A José Luis Maldonado, propietario de un kiosco en la avenida Sucre de Catia donde vendía periódicos, lo hallaron muerto el pasado miércoles en el interior de una habitación de una pensión en la que se hospedaba. Estaba amarrado, desnudo y con una bolsa en la cabeza.

La pensión está ubicada en la avenida José Ángel Lamas, cuya dueña fue quien avisó a los parientes de Maldonado ya que de la habitación  emanaba un olor fétido a descomposición.

En la medicatura forense de Bello Monte sus parientes mostraron asombro el fin de semana ante lo que definieron como “una de las peores muertes que puede sorprenderle a un ser humano” e indicaron que en la actualidad el delincuente actúa con una carga de maldad, más acentuada que en épocas pasadas.

Para el abogado y criminólogo Fermín Mármol García, el delincuente es “más arrojado y agresivo, y ha aprendido del día a día; por ello tiene más capacidad operacional para realizar su actividad delictiva. Invirtió para comprar a los policías y resguardar su identidad, se mueve en motos y carros, y cuenta con un armamento especializado, mejor que el de los policías”, detalló.

A juicio del especialista en temas de violencia y crimen organizado, el sistema ha convertido al delincuente actual en un fenómeno social que evoluciona y se perfecciona, debido a las faltas de políticas para combatir al hampa.

“El delincuente hoy día actúa en Caracas sin mayores problemas, porque amplió sus rutas de escape. Recordemos que hace pocos años atrás el hampón se limitaba al espacio geográfico que lo rodeaba. Actualmente, tiene muchas más facilidades para trasladarse por toda la ciudad”, explicó Mármol García.

Agregó que el delincuente sabe cuáles son las zonas en las que puede actuar con mayor libertad: “ En el municipio Baruta el delincuente es experto en robo y hurto de vehículos. En el municipio Sucre el hampón es atracador de camioneticas por puesto y colas, mientras que en Libertador se da más el robo de motos y arrebatones de teléfonos y bolsos a las damas. Finalmente, en Chacao se dan robos de vehículos y en El Hatillo, robo en residencias y hasta secuestros”.


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