A seis meses de la reapertura de la frontera colombo-venezolana, aún no hay legislación sobre taxis y autobuses venezolanos. Legalmente estos transportes públicos no tienen legalidad de entrar a Colombia.
Los conductores están en un limbo porque no hay compañías de ningún país que les facilite las pólizas contractuales que les permita entrar a Colombia.
Los choferes piden los permisos de responsabilidad civil extracontractual y contractual para el transporte de pasajeros.
El diario La Opinión indicó que autoridades de Cúcuta enviaron un oficio en el que expresaron que ningún vehículo de transporte público fronterizo estaba autorizado para circular en el área.
El documento fue enviado a las secretarías de Tránsito del estado Táchira. El documento aclara que esta decisión obedece a que ningúna empresa ha entregado los requisitos establecidos.
Los documentos deben ser los necesarios y establecidos en el instructivo ABC de apertura de frontera.
Esto cambia la dinámica de transporte de pasajeros en la frontera. Antes, el acuerdo establecía que los taxis y autobuses podían ingresar a Colombia con pasajeros, pero debían regresar vacíos.
Esto les permitía a los taxis prestar el servicio con cierta libertad hasta tanto pudieran normalizar su tránsito y estar solventes con los requisitos.
Anteriormente, cuando Venezuela pertenecía a la Comunidad Andina de Naciones, las pólizas que adquirían en Venezuela servían para el resto de los países miembros. Incluyendo Colombia.
Sin embargo, tras la reapertura, Colombia estableció que las empresas deben adquirir las pólizas para prestar el servicio.
Colombia pide algo que no vende
Los choferes han cumplido con los requisitos. Al acudir a las aseguradoras colombianas ninguna les ofrece la póliza porque los vehículos no son registrados en ese país.
Por su parte, Miguel Peñaranda, director del Área Metropolitana de Cúcuta, confirmó que no hay ninguna línea de transporte público venezolano habilitada para prestar servicio en esa jurisdicción. Esto es porque no cuentan con las pólizas para su habilitación.
Aclaró que este seguro, a diferencia del SOAT, les permite a los conductores de los vehículos cubrir cualquier daño a terceros y a la infraestructura en caso de presentarse algún accidente.
“Es cierto, como ellos dicen, que desafortunadamente no han encontrado una empresa que les ofrezca esas garantías y los avale en el territorio nacional. Nosotros también, de nuestra parte, estamos averiguando. Al parecer hay una entidad bancaria que tiene una póliza en dólares que les serviría”, dijo.