El largo proceso judicial de 13 meses, lleno de incidencias y aplazamientos, terminó. El juez de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Paul Crotty, condenó a Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la primera dama Cilia Flores, a pagar una pena de 18 años de prisión por los delitos de conspiración para importar 5 o más kilogramos de cocaína a Estados Unidos desde un país extranjero y distribuir la misma cantidad de droga con la intención de ser importada a ese país.

A solicitud de sus abogados, el juez ordenó la reclusión de ambos sentenciados en la cárcel Coleman, en el estado de Florida, donde tendrán que pasar 16 años y 1 mes debido a que debe computarse en la pena los 2 años y 1 mes que llevan detenidos bajo proceso penal. También impuso una multa de 50.000 dólares como parte de la pena.

Campo Flores y Flores de Freitas fueron arrestados el 10 de noviembre de 2015 cuando asistieron a una reunión en Puerto Príncipe con informantes encubiertos de la DEA que participaron en la operación que se inició a mediados de ese mismo año y que conllevó a su detención y posterior traslado a Nueva York para su enjuiciamiento.

De acuerdo con los documentos oficiales, ambos hombres fueron cabecillas de una conspiración en la que participaron cinco o más personas, que tenía como objetivo transportar droga hacia territorio estadounidense, proveniente del grupo terrorista FARC. 

El gobierno los acusó y durante el proceso judicial contaron con varios equipos de abogados defensores de costosos escritorios jurídicos que desataron grandes controversias por sospecharse que los honorarios pudieran provenir de las arcas del tesoro venezolano. 

La defensa de los sobrinos fue finalmente asumida por Randall Jackson y John T. Zack, de la prestigiosa firma  Boies, Schiller & Flexner LLP; y de  Michael D. Mann y David M. Rody, del bufete Sidley Austin LLP. Las facturas fueron pagadas por el empresario, Wilmer Ruperti, vinculado al gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez, quien casualmente obtuvo un jugoso contrato petrolero para la fecha en que estos hechos ocurrieron.

Preet Bharara, quien entonces ocupaba la Fiscalía de la Distrito Sur de Nueva York, se encargó de blindar el caso con pruebas contundentes sobre la base de la investigación realizada por agentes de la DEA, que se valieron de testigos e informantes secretos que suministraron evidencias en contra de Campo Flores y Flores de Freitas.

Los juristas diseñaron una estrategia consistente en desprestigiar, tanto la investigación de la agencia antinarcóticos, el procedimiento de arresto –denunciado como secuestro por la defensa–, como a los testigos e informantes, y las pruebas recabadas por estos. Sostuvieron durante todo el juicio que los sobrinos de la pareja presidencial venezolana fueron objeto de una trampa esgrimida por los agentes del gobierno y sus cooperantes.

Entre los días 7 y 18 de noviembre de 2016, un jurado integrado por 12 personas declaró culpables a Campo Flores y Flores de Freitas de los cargos que se les imputaron.

Luego de las tres prórrogas solicitadas por la defensa y una audiencia de argumentos, el juez de la causa leyó ayer la sentencia que condena a los sobrinos de Flores a estar presos en Estados Unidos.}


EE UU pidió al gobierno garantías a Joshua Holt

El portavoz del Departamento de Estados de Estados Unidos, Heather Nauert, emitió un comunicado ayer en el cual señala que esa nación sigue extremadamente preocupada por la salud y el bienestar de Joshua Holt, que continúa deteriorándose bajo la custodia del Sebin, la agencia de inteligencia venezolana.

“Su vida no debería ponerse en peligro”, aseveró e insistió en que liberen lo más pronto posible al misionero de Utah, como ya lo ha hecho en reiteradas ocasiones durante las últimas semanas. Joshua Holt, de 25 años de edad y mormón estadounidense, fue detenido el 30 de junio de 2016 en su casa ubicada en las afueras de Caracas, luego de ser acusado de presunta conspiración contra el gobierno de Nicolás Maduro. Holt vivía con su esposa, Thamara Caleño, de nacionalidad venezolana, luego de conocerla por Internet y haber viajado al país para estar con ella y sus dos hijas pequeñas, y regresar todos juntos a Estados Unidos. Ambos fueron arrestados luego de hallarse supuestamente una AK-47 y una granada en la vivienda de la pareja. Carlos Trujillo, abogado de Holt, dijo que su defendido sufre de náuseas y vómitos.


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