Es absurdo que el gobierno de Nicolás Maduro acuse a Roland Carreño de ser un terrorista, dice su familia. Está arbitrariamente detenido desde el 26 de octubre de 2020, hace hoy justamente un año. Tiene claro que la libertad del periodista depende solo de una decisión política y confía en que haya justicia, aunque sea divina.
El que conoce a Roland Carreño sabe que no es capaz de cometer algún delito, expresó su madre Josefina Gutiérrez en una conversación con El Nacional. Lamenta que su hijo, con un talento nato para la organización, haya comenzado a trabajar con el partido político de oposición Voluntad Popular, que lidera el opositor Leopoldo López.
«Lamentamos cuando se puso con que era amigo de esta persona y dijo que lo iba a ayudar porque necesitaban a alguien que organizara a Voluntad Popular, que era mucho cacique y poco indio. Entonces lo organizó hasta el último pueblo de Venezuela porque Roland tiene esa capacidad, pero no es político. Roland le aportó a Voluntad Popular, pero ese partido no le aportó nada, solo que lo pusieran preso», manifestó.
Gutiérrez trabajó como juez por más de 25 años, y 22 de ellos estuvo en la parte penal. Conoce las irregularidades que se han cometido en el caso de su hijo. Recuerda que, cuando vio por primera vez el expediente, pensó que Roland iba a salir de la cárcel la semana siguiente de su detención, pero no ocurrió.
Aún así, Josefina confía.
«Todavía creo, aún cuando me jubilaron hace un año y medio, que algo bueno debe quedar. Lo digo como una juez que practicó el derecho durante 25 años. Confío mucho», manifestó, con la esperanza de que todavía haya gente en el sistema judicial que respete lo que establece la ley y cumpla con el debido proceso.
«Las lágrimas se secan», admite. Poco después se le quiebra la voz. La ausencia de su hijo mayor, quien se convirtió en un apoyo importante después de la muerte de su padre, hace más de 20 años, ha sido no menos que un duro golpe para la familia, que ya acudió a todas las organizaciones de derechos humanos, habidas y por haber, para conseguir una ayuda que contribuya a la ansiada libertad del periodista que por años trabajó en la fuente de Sociales de El Nacional y fue director de la revisa Hola.
Por lo menos, agrega, han hallado una palabra de aliento.
«Lo hacía más que todo por mis hijas y por el mismo Roland. Pero, en el fondo y por mi trabajo, sé que no depende de lo que nosotros hagamos, sino del alto gobierno. Y si dicen que lo tienen preso, pues, que lo tengan preso. ¿Tú puedes luchar con eso? No se puede. A quienes han tratado de hacerlo no les ha ido muy bien», dijo.
La última vez que vio a Roland fue el día de su cumpleaños, el 12 de octubre. Tenía tiempo que no lo visitaba porque, al igual que su hijo, Josefina se contagió de covid-19. «Es una enfermedad horrible, horrorosa, cruel, y cuando Roland estuvo hospitalizado yo estaba aquí en mi casa, íngrima y sola, porque el resto de mis hijos está fuera de Venezuela. El único que está aquí es Roland, y está preso».
«Cuando estuve fuera de peligro, el día de su cumpleaños le preparé una comida rica porque a él le gusta comer sabroso y a mí me gusta cocinar. Ese día no había visitas, pero le dieron permiso por su cumpleaños. Éramos como 10 personas. Cuando lo visito se pone triste, no tanto por él, sino por mí; y entonces a mí me da cosa, no por mí, sino por él. Es que la relación de los padres con los hijos es una cosa muy fuerte. Es duro pasar por estas situaciones, pero yo estoy tranquila y él está tranquilo. No vamos a estar llorando, nada de eso», contó.
“Todos los días espero que le den la libertad”
Josefina Gutiérrez dijo que todos los días espera que a su hijo, de 54 años de edad, le otorguen la libertad plena.
«Es decir, hoy espero que se la den mañana. Yo soy católica, pero una católica light, pero hago mi rosario un día sí y un día no, y lo que pido, por Dios, es que a mi hijo le den su libertad, eso es lo que pido. Eso es lo que piden sus hermanas. Mañana, no dentro de un mes; mañana, mañana, Dios mío, por favor, concédemelo, mañana, mañana, y en eso llevamos un año», manifestó.
