árboles Caracas
Foto Archivo

Pasan los días y, con ellos, más imágenes y denuncias de árboles talados aparecen en redes sociales. El desconcierto crece y activistas, organizaciones y ciudadanos exigen explicaciones: la ciudad va perdiendo su verdor. Aumentan las podas severas y talas indiscriminadas sin que ninguna autoridad o institución se haga responsable, públicamente, del hecho. Mientras el número de árboles en riesgo se incrementan, los ambientalistas afirman que en Caracas, una ciudad catalogada como verde, se está cometiendo un ecocidio.

Las iniciativas para sembrar conciencia y defender la causa por una ciudad arborizada van en aumento. Entre ellas destaca la caminata en defensa de los árboles de Caracas que se realizará este sábado 27 de noviembre. Un grupo de organizaciones y activistas ambientales, entre ellos Cheo Carvajal, Ciudad Laboratorio; Amigos de los árboles del Parque del Este y Ciudad Verde se reunirán frente al Centro Comercial El Recreo, a las 10:00 am. El recorrido abarca tres municipios de la ciudad: Libertador, Chacao y Baruta, zonas donde se han denunciado la mayor cantidad de talas indiscriminadas.

La caminata está promovida como “Nos plantamos en defensa de los árboles de Caracas” en redes sociales. El recorrido tendrá una primera parada a la altura del Bulevar de Sabana Grande para sembrar nuevos árboles. El trayecto terminará a la altura de la autopista Francisco Fajardo y constituye la primera de muchas iniciativas para dar soluciones al problema.

“En los cinco municipios de Caracas hemos sido testigos de una cruzada feroz contra los árboles. Después de años de abandono, sin realizar el mantenimiento sistemático, arremeten reduciéndolos y eliminándolos”, señala la ONG Ecopolítica sobre esta iniciativa.

Y añade: “Por eso un grupo importante de organizaciones ambientales, sociales, urbanas, nos articulamos; no solo para manifestar ante la indolencia y el daño sistemático avalado por alcaldías y otros entes públicos y privados, sino para propiciar acciones reparadoras. Para generar un movimiento que monitoree y defienda nuestro patrimonio verde, y para restituirlo allí donde haya oportunidades”.

Municipios deforestados

Cada vez que se agrede un árbol, la sociedad pierde. Obtener cifras exactas de cuántos han sido talados en la ciudad requeriría un esfuerzo colectivo, de observación y monitoreo continuo, una tarea que se espera lograr en conjunto con más acciones como la caminata de este sábado.

La asociación civil Ciudad Laboratorio ha intentado cumplir con el monitoreo y, por cada recorrido, dejó un registro del arbolado en la en sus “Hilos andantes” de Twitter.  Solo en el mes de junio, en los recorridos número 26, 27 y 28, se registró un total de 151  árboles talados y 71 en riesgo en diferentes zonas de Caracas. Desde entonces, la situación solo ha empeorado: “Actualmente se está recurriendo a podas severas en árboles que no lo necesitan”, denunció Cheo Carvaval, director de la asociación.

La tala desproporcionada se observa en toda Caracas: aceras calurosas con tocones, palmeras en lugar de árboles en la autopista Francisco Fajardo, municipios y parroquias sin árboles. Yrama Capote, presidenta del grupo ecológico San Pedro, estima que cada día se pierde un árbol; si llueve se pueden perder hasta cinco. Aunque la tala aumentó en toda la ciudad, donde más se observa esta práctica, dice, es en los municipios Libertador, Chacao y Baruta.

“Últimamente, las diferentes organizaciones y sectores se han agrupado para defender los árboles porque la tala se ha vuelto desproporcionada en estos municipios. No entendemos por qué. En el caso de Chacao y Baruta hay un reclamo significativo. Las personas se preguntan por qué no están plantando árboles de nuevo”, comenta.

El alcalde de Baruta, Darwin González, no respondió a dos solicitudes de entrevista para esta nota.

