El estado Táchira ha sido el protagonista de múltiples apagones o cortes constantes de energía eléctrica, impidiendo la operatividad de negocios, instituciones y el desarrollo de los estudiantes.
Tal es el caso de Roxan Rivas, una joven estudiante de 23 años de edad que cursa Español y Literatura en la Universidad de Los Andes núcleo Táchira -ULA-. Ella compartió su experiencia en medio de apagones eléctricos y dificultades tecnológicas.
Roxan relató a NTA que al llegar a casa se enfrenta con los apagones que se registran diariamente en el Táchira. «A las 7:00pm, se va la luz y no regresa sino hasta las 11:00pm. Ya a esa hora, estoy exhausta después de un día de trabajo y estudio».
La situación afecta a muchos estudiantes, ya que una parte de las actividades académicas son virtuales. «Aquí estoy, intentando conectarme a internet en lugares donde no hay luz. Todo lo tengo descargado previamente, porque nunca se sabe cuándo volverá la electricidad después del apagón».
La lucha por mantenerse al día con las asignaciones es constante. «No podemos darnos el lujo de perder tiempo. A veces, incluso las pruebas en línea se ven afectadas. Una compañera perdió sus respuestas, porque se registró un apagón en Táchira, justo cuando estaba presentando un examen crucial».
No solo sus estudios sino su trabajo se ve afectado por los apagones que se registran en Táchira
Roxan divide su día entre su emprendimiento, y sus responsabilidades académicas. «Trabajo en mi negocio por las mañanas y luego doy clases de inglés hasta la tarde. Al llegar a casa, me enfrento a la falta de electricidad y trato de avanzar en mis tareas universitarias mientras haya internet disponible».
En cuanto a las clases presenciales, Roxan mencionó que en algunas oportunidades deben presentar exámenes oscuras. «El semestre pasado, tuvimos dos exámenes a oscuras debido a los apagones. Sin embargo, hay algunas aulas con mayor iluminación natural que otras».
Los apagones continúan registrándose diariamente en el estado Táchira. Los cortes de energía se intercalan por bloques de 4 horas. Esto afecta el suministro de combustible, la movilización en las avenidas ante la falta de semáforos, la productividad económica, y también a los jóvenes estudiantes y emprendedores de la región.