«Estoy llegando a un extremo en el que estoy dejando de querer a mi país porque, digo yo, hemos sido una familia de gente trabajadora, mis hijos estudiaron, son profesionales, casados, con familias. Y yo me esforcé tanto en la vida, coño, y cuando tengo 74 años, que esperé hasta que me jubilaron, ¡bendito sea!, ganando una miseria, viviendo un país con una crisis tan arrecha como la que tenemos, y ¿¡que me pongan preso a mi hijo!? ¿Por qué? ¿Por una retaliación? ¿Qué vaina es esa? ¿Qué culpa tiene? Entonces digo ‘Dios mío, ¿será porque soy mamá pienso que es así?’. Pero cuando hablo con otras personas, con mi familia y mis amigos, me dicen que no saben cómo he aguantado tanto», añadió.
Entrevisté a los familiares de Roland Carreño a un año de su detención. Está en El Helicoide.
Su madre tiene claro que su libertad depende de una decisión política y confía en que haya justicia, aunque sea divina.
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Carreño ha estado en tres centros de reclusión. Ha conocido un país dentro de Venezuela que no sabía que existía.
El periodista tiene tres hijos: Luis Guillermo de 19 años de edad, Franklin Javier de 24 y Carlos Eduardo de 28.
Franklin se mudó a Caracas poco después de la detención de Roland. Dejó sus estudios, su casa en Barquisimeto y sus amigos. Cambió su vida para dedicarse la atención de su papá, que necesita su comida diaria y sus medicamentos.
«Es una experiencia totalmente descabellada. La vida me cambió completamente porque yo asumí esta responsabilidad con mucho amor por mi papá. En La Yaguara, fue allí cuando vi por primera vez a mi papá preso, se me partió el alma. ¿Quién había visto a mi papá de esa manera, rodeado de delincuentes comunes y de policías escoltándolo? Vivimos muchas experiencias allí», manifestó el hijo.
“Se complicó, se deprimía, lloraba”
Recordó las condiciones de precariedad y de insalubridad de la sede de la Policía Nacional Bolivariana, en La Yaguara, donde Roland Carreño estuvo recluido 3 meses. Había alrededor de 200 personas detenidas y la celda siempre tenía mal olor, señaló Franklin.
«Esas cosas como hijo te marcan mucho. Cuando yo entraba era fuerte, pero cuando salía no era lo mismo. Pensar en todo lo que estaba pasando mi papá por nada, porque hasta la fecha no se ha demostrado nada. En La Yaguara se nos enfermó, se nos complicó, se deprimía, lloraba. Pero después comenzó a decir que iba a salir de allí por muchos motivos, que éramos nosotros, su familia, su carrera, el país», expresó.
En enero de este año lo trasladaron a la sede de la policía nacional en Maripérez, donde estuvo hasta el pasado mes de septiembre. «Mi papá no dormía porque el colchón que tenía era muy fino, muy pequeñito. La celda no era para estar detenido. Era transitoria, como la de La Yaguara, que no están aptas, porque meten a 10, 15 o 20 personas, duermen de pie o ni siquiera duermen. Tenía grietas en la platabanda, no tenía poceta, la cloaca era un hueco; de hecho, cuando llovía se salía el agua sucia por allí otra vez. A las 12:00 del mediodía día la temperatura subía demasiado por la humedad y el sol», describió su hijo.
El contagió de covid: colapsó
En esa celda Roland colapsó, convulsionó, por el contagio de covid-19. Los familiares creen que adquirió allí el virus porque diariamente ingresaban varios detenidos. «Siempre se nos enfermaba. Pedíamos que le dieran permiso para llevarlo al hospital, a una clínica, hasta que nos dieron el permiso. Lo mandaron escoltado, como si mi papá se iba a escapar. ¿Para dónde se iba a escapar mi papá? Siempre se enfermó, mi papá siempre estuvo enfermo desde marzo hasta que no aguanto más y colapsó», continuó Franklin Javier.
