A las 5:30 am del pasado domingo un grupo salió de una fiesta en la parte alta del barrio El Campito de Petare. A esa hora Abelardo Negrín Flores, de 46 años de edad, le pidió a su mamá 500 bolívares para comprar cigarros en una bodega cercana. No permitió que la madre hiciera la compra como era su costumbre.

Simona Flores contó que se oyó una detonación y se preocupó porque su hijo, que era esquizofrénico, estaba en la calle y comenzó a gritar: «Abelardo, sube rápido» pero no respondió y llegó bañado en sangre. Uno de los asistentes a la fiesta  le había dado un cachazo en la cabeza con el arma que portaba.

Luego le dijo a su mamá. «Vamos a correr que viene con pistola».

Enseguida llegó un hombre armado que apuntó en la cabeza a la madre. Le dijo: «No me vayas a matar a mi pure». El individuo, al que llaman Black le dio 2 disparos. A Negrín lo trasladaron al Hospital de El Llanito.

«Lo tiraron en el piso como un perro», dijo la madre que agregó que el médico de guardia dijo que no había insumos para atenderlo y que lo enviarían al Hospital Perez de León de Petare, pero murió antes del traslado.

Flores dijo que su hijo estaba desesperado porque no encontraba los medicamentos para su enfermedad.

Otro de sus hijos, Javier Negrin Flores, de 32 años de edad, fue ultimado un 4 de diciembre de un año que no recuerda, en un intento por robarle un carro.

Ella trabajó como enfermera en el Hospital Perez de León de Petare y la maternidad.


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