Cuando se encontraba en la segunda planta de su casa, en el barrio San Andrés en El Valle, Jesús Leiva, de 66 años de edad, fue herido por una bala perdida y murió. Leiva había cerrado su charcutería, ubicada en la misma zona, mientras se desarrollaba un enfrentamiento entre manifestantes contra la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana. 

El comerciante había llegado a su casa cuando ya habían cesado las protestas. Sin embargo, entrada la noche hubo un tiroteo. Leiva recibió el impacto de una bala perdida en el brazo izquierdo con salida en el brazo derecho.

Para irrumpir en la casa de Jesús Leiva, la PNB rompió la reja y lo trasladaron al ambulatorio de Coche. Llegó sin signos vitales.

Ya dadas las 4:00 am, desde el centro de salud llamaron a su hijo Nelson Jesús Leiva, quien vive en los Valles del Tuy, para comunicarle el fallecimiento de su padre.

Nelson Leiva, quien ayer esperaba la entrega del cadáver en la morgue de Bello Monte, indicó: “Lo que pido es justicia. Mi papá era una persona sana y se dedicaba solo a su negocio”.

Los familiares tenían planificado sepultarlo en el Cementerio del Este, pero debido a que le realizaron la autopsia en el Hospital de Coche, no tenía los permisos correspondientes ni el registro civil con su respectiva acta de defunción. Por ello enviaron a su hijo a la jefatura de El Valle en primer lugar, pero allí le negaron la solicitud. Fue remitido entonces a otra dependencia de la Alcaldía de Libertador, donde también le rechazaron la emisión de los documentos y finalmente lo enviaron a la morgue de Bello Monte a resolver la situación.

Yñigo Jesús Leiva dejó a dos hijos adultos y el Cicpc realizaba ayer una investigación en la zona para determinar de dónde pudo provenir la bala.


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