Cifras desiguales

El director del Instituto de Ambiente del municipio Chacao, Luigi Di Falco, aseguró que los casos de tala de árboles son muy pocos. Desde el gobierno local solo se autorizaron, en todo el año, 6 talas de árboles que estaban en riesgo inminente, tal como lo señala la Ley de Bosques. El reglamento establece que el poder municipal puede otorgar autorizaciones para la tala con fines de seguridad y mantenimiento, solo después de comprobar por medio de estudios técnicos avalados por profesionales que el árbol sí representa un riesgo.

Sus cifras son sorpresivamente bajas si se comparan con el registro de Cheo Carvajal en su “Hilo Andante número 26” realizado en el mes de junio de 2021. Solo en ese recorrido, Carvajal registró 8 árboles eliminados, 12 amenazados y 3 podas severas en la calle El Carabobo, mientras que contabilizó 18 árboles eliminados, 20 amenazados y 8 podas severas en la  Calle La Alameda de Chacao.

La tala no es la solución, asegura Argelia Silva, exdirectora ejecutiva del Jardín Botánico y profesora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (UCV). “Cada árbol de la ciudad cumple una función a favor del ambiente y del ser humano, por lo que se deben agotar todas las posibilidades para encontrar un equilibrio”, explica.

Árboles Caracas
Ficus talado | Foto Ciudad laboratorio

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló en un estudio que se necesita un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejor aire y mínimo de entre 10 y 15 metros cuadrados de zona verde por habitante. Di Falco aseguró que en el municipio Chacao, según los registros del Instituto de Ambiente, hay un total de 7.000 árboles. La cantidad hace posible que Chacao cuente con 80% de áreas verdes, un porcentaje que cumple con lo establecido por la OMS.  “Tenemos, además, un vivero en obras públicas para adecuar los árboles y sembrar aproximadamente 500 más”, asegura.

Sin embargo, las cifras que ofreció son diferentes, una vez más, a las dadas por los activistas ambientales.  En 2018 Cheo Carvajal coordinó un Estudio de Caracterización de los Espacios Públicos de Caracas junto con el Banco de Desarrollo de América Latina. La investigación arrojó que Caracas tenía para la fecha 7.066 árboles de los 14.000 necesarios por cada 8-10 metros. Actualmente, Di Falco sostiene que en el municipio hay 7.000 árboles. Es decir, según los registros del Instituto de Ambiente, Chacao cuenta este 2021 con la misma cantidad de árboles que había en toda la ciudad en 2018.

Di Falco no especificó si entre esos 7.000 árboles están incluidos los que han sido talados recientemente o si se sembraron otros. Tampoco negó que la tala esté ocurriendo en el municipio. “Los que se han talado, porque sí se ha talado cierta cantidad de árboles en Chacao, lo hicieron con permisos del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec). Cuando sale un permiso del Minec, nosotros como instituto no tenemos ningún tipo de injerencia, no podemos intervenir. No podemos hacer absolutamente nada”, afirma.

¿Quién es responsable?

El abogado especialista en derecho ambiental y presidente de la Fundación Ambiental Internacional Vida Verde (Funvive), Manuel Díaz, explicó que existe un marco legal que protege los árboles de Caracas.  “Un árbol se debe cortar solo cuando está enfermo o pone en riesgo la salud de las personas y las propiedades. En el caso de un árbol muy grande, lo ideal sería tener una tala controlada. Para poder hacer una tala total, un funcionario debe autorizar el proceso después de realizar un análisis pertinente del caso”, explica.

El reglamento está contenido en la Ley de Bosques, en la que se estipula que es el poder municipal quien otorga la autorización. “La autoridad municipal debe firmar un permiso. Existen las talas controladas y no precisamente se trata de una deforestación. Pero, si es el municipio el que está fomentando la tala o los cortes de los árboles de manera indiscriminada, sí se está incurriendo en un daño al ambiente”, afirma.