«Cuando lo sacaron no era el mismo, ni yo lo conocía. Cuando lo vi me puse a llorar; yo andaba con un amigo que tiene un carrito Corola y allí fue donde lo llevamos hasta el Hospital de Clínicas Caracas, escoltado, con muchos policías. Tomaron la clínica como si se tratara de El Chapo Guzmán, y estaba ahí nada más mi papá. No supimos más de él hasta que le permitieron una llamada tres días después», señaló.
Traslado a El Helicoide
La familia esperaba que le otorgaran la medida de casa por cárcel debido a su delicada situación de salud, pero las autoridades decidieron trasladarlo a El Helicoide, una de las dos sedes en Caracas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, cuando estaba medianamente recuperado.
Laura Carreño, hermana por parte de padre de Roland, vive en el estado Lara. La escasez de gasolina ha afectado la frecuencia con la que visita a su hermano. Lo ve cada 20 días, una vez al mes o cuando se puede. La última vez fue a principios de octubre, luego de que superó el covid-19. Aseguró que, como familia, nunca les han violentado el derecho a la visita.
«Claro, un custodio vigila constantemente nuestras conversaciones, pero tenemos contacto físico. De verdad que esa visita fue muy importante porque era la visita poscovid y constatamos que estaba bien, gracias a Dios», aseguró Laura.
Desde que está en El Helicoide se encuentra en mejores condiciones, reconoce la hermana. Haberse contagiado de coronavirus, a pesar de todo, le sirvió a Roland para que el médico tratara sus otras afecciones. El periodista recibió sus tratamientos para la hipertensión y la diabetes, enfermedades que padece desde hace tiempo.
«Está mejor en cuanto a las condiciones generales de salud. Por lo menos tiene referencia médica y está al día con sus tratamientos, sus dosis adecuadas según la situación que se le presente. Es un hombre muy fuerte, lo ha demostrado. Ha afrontado este año duro, pero lo ha soportado. Se mantiene firme en su posición, no ha cambiado a pesar de la situación en la que se encuentra. Siempre está dispuesto, dice que trabajará por el país y de verdad eso es muy admirable», agregó.
Josefina también vio a su hijo con mejor semblante. «Me dijo ‘salgo dos horas en la mañana, dos horas en la tarde, camino, llevo sol. Están tratando de mejorar las cosas para lavarse un poco la cara», aseguró.
“Eso depende del alto gobierno”
Los familiares afirman que el caso de Roland Carreño es político y su liberación depende solo del alto gobierno. El periodista está tranquilo, a pesar de la situación adversa, y convencido de su inocencia, al igual que lo están su madre, sus hermanos y sus hijos. No tiene nada que temer porque no ha cometido ningún delito, aseguran.
«De ninguno de los delitos que se les acusan hay pruebas. En la Fiscalía no tienen nada que lo incrimine, ningún elemento probatorio para mantenerlo preso. La detención de mi hermano es un caso netamente político. Se trata de un ajuste por parte del Estado venezolano. Para nadie es un secreto que Roland es amigo personal de Leopoldo y de su familia desde hace muchísimos años», manifestó Laura.
«La política de bonita no tiene nada. Eso es ‘quítate tú para ponerme yo’ y zancadillas aquí, zancadillas allá. Eso lo sé. No por lo que Roland ha vivido, sino porque yo, después de años de estudios, de posgrados y de todo, tengo un mínimo conocimiento de lo que es la política. Con vivir aquí en nuestro país nos hemos dado cuenta de eso, y quien no se ha dado cuenta es porque tiene los ojos tapados», agregó la madre.
“Lo sembraron, no había testigos”
La abogada Ana Leonor Acosta, del equipo de defensa de Carreño, aseguró a El Nacional que al periodista lo detuvieron en un operativo de la Fuerza de Acciones Especiales y afirmó que los funcionarios le sembraron un fusil y un maletín con dólares para acusarlo.
«Es importante señalar que estos supuestos delitos están estipulados en la Ley Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo y nos llama la atención que en los últimos dos años el patrón que está siguiendo el gobierno para detener a personas por mostrar diferencias es utilizar esa jurisdicción, que se creó por una resolución de terrorismo para acusar a las personas sin ningún tipo de sustento», dijo.
