Más de ocho horas duró una situación de rehenes en los calabozos de la Dirección Nacional de Vehículos de la policía judicial. Los detenidos en la celda más grande violentaron la reja a las 5:00 am y, según fuentes del Cicpc, tomaron a cuatro funcionarios que estaban de guardia en la sala de custodia de evidencias. En el proceso, además, se apoderaron de un arma de fuego, utilizada para herir al detective de la subdelegación Oeste Rey Duque. Los otros agentes que pernoctaban en esa instalación, ubicada en Quinta Crespo, lograron rescatar mediante negociaciones al herido y a tres de sus compañeros que permanecían cautivos. Fueron llevados al Hospital Militar. A las 6:30 am entró al lugar una comisión integrada por una representante de la Defensoría del Pueblo, un fiscal del Ministerio Público y la mamá de una de las personas que permanecían detenidas. Los presos entregaron una carta en la que exigían el traslado inmediato a Tocorón en el estado Aragua o a cualquier otro internado judicial. Esmerly Blanco, en nombre de los familiares de los detenidos, indicó que el hacinamiento en esas celdas es tal que los 200 privados de libertad no pueden dormir al mismo tiempo. Relató que el motín se precipitó cuando uno de los funcionarios supuestamente arrojó agua a los detenidos, a las 3:00 am. Durante la mañana, los alrededores de la edificación fueron rodeados por oficiales de la brigada de Orden Público de la Policía Nacional Bolivariana. Adentro, las acciones policiales eran comandadas por el subdirector del Cicpc, Douglas Rico. Las autoridades convinieron en trasladar a varios detenidos a otros recintos. A las 11:30 am llegó al lugar un ?camión jaula? del Departamento de Aprehensión de la policía judicial. De inmediato comenzaron a salir los presos de las celdas ubicadas en el sótano de la instalación. Poco después de la 1:00 pm los detenidos restantes entregaron al funcionario. Se indicó que estaba sano y salvo. Este fue el tercer incidente con detenidos en la Dirección de Vehículos del Cicpc. Los casos anteriores fueron una evasión y un conato de motín, ocasionados también por el hacinamiento y los malos tratos a los detenidos.


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