Harry Josué Palma Marquina, de 24 años de edad, mecánico de buses que también laboraba en el centro comercial Propatria, fue ultimado de un tiro en el corazón, por una comisión del FAES, el pasado lunes en las adyacencias del kilómetro 6 de El Junquito.

La denuncia la hicieron allegados a la víctima que explicaron que el joven vivía con su abuela, de 75 años de edad, quien fue sacada de la residencia y trasladada por los policías al módulo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Propatria.

El cadáver de Palma Marquina fue ingresado al Hospital Periférico de Catia, a las 7:30 am. Para matarlo uno de los policías lo colocó en la cocina y le disparó desde la sala.

El testigo del hecho relató que al hermano morocho de la víctima le pidieron la cédula de identidad para radiar sus datos a fin de conocer si tenía solicitud o prontuario policial y al resultar negativo le devolvieron el documento.

A una hermana de Palma Marquina que llegó al sitio la amenazaron con matarla y la llamaron malandra. La despojaron de su cédula de identidad.

Otro allegado indicó que al mecánico de buses le quitaron 65 dólares para no ultimarlo, sin embargo, le quitaron la vida. De la casa se llevaron dinero efectivo, ropa del fallecido y perfumes.

Un allegado aseguró que a la víctima le sembraron una pistola y droga. Cuando llegó la comisión de la policía científica para hacer la inspección del sitio del suceso las FAES había limpiado el lugar.

El viernes de la semana pasada funcionarios de las FAES se llevaron preso a Palma Marquina al módulo de la PNB en La Quebradita y luego lo abandonaron en el kilómetro 16 de la vía de El Junquito.

La víctima estuvo preso tres años y medio pero salió en libertad por buena conducta y estaba a presentación.  


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