La estudiante de derecho Yenny Carolina Medina Oliveros, de 39 años, quien a pesar de no tener su título de abogada ejercía su profesión de manera independiente, fue asesinada por un cliente implicado en organizaciones criminales. Los restos de Oliveros fueron hallados con disparos en la cabeza junto al de Kendry Saúl Villasmil Durán, de 21 años, taxista que trasladó a la mujer al complejo Okinawa de Maracaibo, lugar al que fue citada, reseñó Versión Final.Medina estaba a dos semanas de recibir su título de abogada. Su función era realizar el enlace con los tribunales, lo que le habría costado la vida. Fuentes ligadas a la investigación detallaron que la víctima concretaba un negocio con presuntos delincuentes y por razones aún desconocidas, hubo varios inconvenientes, lo que provocó que su cliente preparara la estocada.Las autoridades aseguraron que el taxista fue asesinado por los antisociales porque no querían correr riesgos por dejar testigos.
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