Claudio Orrego, abogado, ex ministro de Estado del presidente Ricardo Lagos y dirigente estudiantil durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, aseguró que los momentos de crisis son ideales para promover escenarios que permitan escuchar y atender los problemas del país.
Orrego estuvo de visita en Venezuela como parte de una iniciativa de la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia. Este movimiento pretende encontrar una salida no violenta a la crisis venezolana.
En una serie de encuentros realizados en el país, Orrego destacó que aunque existen diferencias entre la dictadura de Augusto Pinochet y la actual situación de Venezuela, la solución al conflicto podría ser la misma que se aplicó en su país.
En su opinión, la reconstrucción del tejido social fue vital en la conquista de la democracia de su país, y lo es también para Venezuela.
El padre de Orrego fue un perseguido político durante el gobierno de Salvador Allende y luego en la dictadura de Pinochet. Es por ello, que el ex gobernador de la Región Metropolitana de Santiago de Chile, manifestó una clara postura de no violencia.
El político chileno explicó que el cambio en su país comenzó con un primer acuerdo político llamado Movimiento Democrático Popular, integrado por sectores de la oposición.
Años después, luego de un intento de golpe de Estado fallido, se firma un gran acuerdo nacional auspiciado por la Iglesia. Este es firmado por gran parte de la oposición y partidarios de Pinochet que buscan una transición democrática.
Sin registros electorales, sin libertad de prensa y con los partidos políticos proscritos, el pueblo chileno va a un plebiscito. Se disuelve el MDP y crean la Concertación de Partidos Políticos por el No, integrado por 16 partidos.
«La alegría ya viene», era el nombre de la campaña que gritaba «No a la dictadura». La oposición movilizó, en un gran despliegue, a los ciudadanos a votar.
A pesar de no saber si Pinochet reconocería o no los resultados, la oposición anunció la victoria.
Comienza la transición a la democracia en Chile
Tras el plebiscito, el demócrata cristiano Patricio Aylwin, fue elegido presidente para liderar la transición.
Orrego aseguró que Aylwin tuvo que sentar su liderazgo sobre reflexiones que nadie quería escuchar para poder reconstruir el país.
Destacó que solo sentándose con todos los representantes de los sectores políticos, se logró iniciar el camino a la democracia.
Para Orrego, se trató de una cadena de desafíos de la sociedad civil y la clase política.
«No hubo ningún esfuerzo aislado, todo en sinergia, terminó por permitir el derrocamiento de la dictadura», añadió.