Tarek William Saab, fiscal general del gobierno de Nicolás Maduro, confirmó la detención de Carreño el 29 de octubre, tres días después de haber estado desaparecido. En una rueda de prensa, lo acusó de ser el operador financiero de Voluntad Popular en el país y de presuntamente distribuir fondos adquiridos de los activos venezolanos en el exterior para sumir a Venezuela en un conflicto político.
Acosta aseguró que en el procedimiento no hubo testigos y tampoco pruebas que vinculen a Roland con algún delito de acción terrorista. Agregó que simplemente se usó el despliegue policial para detenerlo por formar parte de Voluntad Popular.
«Las actas por las cuales lo detuvieron están forjadas. Todas las otras acciones que hay en el expediente tienen que ver con que forma parte de Voluntad Popular, por su cercanía a Juan Guaidó y lo vemos como una retaliación en un proceso en el que el Ministerio Público no fundamentó suficientemente su acusación en el momento de hacer la audiencia preliminar», manifestó la abogada.
La defensa promovió pruebas que no fueron evacuadas y el Ministerio Público presentó una acusación a la que se opuso la defensa. Señaló que no se cumplieron los requisitos que establece la ley porque la acusación no tiene una vinculación clara entre los delitos que se imputan con la conducta de Roland Carreño en Voluntad Popular.
«Como coordinador operativo de Voluntad Popular participó en eventos políticos y eso de ninguna manera se vincula con cualquier acción que financia al terrorismo. Por ejemplo, señalamos que si había financiamiento al terrorismo cuál era la organización terrorista porque, para que tú financias al terrorismo, debe haber una organización terrorista y eso no quedó establecido. Un partido político no es una organización terrorista y el hecho de financiamiento es diferente al papel que tenía Roland Carreño dentro de Voluntad Popular, que era de organización», manifestó.
#EnVideo📹| Roland Carreño: En dos ocasiones Leopoldo López me pidió que le consiguiera efectivo en dólares, 2.500 en una ocasión; 4.000, en otra. Se los entregaba su jefe de seguridad, de nombre Walter#ProducirParaIndependizarnos pic.twitter.com/qgXSemA6rk
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) October 30, 2020
Jorge Rodríguez “incurrió en delito”
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, difundió después de la acusación de Saab, un video en el que Carreño asume supuestas responsabilidades. También hizo públicas las capturas de pantalla de unas conversaciones que habrían sido obtenidas del teléfono celular del periodista.
«Una de las cosas que nosotros denunciamos era que se citara a Jorge Rodríguez para saber cómo obtuvo este supuesto video. Entendemos que a Roland lo obligaron a grabarlo, que le dieron una especie de guion; lo tuvo que grabar más de 30 veces hasta que a ellos les gustó, hasta que tenía el contenido que le estaban pidiendo. Se grabó sin la presencia de un fiscal del Ministerio Público ni de sus abogados», aseguró la Acosta.
La abogada agregó que, además de ser una acción ilegal y violatoria, va en contra del derecho a la privacidad y a la intimidad del acusado. «Jorge Rodríguez, que en ese momento era el jefe de campaña del PSUV, incurrió en delito y sometió a una persona al escarnio público».
Acosta señaló que desconocen el origen de las capturas de pantalla de las supuestas conversaciones que habría tenido Carreño y que lo involucrarían en hechos irregulares. Afirmó que esas imágenes no están en el expediente y subrayó que con estas acciones las autoridades tratan de ir en contra de la reputación y el honor del periodista.
A la espera de una fecha para el juicio
La defensa apeló la decisión contra Carreño y todavía no ha tenido respuesta. Acosta expuso que están a la espera de que se establezca una fecha para que se inicie el juicio que, entienden, está paralizado mientras la Corte de Apelaciones toma una decisión.
«De una manera ligera, sin ningún sustento, sin ninguna prueba y sin una actuación ilícita o ilegal, Roland Carreño está acusado de terrorismo y ya tiene un año detenido», criticó.
«Hemos visto cómo utilizan el sistema de justicia, en especial los tribunales con competencia en terrorismo, para perseguir a disidentes políticos, a personas que piensan diferente, a miembros de partidos políticos y a aquellos que les parecen incómodos al régimen. Las decisiones de detener o liberar no se dan por una argumentación jurídica, sino por una orden ejecutiva, por una orden política, como ha ocurrido últimamente», expresó.