El abogado asegura que si las autoridades municipales están observando una destrucción de la vegetación por parte de instancias superiores, como el Minec, lo correcto sería exigir que se cumpla con la Ley de Bosques. “Si la autoridad municipal ve que otra institución está causando daños con impacto ambiental, está en el deber de exigir la permisología requerida para tales acciones. Allí empieza el conflicto de intereses entre el ministerio y el municipio”, comenta.

Árboles Caracas
Fotografía de los restos de un árbol, el 2 de agosto de 2021, en Bello Monte, Caracas | Foto EFE

Tanto los municipios como el Minec así como también algunas empresas privadas pueden tener acceso a la maquinaria para talar árboles, explica Díaz. Sin embargo, eso no implica que cualquiera con una de estas máquinas pueda incurrir en la tala ilegal sin pensar en las consecuencias.

Las ordenanzas municipales establecen que por cada árbol talado se deben plantar 8 para resarcir el daño. A esta exigencia, en algunos casos, también se les aplica una multa monetaria. “La penalización se aplica cuando se destruye la vegetación y queda comprobado. En el pasado la multa estaba contemplada entre 20 a 3.000 Bs. Ahora, esa multa es irrisoria, ni siquiera se sabe cuánto es el monto y se presta a muchas irregularidades”, explica Díaz.

En el caso de Chacao, Di Falco señaló que como Instituto de Ambiente sí están al tanto de las denuncias de talas ilegales. Para ello, tienen un departamento de ayuda al ciudadano donde se activan los inspectores ambientales cuando se recibe una denuncia. “Si alguien está talando un árbol sin permiso, levantamos un informe, se le aplica una multa y de allí el procedimiento pasa a orden de fiscalía”, comenta. Sin embargo, no detalló cuál es el monto de la multa ni qué sucede después de que el caso pasa a manos del fiscal. Tampoco explicó dónde se plantan los 8 árboles exigidos por ley o de qué especie son.

Este es otro factor que denuncian las organizaciones y los activistas. No solo se está incurriendo en la tala de árboles sanos sino que los que plantan luego no cumplen con las características requeridas. Este es el caso de las palmeras en la autopista Francisco Fajardo, las cuales no ayudan a contrarrestar el calor ni absorben el carbono como sí lo hacen los árboles talados.

Árboles, aliados contra el cambio climático

Caracas tiene una gran diversidad de árboles como la caoba, el cedro, el pardillo negro, el acapro y el saqui-saqui, que, por ley, están protegidos y se les debe hacer el mantenimiento adecuado. Cheo Carvajal explica que a los árboles se les debe realizar un tratamiento fitosanitario para controlar enfermedades y amenazas como la tiña, que parecen niditos de pájaros, pero no lo son.

“Son plantas epífitas que se alojan en la rama, no se alimentan del árbol pero se reproducen y colonizan las ramas e impiden que estas cumplan su función”, explica Carvajal. También están el  guatepajarito, el gusano de la palma, los hongos y otra gran cantidad de enfermedades que pueden acabar con la vida del árbol.

Árboles Caracas
Las causas por las que se lleva adelante la tala de árboles no son las que deberían ser | Foto EFE

Además de las enfermedades, Carvajal señaló que se deben realizar las podas de manera adecuada. “Algo que antes se hacía, pero ya no, es colocar alquitrán vegetal después de podar el árbol. Además, los cortes deben estar bien hechos, no pueden desgarrar la corteza, debes ser limpios y se debe impedir que la lluvia ingrese. Hay una serie de cosas que deberían hacerse, pero no se están haciendo”, aseguró.

A su juicio, no hay material técnico en las alcaldías para realizar el mantenimiento necesario y los presupuestos asignados no alcanzan. “El tratamiento no puede hacerlo cualquiera, tiene que haber gente formada para eso y en este momentos en las alcaldías ese es un fallo grave porque no lo tienen, no tienen ni presupuesto ni interés en el cuidado de los árboles”, denuncia.

