Más de 150.000 migrantes han cruzado por la selva del Darién en lo que va de año
Cruzar el Darién se ha convertido en un propósito para muchos venezolanos que buscan salir de la crisis venezolana, aunque no todos logran completar la ruta.

Cadáveres, ríos y terror, son solo algunos de los escenarios que viven diariamente en el Darién los miles de venezolanos que lo cruzan en busca de nuevas oportunidades, relata The New York Times en reportaje sobre la dura travesía de migrantes en esa selva.

Durante días, Olga Ramos camina a través de la selva, cruzando ríos, escalando cerros y con una pequeña en pañales entre los brazos.

Tropezones y caídas la acompañan en su trayectoria, en la cual vio a un niño discapacitado entrar en estado de pánico e incluso el cadáver de un hombre.

The News York Times sobre el Darién

The New York Times relata que esta historia no solo la vive Ramos, sino decena de miles de venezolanos que se encaminan por el Tapón del Darién. La venezolana relató que creía que llegaría a Estados Unidos del mismo modo que amigos y vecinos lo habían logrado semanas atrás.

La mujer, de 45 años de edad, expresó: «Si mil veces me toca venirme, mil veces lo voy a hacer». Ahora es parte de un gran movimiento de venezolanos que caminan hacia Estados Unidos.

Durante el peor período de crisis del país (2015-2018), la detención de venezolanos en la frontera sur de Estados Unidos no superó las 100 personas anuales, según información aportada al  medio por autoridades estadounidenses.

Pero durante este 2022, más de 150.000 venezolanos llegaron a la frontera.

Un viaje mortal

Estos viajeros se arriesgan a muchas situaciones en la selva, entre ellas mortales, porque conocen que Estados Unidos no tiene forma de devolver a muchos de ellos.

Pero en esa travesía suceden hechos tristes e incluso crueles debido a las crisis paralelas que rodean el norte y el sur del continente.

The New York Times, relata que Venezuela, debido a su gobierno autoritario, se convirtió en un país disfuncional que genera diariamente el éxodo de personas que buscan alimentar a sus familias. 6,8 millones de venezolanos salieron desde 2015 del país, según datos de las Naciones Unidas.

Pero ante la pandemia y la inestabilidad económica debido al conflicto en Ucrania, muchos tuvieron que salir de los países suramericanos a los que habían llegado anteriormente, entre ellos Colombia y Ecuador.

El desafío de Joe Biden

La llegada desmesurada de migrantes a Estados Unidos, la mayoría venezolanos, se convirtió en un desafío para el presidente Joe Biden. El mandatario se encuentra atrapado entre un pueblo que exige amparo y la presión de los republicanos para poner límite a los migrantes antes de las elecciones de noviembre.

Los venezolanos no pueden ser deportados tan fácilmente, pese a que el número de detenidos en Estados Unidos alcanzó un alto nivel.

Esto ocurre porque el país norteamericano rompió sus relaciones con Nicolás Maduro y cerró su embajada en 2019. Los agentes estadounidenses permiten a los venezolanos que se entregan a las autoridades que entren al país para procesar su solicitud de asilo.

Batalla política por migración de venezolanos

Esta batalla política por migración se acrecentó debido a las personas que envían los gobernadores republicanos a los demócratas. Entre ellos los que llegaron hace poco a la isla de Matha’s Vineyard, en el estado de Massachussets.

Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo que el gobierno se compromete a crear caminos legales para quienes migren a su país. Con esto esperan que no expongan sus vidas a manos de delincuentes o parajes peligrosos del Darién.

Aunque hasta ahora no presentó ningún plan para estos.

Sin refugio especial para venezolanos

Estados Unidos no ofrece planes de refugios especiales para los venezolanos, explicó Mayorkas.

Aunque esto no es impedimento para los rumores de que se abrieron las puertas en ese país a los venezolanos y que se les ofrecerá ayuda una vez lleguen.

Ramos, quien es enfermera, dejó en Caracas a sus padres y hogar en el que vivió durante 20 años. Su viaje lo hizo con 10 familiares, entre ellos sus nietos y 2 hijas.

«Antes para uno entrar a Estados Unidos tenía que tener visa», dijo Ramos. «Y ahora, gracias a Dios, nos dan un refugio».

Pocos cruzaban el Darién

La peligrosidad de Darién era temida por muchas personas, por lo que pocos lo cruzaban. Solamente el promedio anual de cruces desde 2010 hasta 2020 estaba por debajo de los 11.000, la mayoría cubanos.