“Me voy a volver loco”
La familia espera que se establezca una fecha para el juicio, al igual que Roland. «¿Cuándo voy a salir de aquí? Me voy a volver loco en este encierro», le dijo el cronista a su hijo durante una visita.
Josefina resaltó la flagrante violación a los derechos a la que está sometido: lo tienen preso sin que todavía esté juzgado. Los testigos —que no hubo, ratificó— no han contado ante la justicia lo que supuestamente vieron. «Y nadie ha venido porque no se ha hecho la audiencia de juicio. Lo que se ha hecho son los preliminares», señaló la madre.
La abogada reconoció que hay un cambio en la política con respecto a la situación de los presos políticos, pero esto ha sido un cambio muy leve que no remedia la situación de injusticia en la que están en Venezuela.
«En el caso de Roland Carreño, ciertamente es un trato más humano, no podríamos decir que lo someten a malos tratos, que no se le da la alimentación. Pero eso solo es un pañito de agua caliente en una situación muy grave en la que la persona no debería estar detenida, en la que se le violan sus derechos humanos a estar y ser juzgado en libertad. Estos pronunciamientos del fiscal general son muy vacíos», expresó la abogada.
“La vida de Roland Carreño corre peligro”
La abogada de Roland Carreño manifestó que, pese a que mejoraron las condiciones de Roland Carreño luego de que lo recluyeron en El Helicoide, su salud sigue siendo motivo de preocupación. Ha padecido de graves problemas y, en su consideración, todavía no recibe la atención médica adecuada.
«Sabemos que todos los presos políticos y presos comunes que están detenidos no tienen condiciones de salubridad ni la atención médica adecuada y todas las dolencias que tienen los presos políticos, en este caso de Roland Carreño, se agravan durante la detención», señaló.
Carreño tiene problemas de próstata, hipertensión y diabetes. También quedó sufriendo de una cardiopatía consecuencia del covid-19. «No es suficiente con cumplir un tratamiento, sino que el tratamiento médico debe ser adecuado y eso es lo que no está ocurriendo».
Acosta advirtió que la vida de su defendido corre peligro y que han solicitado que se le otorgue una medida de casa por cárcel, pero no ha sido decidido todavía.
La detención, el hecho de estar lejos
Roland Carreño tiene cuatro hermanos por parte de madre en el extranjero. El hecho de estar lejos de Venezuela significa que han tenido seguido su caso a través de llamadas y mensajes, incluso por las redes sociales. No lo han visto. El día de la detención Fortunella Miranda, quien vive en Reino Unido, se despertó asustada en la madrugada porque le comenzaron a escribir varias personas por WhatsApp y Messenger, la plataforma de mensajería de Facebook, expresándole su apoyo.
Comenzó a llamar a la familia para entender lo que estaba ocurriendo. «Cuando uno está lejos todo se vuelve más difícil, uno tiende a hacer las cosas más grandes de lo que son porque no las estás viendo directamente», admitió.
Josefina le regaló a su hijo un cuaderno. Roland, a veces, les escribe cartas y su madre les toma fotos cuando llega a casa y se las envía a sus hermanos por WhatsApp.
«Él se la pasa escribiendo. Es el típico hermano mayor, amoroso, sobreprotector, que te motiva, que te apoya. Desde aquí ha sido horrible. Después de la muerte de mi papá una de las peores cosas que nos ha pasado a nosotros como familia es la detención de Roland. Eso fue un golpe bastante duro para todos nosotros, muy inesperado», manifestó.
Fortunella recordó la última llamada que tuvo con Roland antes de irse del país hace cinco años. Él le aseguró que iba a trabajar por una mejor Venezuela, a la que ella pudiera regresar.
«Había semanas en las que mi mamá se sentía cansada, que no tenía cómo movilizarse, me decía que era trabajoso verlo. Ella me decía que ir a ver mi hermano era un viacrucis, para conseguir el transporte, para llegar en el horario de las visitas, llevarle la comida. Todo lo del covid-19 fue desesperante. Llegó un momento en el que nos llamábamos entre nosotros para saber qué estaba pasando, qué noticias había en las redes sociales. Yo digo que Dios es bueno y, de verdad, al final estamos confiando en la justicia divina porque no hay de otra», expresó.
