Wilmer Ramón Lara González, de 39 años de edad, estuvo dos días desaparecido. Sus familiares lo encontraron en el hospital Doctor José Gregorio Hernández, en Los Magallanes de Catia. Presentó múltiples contusiones, muchas de ellas en la cabeza.

El miércoles en la tarde Lara estuvo reunido con varios amigos en la calle El Lago, zona donde residía. Se despidió e indicó que iría al bulevar de Catia a comprar algunos víveres, pero no retornó a su casa.

El día jueves, allegados a Lara emprendieron su búsqueda en comisarías sin obtener respuestas de su paradero. El viernes, varios familiares acudieron a algunos hospitales y en Los Magallanes de Catia les informaron que médicos de la emergencia habían registrado el ingreso, el miércoles en la noche, de una persona inconsciente y mal herida que encontraron en la calle.

Lara murió en ese hospital cuatro horas antes de la llegada de sus parientes. Su cadáver estaba listo para ser ingresado a la sede de la medicatura forense en Bello Monte.

A la espera del acta de defunción, su familia indicó que desconocen los motivos por los cuales lo golpearon. “Era un hombre que no tenía problemas con nadie. Golpearlo y dejarlo en la calle es un acto cruel”, indicó un pariente que prefirió no identificarse. Lara era el mayor de tres hermanos.

También les pegaron. Otros dos hombres murieron en circunstancias similares. Las víctimas respondían a los nombres de Williams José Navas Mendoza, de 39 años de edad, y Ronny Mota, de 24 años de edad. Ambos salieron el domingo a las 9:00 am de un sector de Caricuao. Se desplazaban en una moto Suzuki, color blanco, con destino a la redoma de Ruiz Pineda para buscar a la esposa de Mota que trabajaba en esa zona vendiendo café, pero nunca llegaron al lugar.

Ambos grupos parentales se hablaron por teléfono dada la ausencia de los hombres y ninguna tenía detalles sobre su paradero.

El lunes en la mañana el jefe de Navas se comunicó con su familia para conocer los motivos de su ausencia en el lugar de trabajo, un taller mecánico ubicado en la sede de la División de Contrainteligencia Militar en Boleíta, donde se desempeñaba como ayudante en el oficio desde hacía nueve años.

“Le dijimos a su jefe que estaba desaparecido y dada su jerarquía en el organismo gestionó su búsqueda en sectores de Caricuao. En el cuadrante de la Guardia Nacional Bolivariana de Ruiz Pineda, los funcionarios a cargo le informaron que a las 12:00 de la noche vecinos les reportaron sobre dos hombres heridos a golpes en la cabeza, que estaban en las adyacencias al Materno Infantil. La GNB acudió al lugar y luego los trasladó al hospital Miguel Pérez Carreño donde murieron el lunes a las 2:00 am”, relató un pariente de Navas que no quiso dar su nombre.

La moto en la que se desplazaban las víctimas no aparece. El caso es investigado por la delegación Noroeste del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Antímano.


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