Eduardo Stein, representante de la Organización de las Naciones Unidas para los migrantes y refugiados venezolanos, aseguró que los venezolanos que se encuentran en todo el mundo están en una condición de doble vulnerabilidad, porque no solo son migrantes sino que están sufriendo las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.
Stein dijo a la Voz de América que más de 5 millones de venezolanos, si se toma en cuenta los que están en los países del norte en Europa, se encuentran en una grave situación porque muchos han perdido sus empleos y viviendas.
Para ayudar a esta población, este martes 26 de mayo se llevará a cabo la Conferencia internacional de donantes en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos, que busca recaudar fondos para asistir a este grupo, así como a los países receptores en medio de esta pandemia.
El evento fue convocado por la Unión Europea y el gobierno de España, con el apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones. Entre los participantes están alrededor de 60 países, instituciones financieras internacionales y representantes de la sociedad civil.
“Somos convocantes de esta reunión precisamente para garantizar que todo el déficit enorme que venían cargando estos migrantes venezolanos y refugiados venezolanos, que se ha agravado y multiplicado con la pandemia, no se quede sin atención”, dijo Stein.
También hizo énfasis en cómo los países receptores se han visto afectados por la pandemia, dejándolos sin medios para ayudar a los migrantes.
“Colombia, Ecuador, Perú y Chile habían hecho lo imposible por acomodar este flujo migratorio de manera que se integraran en comunidades de recibo, comunidades de acogida, a la vida económico social regular de esos países. La pandemia vino a desbaratar todo eso”, afirmó Stein.
El representante de la ONU también señaló que la conferencia persigue un doble interés. Por un lado, porque existe una corresponsabilidad en materia humanitaria para atender a esta población que se ha quedado en un limbo y por otro, el interés de los propios países para evitar que esta población recurra a la migración ilegal en su intento de retorno a Venezuela y se conviertan en un multiplicador de contagios de covid-19.