La historia de la tala indiscriminada de árboles en Caracas no es nueva. Pero no deja de ser alarmante por las consecuencias que trae para la ciudad. Al talarlos, aumenta el calor y se eliminan las oportunidades de captar CO2 para producir el oxígeno. La profesora Argelia Silva explicó, además, que los árboles mitigan los efectos del cambio climático.

“Mejoran la calidad del aire al capturar partículas contaminantes en sus hojas, favorecen la biodiversidad urbana porque son refugio y alimento de múltiples especies y contribuyen a mejorar la salud de los habitantes al conectarlos con la naturaleza. Una ciudad verde es una ciudad saludable, donde sus habitantes van a tener una mejor calidad de vida”, comentó.

Destacó que el paisaje verde es un factor que incrementa el valor de las viviendas. “La tala indiscriminada revierte todos estos beneficios y viola el derecho ciudadano a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado que consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Sin árboles tendremos una ciudad con altas temperaturas, contaminada, y sin diversidad biológica.

Con ella concuerda Yrama Capote, quien destacó que los motivos por los que se talan los árboles no son suficientes comparados con los beneficios que se pierden. “A veces los talan porque ensucian, porque tiran piedras, porque se trepan los ladrones. El árbol es un enemigo en Caracas. Algunas personas no valoran su significado”.

Ecopolítica como solución

Las denuncias son muchas y las propuestas de soluciones por parte de los activistas también lo son. Cheo Carvajal propuso una conexión directa entre el monitoreo y observación del arbolado urbano y las instituciones para exigir que cese la tala. A su juicio, hay que trabajar en conjunto reforestando la ciudad. “Para ello hay que entender que estas instituciones no tienen suficiente presupuesto y necesitan apoyo”, comenta.

También es importante la concientización en la población. “Pensar que el árbol tiene vida y que tiene derecho a vivir es una idea que a muchas personas les parece extraño. Eso debería ser un pensamiento y una formación de los ciudadanos así como entender todo lo que implica la relación con el árbol. Hay que fortalecer las instituciones que cuidan los árboles y de allí vendrá una cultura de cuidar y protegerlos”, explicó.

A esto Manuel Díaz le sumó, además, el aspecto político: debe dársele prioridad a la ecopolítca en la gestión pública. “Los municipios deberían resguardar programas digitales que indiquen cuántos árboles están plantados, cuánto oxígeno generan. Se debe tener como prioridad la gestión ambiental. Más que leyes, debe haber un nivel de consciencia en los ciudadanos”, afirma.

Silva, por su parte, propone que se sensibilice al ciudadano sobre el valor de los árboles, su importancia y los beneficios que le aportan en su vida cotidiana. Es así como se generará el compromiso con la preservación y defensa del patrimonio verde. “Reforestar debe ser una política permanente de las autoridades con la gente de la localidad. Se debe planificar, identificar espacios, recuperar los espacios donde había árboles, eliminar los árboles muertos de pie, incluidas sus raíces, para sustituirlos por un nuevo árbol. Además se debe seleccionar las especies adecuadas, crear viveros, activar alianzas con universidades, colegios, instituciones, sector privado, para generar acciones a mediano y largo plazo, que acompañen el desarrollo y crecimiento de cada árbol plantado”.

Las palmeras de la autopista | Foto Archivo

Silva señaló que las solicitudes de comercios, construcciones o nuevos propietarios de viviendas que pidan talar un árbol porque les molesta en su fachada o porque requieren más espacios para sus vehículos, no deben autorizarse. “Las autoridades deben ser cuidadosas al momento de otorgar permisos y solo darle curso en aquellos casos que se han agotado todas las alternativas y posibilidades de preservación”.

Con ella concuerda Capote, quien también apoya las sanciones como una forma de evitar la tala indiscriminada. “Las instituciones deben tomar medidas, algunas veces acuden, pero tarde o no le hacen el seguimiento necesario. Todos deberíamos unirnos para defender nuestros árboles y vegetación”, concluye.


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