno de la familia Chávez», sostuvo Sequera.

Dijo que, sin duda, la movilización y organización fueron importantes, pero el factor determinante fue que la oposición despertó la expectativa de cambio en los barineses. «Las mayores victorias de la oposición en su historia han venido cuando esta expectativa es sólida. Pasó en 2017 con las protestas masivas y en 2015 con la victoria en las parlamentarias, por poner solo dos ejemplos», declaró.

El objetivo: presidenciales 2024

Caleca añadió que la experiencia ha demostrado que no hay posibilidad de que ese derecho constitucional, que calificó de populista y demagogia del chavismo, se materialice. Y que la debilidad en la oposición sugiere que no debe ir por esa vía, sino que debe concentrarse en cuatro tareas: la coordinación, el fortalecimiento de los partidos, la definición de una estrategia consensuada y una gran unidad nacional para las presidenciales de 2024.

Triunfalismo por resultados en Barinas podría llevar a la oposición al desgaste y a la frustración
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«Faltan apenas tres años, y subrayo la palabra apenas porque para esta tarea tan grande es muy poco tiempo. Es posible que ni siquiera lo logren para 2024. Entonces la oposición se enredará en una figura que, todo indica, no será posible; que puede conducir a la frustración, a una nueva derrota de los venezolanos, de la oposición», observó el expresidente del CNE.

Señaló que los dirigentes tendrán que correr para ganar unas presidenciales cuando no tienen partidos políticos, coordinación, estrategias ni candidatos. «Es un perder-perder. Ahorcarse por cualquier vía. Esa es mi opinión, aunque si la oposición decide participar, la apoyaré, por supuesto. Saldré a votar y haré lo posible, pero mi recomendación es que pongamos los pies en la tierra, en nuestras debilidades y fortalezas, que son la posibilidad de obtener triunfos electorales contundentes», agregó.

«Desperdiciaría el impulso político»

Sequera advirtió que ir al referendo sería una derrota segura para la oposición y se desperdiciaría el impulso político que la oposición trae de la victoria en Barinas. En este contexto, afirmó que será razonable que la oposición haga unas primarias, elija un candidato y comience a prepararse y a organizarse para 2024.

Señaló que el problema sigue siendo el mismo: «El chavismo no está dispuesto a perder el poder electoralmente, como lo demostró en 2018».

El politólogo afirmó que si la oposición no construye un poderoso movimiento nacional de presión, que pueda salir a la calle no solo a pedir el voto por un candidato unitario, sino a reclamar en caso de un hipotético fraude, las presidenciales tampoco servirán para sacar al chavismo del poder y comenzar una transición a la democracia.

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En opinión de Sequera, uno de los principales riesgos a los que se enfrenta la oposición es que se reactive la esperanza en una vía electoral sin condiciones o acuerdos políticos. Si se regresa a ese escenario, el chavismo, aseguró, podrá convertir la derrota de Barinas en una victoria estratégica a mediano plazo.

«Si la oposición quiere administrar correctamente la victoria en Barinas debe empezar por entender qué se hizo en Barinas que no se hizo el 21 de noviembre. Debe empezar a entender que no se trata de votar o no votar. La transición no va a iniciar mientras estemos atrapados entre los dogmatismos de ‘votar siempre sin importar las condiciones o no votar nunca», recalcó.

La oposición debe enfocar el refuerzo

López Maya manifestó que no vale la pena descargar al pueblo venezolano con el referendo teniendo tantas tareas pendientes que pueden impulsar una mayor conciencia y pedagogía ciudadana sobre lo que se busca, que es el cambio democrático. Y enfocar así el esfuerzo en reconstruir las bases de las organizaciones políticas y sociales con una meta: las presidenciales. «Que nosotros nos preparemos sabiendo con tiempo que podemos llegar allí fortaleciendo el tejido social y político de la sociedad», dijo.

El referendo, insistió López Maya, desgastaría y frustraría al pueblo venezolano. «¿Por qué no se sinceran y se hace menos romántica y menos épica esta lucha, que de romántica no tiene nada? Es una lucha muy dura, y se trata de enfilar un objetivo», comentó. «Maduro constitucionalmente no se puede negar a las elecciones de 2024, como no pudo negarse a las regionales. Pero ese es un mecanismo. Con los otros, un TSJ arrodillado, totalmente subalterno a los intereses del chavismo, hará cualquier cosa», aseguró.

Triunfalismo por resultados en Barinas podría llevar a la oposición al desgaste y a la frustración
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López Maya añadió que la oposición no tiene con qué llegar a un revocatorio: ni un plan de gobierno ni con quiénes gobernar. «Me parece todo eso es bastante cuesta arriba. Por supuesto que si consiguen suficientes firmas no habrá más remedio, así como no hubo remedio en algunas ejecuciones torpes que tomaron en los últimos años. Políticamente, en este camino que está comenzando a transitarse, no se puede», añadió.

El chavismo es derrotable

El expresidente del Consejo Nacional Electoral enfatizó que Maduro no gana una elección a menos de que la oposición se la conceda.