El año pasado, más de 130.000 personas atravesaron caminando el Darién. Este año ya han cruzado más de 156.000 migrantes, la mayoría venezolanos.

«Yo de Venezuela me vine a Colombia, trabajé y trabajé», dijo Félix Garvett, de 40 años de edad, que el mes pasado esperaba para emprender el viaje bajo una carpa en una ciudad playera colombiana. «Pero mi mente es muy grande y necesito un futuro para mis hijos».

Inversión en la crisis venezolana

Estados Unidos lleva invirtiendo desde 2017 unos 2.700 millones de dólares en respuesta a la crisis venezolana. Una parte se destina a otros países suramericanos que reciben a venezolanos y la meta era detener la migración hacia el norte. Aunque esa estrategia parece no funcionar.

Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria en Washington, dijo que la avalancha hacia la frontera no es resultado de un cambio entre las gestiones de Trump y Biden. Sino que ahora hay más conciencia entre los venezolanos sobre el hecho de que las autoridades estadounidenses los dejan entrar.

El aumento de migrantes también coincide con grupos que documentan sus viajes a la selva mediante las redes sociales. Una de ellas es TikTok, donde se convirtió en tendencia con la etiqueta selva darién.

Error y mentiras en las redes sociales

The New York Times relata que en esa aplicación hay muchas selfis y videos en el Darién que hacen ver que el camino es fácil, cuando la realidad es que es una caminata más peligrosa de lo que aparenta.

El medio contactó con TikTok para saber si realizaban alguna maniobra que evitara ese contenido peligroso. Sin embargo, anteriormente la empresa dijo no tener planes para deshabilitar esas etiquetas, aunque el medio corroboró que se retiraron algunos videos relacionados que violaban las normas de la comunidad.

Gracias a decenas de entrevistas a lo largo de días de caminata en la ruta, quedó claro que se está gestando una crisis humanitaria como no se había visto antes en el Darién, producto de una combinación de la desesperación, la atracción perdurable del sueño americano y las publicaciones engañosas en las redes sociales, reseñó The New York Times.

Venezolanos son susceptibles a las redes sociales

Diana Medina, líder de participación comunitaria y rendición de cuentas de la Federación Internacional de la Cruz Roja en Panamá, ha estado monitoreando las redes sociales para intentar comprender la información que los migrantes están recibiendo.

Dijo que los venezolanos estaban muy apegados a la tecnología y que eran más susceptibles de confiar en lo que veían en línea, algo que atribuyó al declive de los medios tradicionales en el país.

Esto genera que cada día más personas emprendan el viaje, bajo testimonios positivos que vieron en TikTok. “Bendito sea Dios”, dice el texto de un hombre y su pareja que lloran al vadear un río hacia lo que parece ser Estados Unidos. “La gloria es de Dios”.

Medina señaló que muchos migrante no conocen nada de lo que ocurre en la selva y salen hacia ella arriesgando sus vidas.

Extorsiones en el Darién

Un grupo criminal poderoso controla la zona. Muchos migrantes han sido extorsionados y atacados sexualmente en la ruta. Otros han fallecido en la caminata, o se los llevan los ríos o mueren luego de una caída.

La fuerza policial fronteriza de Panamá dijo recientemente que había hallado los restos de 18 migrantes en los primeros 8 meses del año.

Hace pocos días, miles de migrantes salieron de Colombia rumbo al Darién. Para estos viajeros, sofocados, doloridos e incluso nerviosos, todo era alegría.

Algunos llegaron a decir que la selva no era para tanto, que muchos solo exageraban. Pero los días siguientes se tornaron difíciles.

Cada día era más complicado para ellos reconocer el camino, muchos se separaron tras una caída o alguna eventualidad.

Pasada la frontera de Colombia con Panamá, Romina Rubio, de 23 años de edad, ecuatoriana que vivía en Venezuela, se desmayó en los brazos de su esposo, con un serio dolor en el vientre.

Cuando volvió en sí, se puso otra vez en marcha. Pero en una bajada peligrosa la cuñada de Rubio, Yhoana Sierra, de 29 años de edad, se soltó de una cuerda guía y cayó.

Sierra estaba embarazada y despertó sangrando a la mañana siguiente, probablemente por haber perdido el bebé. En ese momento ya nadie se tomaba selfis.


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