Rodney Álvarez
Foto: Correo del Caroní

Rodney Álvarez, el dirigente gremial y extrabajador de Ferrominera que estuvo encarcelado por casi 11 años, rompió su silencio y este martes acusó al Ministerio Público del retardo procesal y las torturas que recibió en la cárcel.

«El responsable del retardo procesal y las torturas recibidas por mi persona durante mi injusto juicio es el Estado Nacional y el Ministerio Público», expresó Álvarez durante una rueda de prensa realizada en Caracas.

Pidió al gobierno de Nicolás Maduro la liberación inmediata de todos sus compañeros trabajadores presos que están en las distintas cárceles de Venezuela, al considerar que están presos injustamente.

«Hay demasiados compañeros presos que no podría decir las cifras. Están privados injustamente por denunciar corrupción, son demasiado los que hay que todavía no hay una cifra exacta de todos los compañeros que están presos ilegítimamente»; dijo.

Denunció además el mal estado en el que se encuentran las prisiones del país, sin servicios básicos ni buena alimentación. Su sitio de reclusión lo describió como un lugar atroz, hecho para despojos humanos.

«Yo pasé de forma irregular e injusta once años en prisión, en penales como Guaiparo, Yare III, El Rodeo y El Dorado… No hay agua potable, servicio médico, no contamos con buena alimentación», expresó.

«Mis derechos me fueron vulnerados»

El dirigente gremial aseguró que durante los casi 11 años de prisión, le quitaron el derecho de disfrutar de momentos importantes con sus hijos y familiares.

Álvarez fue detenido el 17 de junio de 2011, en Ciudad Piar, estado Bolívar. Lo acusaron del homicidio del obrero Renny Rojas, de 28 años de edad, que murió luego de recibir un disparo en el cuello.

El hecho se registró durante una asamblea para elegir a representantes de una comisión electoral que llevaría adelante las elecciones del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera.

“Mis derechos me fueron vulnerados, me quitaron el derecho de ser padre, de ser hijo, de ser hermano, de poder compartir con mis hijos, de poder llevarlos a la escuela, de poder disfrutar con ellos, ir al parque, comerme un helado”, dijo.

Reveló además que funcionarios del Cicpc le decían que se declarara culpable porque desde su detención ya había sido condenado.

También demandó su reincorporación laboral y el pago de salarios. “Pido es volver a mi puesto de trabajo, eso es lo que pido, y que se me paguen mis salarios caídos, los cuales dejé de percibir y los beneficios que dejaron de gozar mis hijos”.

Finalmente, agradeció a Dios por fortalecerlo durante este tiempo en prisión y a sus compañeros que lo apoyaron.


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