«La oposición tiene que superar ese concepto de que el chavismo es inderrotable. No es verdad. La única manera de que el chavismo sea inderrotable es que la oposición lo sienta así. La victoria es posible si la oposición logra captar su propia fortaleza y detectar la debilidad del chavismo. Y ¿cuál es la fortaleza de la oposición? Que 80% del país rechaza la gestión de Maduro. ¿Cuál es la debilidad del chavismo? Que ha perdido su base de apoyo social: no lo apoya ni 15% de la sociedad venezolana», expuso.

Destacó que el chavismo no ha logrado superar su propia votación en los últimos 10 años; por el contrario, ha tenido una caída catastrófica. Lo que le ha permitido mantenerse más o menos vivo, aseguró el exrector, han sido los desaciertos estratégicos, la desunión y los problemas de la oposición.

Caleca resaltó, además, que la obligación que tenía la oposición antes del 9 de enero es la que debe tener para los próximos eventos electorales en el país.

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«El problema en Venezuela es que todos los partidos políticos se convirtieron en cascarones vacíos. Desde el punto de vista de su dirigencia, de su mensaje e incluso por acción del gobierno. Para que la oposición pueda derrotar al chavismo, que es una fuerza antidemocrática y totalitaria, capaz de hacer lo que sea para impedir el triunfo de la disidencia, se debe lograr una amplia unidad nacional. Que ese 80% de la población que rechaza a Maduro se convierta en una mayoría política que no tema a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ni a los aparatos represivos del Estado», afirmó Caleca.

Una lección para la oposición

López Maya, también doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Central de Venezuela, afirmó que el triunfo de Garrido es un segundo paso hacia la dirección que debe seguir la oposición. El primero, puntualizó, fue la conformación del Consejo Nacional Electoral, en el que están los rectores independientes Roberto Picón y Enrique Márquez.

Señaló que los abusos cometidos por el gobierno nacional con la inhabilitación política de Freddy Superlano, después de ganar la gobernación de Barinas el 21 de noviembre, y el uso descomunal de recursos públicos para favorecer la candidatura de Arreaza generó indignación y creó conciencia en la población.

Pero otro punto importante que indicaron los expertos fue la unidad que en cuestión de semanas logró la oposición en Barinas para respaldar la candidatura de Garrido.

«Esa es una lección para la oposición. Ese es el tipo de estrategia que tienen que aplicar de aquí en adelante, pero esto no modifica demasiado la relación de fuerza que pasó en las regionales porque por sus errores solo tienen cuatro gobernaciones. Si hubiesen tenido el desempeño que mostraron en Barinas, estuviéramos hablando de, por lo menos, la mitad de las gobernaciones», expresó López Maya.

Moldeados en el inmediatismo

Ratificó, no obstante, que los partidos no tienen músculo político y que pretender participar en un referendo revocatorio en cuestión de meses es absurdo. La dirigencia agrupada en el G4 estaría regresando a la acción inmediatista al pretenderlo. La politóloga sugirió entonces que se comiencen a construir desde abajo puentes con las organizaciones para tratar de asistir y de escuchar a la población.

Triunfalismo por resultados en Barinas podría llevar a la oposición al desgaste y a la frustración
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«Hay que hacerlos, coordinarlos, hay que renovar el liderazgo. El próximo paso es que se hagan elecciones donde se han postergado. En los sindicatos, gremios, universidades. Que continuemos el camino de empoderar a los ciudadanos para que tomen posición, y dentro de esa democratización también deben incluirse las elecciones en los partidos políticos. Tienen que hacer renovación de liderazgos porque los que están fuera no tienen conexión con el país, ni siquiera Juan Guaidó, que está dentro», expresó.

«Juan Guaidó se lanzó una de abstencionismo y ahora está tratando de apropiarse de un triunfo que no es de él. Está tratando de vender indulgencia con escapulario ajeno porque hasta ayer no creía en eso. Entonces ahora dice que sí, que es el líder. Tiene que ser lo suficientemente humilde para escuchar a quienes entraron en este camino y que tienen un poquito más de conocimiento. Él necesita dialogar con esa gente antes de lanzar un referendo revocatorio sin consulta de nadie», añadió la profesora.

Referendo: ¿decisión unilateral?

Sequera enfatizó que el referendo no puede activarse de manera unilateral y que debe haber un acuerdo político previo. Recordó, además, que por ahora el chavismo no tiene intenciones de regresar a la negociación en México, por lo que considera muy poco probable que se logre ese proceso.

«La oposición debe encontrar la correcta mezcla entre la presión nacional e internacional que produzca hechos políticos que lleven a un quiebre en la coalición dominante. Estos hechos pueden ser desde victorias como Barinas hasta protestas masivas. Entre todas las dudas que puede haber con respecto al caso Venezuela, hay una certeza importante: sin quiebre no habrá transición», aseguró.

Expresó que lo más importante del caso Barinas, más allá de la victoria, es la evidencia de una ruptura entre la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela, representados en la candidatura de Jorge Arreaza, y la familia de Hugo Chávez. «Eso es lo que hay que explotar», concluyó.

@Luisdejesus_


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