papa Francisco
Foto: Archivo

El papa Francisco envió un mensaje a los venezolanos por la beatificación del doctor José Gregorio Hernández, que se realizará el viernes 30 de abril en la sede del Colegio La Salle, en Caracas, luego de que el Vaticano confirmó el milagro concedido en el caso de la niña Yaxury Solórzano Ortega.

«Sé con cuánta ilusión esperaban desde hace muchos años el momento en que la Iglesia confirmase algo que ustedes creían firmemente: que el médico del pueblo está junto a Dios y que junto a nuestra señora de Coromoto intercede por sus connacionales y por todos nosotros», dijo el sumo pontífice en un video difundido a través de canales digitales.

«Les confieso que no encontré un venezolano, aquí en el Vaticano, en la plaza o en la audiencia privada que, en la mitad de la conversación, no preguntara cuándo era la beatificación de José Gregorio», contó.

Expresó que el doctor se ofrece a los cristianos y a todas las personas de buena voluntad como ejemplo de creyente discípulo de Cristo, que hizo del evangelio el criterio de su vida, buscó su vocación, conservó los mandamientos, participó cotidianamente en la eucaristía, dedicó tiempo a la oración y creyó en la vida eterna.

«Un hombre amante de la sabiduría, de la investigación, de la ciencia, al servicio de la salud y de la docencia. Es modelo de santidad comprometida con la defensa de la vida, con los desafíos de la historia y particularmente como paradigma de servicio al prójimo. Como un buen samaritano, sin excluir a nadie. Es un hombre de servicio universal», manifestó.

Francisco señaló que una de las facetas más relevantes y atrayentes de la personalidad de Hernández fue la de ser testimonio de superación personal y de servicio ciudadano.

«Un servicio entendido del ejemplo de que Cristo nos dejó durante la Última Cena, cuando se puso a lavar los pies de sus discípulos, a todos, porque a todos amaba, también a Judas, aún sabiendo que lo iba a traicionar. Jesús no se vengó de nadie, amó a todos. El Señor nos exhorta no solo a ser sujetos activos del servicio, sino también a tener la humildad de dejarnos lavar los pies por los demás. ¿Y qué es hoy día dejarse lavar los pies?», dijo.

«Para todos nosotros, y en concreto para los venezolanos, que están festejando la beatificación de este gran lavador de pies, por ejemplo, significa acogerse, recibirse los unos a los otros, ver al otro como un igual, sin menospreciar. También es servirse los unos a los otros, estar dispuestos a servir, pero también dejar que otros nos ayuden. Ayudar y dejarnos ayudar. Otro ejemplo es ayudarnos los unos a los otros. En definitiva, lavarse los pies los unos a los otros es amarse los unos a los otros», agregó.

El papa Francisco señaló que la beatificación del doctor José Gregorio Hernández tendrá lugar en un momento difícil para Venezuela y aseguró que conoce bien la situación que sufren sus ciudadanos. Afirmó que está consciente de las angustias que se han visto agravadas por la pandemia de coronavirus que afecta al mundo.

«Tengo presentes a tantos muertos, a tantos contagiados por el coronavirus, que han pagado por su vida, por mantenerse en sus tareas, en condiciones precarias. Esta pandemia que hoy día incide en esta gran fiesta de la fe, de la beatificación, y que la reduce para evitar contagios, por razones de seguridad y de salud. Nos mete en casa a todos, no nos permite salir a la casa a celebrar porque la pandemia es peligrosa», dijo.

El Papa manifestó que tiene presente a todos los venezolanos que han abandonado el país en busca de mejores condiciones de vida, a quienes están privados de libertad y a los que carecen de lo más necesario. «Todos son compatriotas del beato, todos ustedes, y todos tienen los mismos derechos, los acompaño con amor», añadió.

Francisco expresó que también conoce la fe y las grandes esperanzas del pueblo venezolano. Afirmó que la beatificación de Hernández es una bendición especial de Dios para Venezuela que invita a la conversión hacia una mayor solidaridad para producir entre todos la respuesta del bien común tan necesitada para que el país renazca después de la pandemia, con espíritu de reconciliación.

«Les pido a todos ustedes, que tanto aman al doctor José Gregorio, que sigan el admirable ejemplo de servicio desinteresado a los demás. Este momento de unidad nacional, en torno a la figura del médico del pueblo, supone una hora singular para Venezuela y exige que ustedes vayan más allá, que den pasos concretos en favor de la unidad, sin dejarse vencer por el desaliento«, dijo.

Abogó por la paz de los venezolanos y comentó que quisiera visitar al país.

«Que las instituciones públicas brinden siempre seguridad y confianza a todos y que el pueblo de esa bella tierra encuentre siempre oportunidades para el desarrollo humano y la convivencia. Ruego, hermanos y hermanas, que el nuevo beato inspire a todos los dirigentes, sindicales, académicos, políticos, empresarios, religiosos, universitarios, a todos, y a otros, a desempeñarse seriamente en el logro de una unidad operativa».

El sumo pontífice pidió buscar el camino de la unidad nacional por el bien de Venezuela, en la que todos, con seriedad, sinceridad y respeto y el reconocimiento recíproco, anteponiendo el bien común ante cualquier otro interés, trabajen por la unidad, la paz y la prosperidad para que los ciudadanos vivan con normalidad, productividad, estabilidad democrática, seguridad, justicia y esperanza.

«Pido que todos recuperemos esa Venezuela en la que todos sepan que caben, en la que todos puedan encontrar un futuro y pido que ninguna intervención de afuera les impida transitar este camino de unidad nacional. Cuánto desearía poder visitarlos para al menos significar mi acompañamiento», finalizó.


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