Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones, instó a que se repitan las necropsias practicadas a las 68 personas, 66 presos y 2 mujeres que visitaban a reclusos, que murieron el miércoles 28 en la madrugada en el calabozo de la Comandancia de la Policía de Carabobo.

Las autopsias a los presos, realizadas por patólogos del Senamecf que se trasladaron desde Caracas a Valencia, determinaron que la causa de muerte, en todos los casos, fue asfixia por inhalación de gas, sofocación debida al confinamiento en espacios cerrados y quemaduras en las vías respiratorias, según el informe médico forense que se conoció extraoficialmente. No obstante, Prado argumentó que es necesario descartar dudas y recordó el caso de la masacre de Vista Hermosa, en el que los protocolos de autopsia señalaban una causa, pero al repetir los procedimientos se reveló que los cadáveres presentaban tiros descendentes en la cabeza. “Cuando hay todo ese tipo de hechos, los únicos testigos son los policías y los presos que sobrevivieron”, dijo.

El intento de fuga es la hipótesis que cobra más fuerza como causa del incendio que ocasionó la muerte de 68 personas, de acuerdo con las cifras oficiales. A pesar de haber transcurrido tres días del suceso y de haber comenzado las investigaciones, aún se desconocen los motivos por los cuales se inició el fuego. Entre los escenarios investigados, en primer lugar se tiene que los presos habrían pensado en secuestrar a un funcionario policial pero fallaron en el intento, y luego decidieron quemar los colchones a fin de obligar a los custodios a abrir las rejas para realizar una fuga masiva.

Prado indicó que en esos calabozos policiales había una población de 180 presos aunque solo hay capacidad para 30 personas, lo cual se traduce en 600% de hacinamiento.

También manifestó que “ninguna de las hipótesis se pueden descartar, todas se tienen que investigar”. Puntualizó que otra de las versiones que se manejan es la de un presunto enfrentamiento entre presos por el control de los calabozos y que, supuestamente, los privados de libertad fueron rociados con gasolina.

La ONG Una Ventana a la Libertad responsabilizó a la ministra Iris Varela por lo ocurrido.

Prado recordó que en el país ha habido, incluido este último, cuatro casos de muertes de presos por incendio. El primero de ellos ocurrió en Sabaneta en 1993, en el que murieron 109 privados de libertad en un enfrentamiento entre bandas. En 1996 acaeció el de La Planta, en el que funcionarios de la GNB quemaron a los presos, y hubo también el que se propagó en la sede del Instituto Nacional de Menores en San Félix, estado Bolívar, en 2005, donde murieron siete menores de edad calcinados.

El OVP afirmó que en los calabozos policiales del país hay 32.600 detenidos y apenas cuentan con una capacidad para 8.000 personas.

La Conferencia Episcopal también pidió que se investigue el hecho y envió sus condolencias a los familiares de las víctimas.


Cifra

32.600 detenidos permanecen en los distintos calabozos policiales en el país, en los cuales solo hay capacidad para 8.000 presos.


Gobierno indicó que asistirá a familiares

Tres días después de la muerte de 68 personas, el gobierno, a través de un comunicado de la Cancillería, aseguró que “se ha acordado el otorgamiento de medidas de reparación de conformidad con lo establecido en la Constitución” por los hechos ocurridos en la sede de la Comandancia de la Policía del estado Carabobo. Además, anunció que se activarán los “protocolos necesarios para la protección integral de cada una de las familias afectadas, así como la atención a las personas que resultaron lesionadas”.

En el texto también se exhorta al Ministerio Público para que inicie las averiguaciones pertinentes con la finalidad de determinar las causas y los responsables de lo sucedido.

Humberto Prado, coordinador del OVP, señaló que el gobierno ofreció declaraciones al respecto dos días después de lo ocurrido y que “durante el primer día, en vez de informar sobre la situación a los familiares, les respondieron con golpes y bombas lacrimógenas”. Informó que 40 presos fueron enterrados en el Cementerio Municipal de Valencia el viernes santo.

En el ojo del mundo. Las infames condiciones de los presos hacinados en tres angostos calabozos han sido difundidas por medios internacionales. En el lugar donde ocurrió el motín había entre 170 y 180 detenidos que dormían apretados, según relató un familiar de un fallecido al diario ABC de España, el cual junto con El País y BBC Mundo han dedicado espacio a la tragedia ocurrida en Policarabobo.


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