«Es una prueba, nos ha servido para unirnos más, para llenarnos de fe, porque aquí nos estamos aferrando a la justicia divina porque sus abogados han hecho todo lo que humanamente es posible. Estamos claros de que de parte de ellos se ha hecho todo. Permanecemos unidos, pidiéndole a papá Dios, sé que mucha gente no cree, pero nosotros sí somos creyentes», expresó Fortunella.
Negociación en México, una posibilidad
La negociación entre la oposición y el chavismo en México, por los momentos suspendida por decisión del gobierno nacional tras la extradición de Alex Saab a Estados Unidos, se había convertido en una esperanza. Pero el caso de los presos políticos en Venezuela no lo discutieron las delegaciones de Nicolás Maduro y de Juan Guaidó, al menos hasta donde se conoce.
«Hemos estado esperando que se dé esta liberación en el marco de las negociaciones de México, en el marco de cualquier actividad en la que se hable de amnistía, de liberación de presos políticos, de lo que tiene que ver con la oficina en Caracas de la alta comisionada Michelle Bachelet, que ha pedido que se liberen a las personas que están detenidas de manera arbitraria», dijo la abogada.
El hijo de Carreño está consciente de que la libertad de su padre depende de una negociación. Subrayó que, al final, todos saben que el periodista no es terrorista.
«Él duerme bien, quienes le quitaron el sueño en algún momento eran los presos en los otros centros de reclusión. Pero duerme perfectamente porque no ha cometido ningún delito. Él lo que siente es rabia. Mi papá está loco porque llegue el juicio, porque si en Venezuela tuviésemos debido proceso, ya hubiese pasado. No tendríamos un año en esto», sostuvo Franklin.
“Este año ha sido durísimo”
Laura contó que antes de que el gobierno chavista lo detuviera, el periodista viajaba con frecuencia a Lara para visitar y compartir con su familia.
«Nuestra dinámica familiar cambió de forma radical. Siempre nos acompañaba en los momentos importantes, siempre ha estado allí, siempre nos ha apoyado en las fiestas, en las reuniones familiares, de hermanos, sobrinos, la primera comunión. En realidad es un hombre muy familiar. Es mi hermano mayor y es de esas personas que nos apoya, que nos dice qué hacer y cómo hacerlo porque es un hombre muy culto, tiene todo tipo de respuestas. Él se parece mucho a mi papá en ese sentido. Cuando mi papá se fue él asumió ese protagonismo, de lo que es ser el hermano mayor», manifestó.
«Las esperanzas las tenemos, nunca hemos perdido la fe. Lo que pedimos es justicia, equilibrio, y si el juez es una persona justa, y sabe que mi hermano no tiene nada que ver con los delitos que se le están imputando, debe salir en libertad. Nosotros esperamos su liberación absoluta, sin ningún tipo de restricción. Él tiene que estar libre con nosotros, con su familia, hemos pasado Navidad sin Roland, hemos pasado cumpleaños sin él, sin poderle dar un abrazo, sin poderlo felicitar como él se merece. Entonces ya basta. Ya basta de tanto sufrimiento», añadió.
Franklin manifestó que en diciembre pasado pensaron que iban a tener a Roland en casa para pasar la Navidad: les habían dicho que el periodista iba a recibir un indulto o una medida beneficiaria. Adornaron la casa y su plato quedó servido en la mesa. «Pasamos a esas navidades tristes lógicamente porque mi papá siempre la pasa con nosotros en Aguada Grande (Lara)».
Esperan que este diciembre las cosas sean diferentes. «Pero solo el tiempo lo dirá, solo Dios sabe si podrá o no podrá estar con nosotros. Estamos apoyándonos, siempre con él», expresó Laura.
«Él tiene mucha esperanza en todo lo que está pasando, me parece tan increíble porque llega un momento en el que uno tira la toalla. Pero él dice que va a salir algo bueno de todo esto, que no desmayemos, que tengamos fe. ‘Les prometo que vamos a salir de esto’ es casi siempre su despedida en las cartas. ‘De esto vamos a salir’, ‘nos vamos a volver a ver’, ‘estoy trabajando para construir un buen país, el que merecemos tener’, son sus palabras. Dentro de todo tiene mucha esperanza», aseguró Fortunella.