San Miguel
Foto Gabriela Oraa / AFP

Rocío San Miguel se para frente a un grupo de agentes que tienen retenidos a dos periodistas, con firmeza les cita artículos de varias leyes y exige explicación de sus arrestos. No le teme a los militares como muchos en Venezuela.

Los reporteros pronto quedan en libertad.

San Miguel, abogada de 57 años de edad detenida el 9 de febrero, es la fundadora de la ONG Control Ciudadano, que lleva un registro de violaciones de derechos humanos a civiles y militares.

Pero además es una autoridad en temas de la hermética y poderosa Fuerza Armada de Venezuela, sostén del gobierno de Nicolás Maduro y blanco de denuncias de abuso y corrupción.

La fiscalía, de línea oficialista, la vincula con un supuesto plan para matar a Maduro por el cual han sido arrestadas una treintena de personas. San Miguel fue detenida junto con su única hija, Miranda, de 24 años, que quedó en libertad condicional.

Es imputada por «traición a la patria», «conspiración» y «terrorismo», cargos que han recibido otros activistas venezolanos, y que ella misma ha condenado en el pasado. Su exesposo, un coronel retirado, también fue arrestado bajo sospecha de «revelación de secretos políticos y militares».

Sus hermanos y el padre de su hija también fueron detenidos aunque luego excarcelados.

«Hablar de la doctora Rocío San Miguel es hablar del ejemplo más amplio de una defensora de derechos humanos», dice a la AFP Martha Tineo, coordinadora de la ONG Encuentro, Justicia y Perdón.

«Ha participado en diferentes acciones judiciales precisamente a favor de la democracia y la defensa de los derechos humanos de Venezuela», añade. «¿Por qué está detenida? Pudiéramos pensar que justamente atacar a Rocío San Miguel es la forma de atacarnos a todas las mujeres defensoras de derechos humanos en Venezuela».

San Miguel implacable

En el volátil año 2016, la periodista Andreina Flores fue detenida junto con un colega por la Dirección de Contrainteligencia Militar, un temido cuerpo acusado de torturar a opositores.

Estaban haciendo imágenes de Caracas para un canal de televisión la víspera de una gran marcha opositora.

«Rocío llegó y fue implacable con los militares, aunque siempre serena», explica a la AFP Flores, hoy basada en París. «Citaba artículos del reglamento militar, de la Constitución, pidió copia de las declaraciones, de la acusación. Fue una defensa sólida, hablaba con solvencia y los militares accedieron a lo que pedía».

«Nos soltaron y nos montó en su carro y manejando nos sacó de ahí», recuerda.

San Miguel, que también tiene nacionalidad española, es abogada con especialidad en Derecho y Política Internacional y tiene una maestría en Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, adscrito a la Fuerza Armada venezolana.

Fundó Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional en 2005, poco después de su despido de la administración pública por apoyar en 2003 la recolección de firmas para convocar un referendo revocatorio del mandato del presidente Hugo Chávez (1999-2013).

Tras recolectar y publicar copias de las planillas de los firmantes, el gobierno hizo una purga en entes del Estado, una maniobra tachada por San Miguel de «apartheid».

San Miguel, que trabajaba en el Consejo Nacional de Fronteras, y otras dos exfuncionarias del mismo organismo ganaron en 2018 una demanda contra Venezuela ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la violación de derechos políticos y de expresión.

«Brinca, salta, chilla»

Desde Control Ciudadano ha denunciado desde «intereses» militares en la minería ilegal en el sur del país debido a la presencia de guerrilleros y bandas criminales, hasta un reciente femicidio dentro de la Fuerza Armada. También ha hablado del papel que desempeñará el componente armado en una «transición política» en el país.

Maduro -que con frecuencia denuncia planes en su contra para derrocarlo o matarlo- ya la había señalado de golpista en 2014, cuando tenía apenas un año al frente del gobierno tras la muerte de Chávez.

«Ha intentado dividir a nuestra Fuerza Armada, (pero) se seguirá estrellando con la moral de nuestra Fuerza Armada», dijo el mandatario entonces.

«Ustedes verán como ella brinca, salta, chilla. Como es una mujer van a salir a decir ‘Maduro agrede a las mujeres’, no la estoy agrediendo. Solamente la estoy señalando porque aparece en la investigación para promover un alzamiento militar contra el orden establecido en Venezuela».


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